Ir al contenidoTipos especiales de fotografía
La astronomía amateur es una actividad que reúne cada vez más adeptos. Paralelamente, una parte siempre creciente de los astrónomos amateurs se decanta por la astrofotografía. Esta apasionante disciplina, sin embargo, necesita una cierta técnica para que
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CUBAnísimo pertenece a la colección Registro Gráfico la cual fue pensada para documentar las diversas expresiones gráficas con las que convivimos desde siempre, y para darles un sentido de perdurabilidad y apropiación por parte del lector. En ediciones bilingües, nos proponemos establecer un registro documental no solo de los imaginarios locales y nacionales sino también de la manera en que estos se cristalizan en las distintas gráficas populares. La fragmentación es una forma de narrar la ruptura de todos los paradigmas políticos. Es la sociedad civil libre la que marca el camino, más allá de las caras amadas de proceres congelados.
La geografía humana es la materia prima con la que trabaja el artista francés Guy Limone, quien transforma datos sobre el crecimiento de la población y las reconversiones urbanas en elementos estéticos. Pequeñas esculturas, recortes de fotografías y colores asociados a paisajes concretos constituyen los microscópicos ladrillos con los que Limone construye el mundo. Recolectando datos estadísticos en diferentes campos (sociología, geografía, política) y dándole una interpretación llena de imágenes, ilustra con humor los fracasos y las fracturas de las sociedades contemporáneas. A través del análisis de los campos de color, Limone construye la realidad, reproduce escenas del mundo cotidiano y pone de manifiesto las múltiples visiones que conforman las vidas humanas. Su atención por detallar y la construcción delicada de objetos es el resultado del esfuerzo increíble que él debe sufrir en la fabricación de sus obras que realizadas a mano, son impresionantes. El libro tiene una presentación de lujo con textos de Claudia Giannetti en papel vegetal y fotografías en color de Guy Limone, Guillaume Ziccarelli, André Morin, Marc Domage en papel estucado.
Esta exposición es el resultado de un proceso conjunto de dos creadores excepcionales capaces de dialogar y fundirse en un interés compartido por la generación de nuevas obras. Es algo puntual, pero lejos está de ser una simple ocurrencia o anécdota. Dos mundos en dos esferas distintas de la creación que se encuentran para producir un resultado, como mínimo, sorprendente. Pedro Almodóvar no llega a la creación plástica por casualidad, de la misma forma que tampoco Jorge Galindo comparte su estudio en este peculiar diálogo como algo artificial. Uno no es pintor ni el otro es cineasta; sin embargo, ambos mantienen una fijación por el mundo del otro y se nutren de ellos constantemente y sin complejos. Y es que, de la misma forma que no hay en el cine contemporáneo alguien que haya sido capaz de mantener una línea de conexión constante con la creación artística de su tiempo, como la que en toda su trayectoria ha desarrollado Pedro Almodóvar, tampoco hay en la creación pictórica actual alguien tan osado como Jorge Galindo, un pintor obstinado en sostener una apuesta por el diálogo entre la saturación de imágenes que genera esta sociedad y la fuerza de la abstracción sobre el soporte cuadro, denostado por muchos talibanes del arte. Dos personas absolutamente radicales en su labor hacedora de imágenes, en movimiento en uno, fijas en el otro, que se funden en un ejercicio inédito con un resultado magnífico, puro, libre.
El efecto Phi. 14 ensayos sobre la imagen fotográfica y cinematográfica indaga sobre la nueva cultura de lo visual y aboga por romper su deriva solipsista. Un texto es, siempre, un lugar de encuentro. Aunque nuestra percepción de las imágenes sea solitaria como en los viejos artefactos de Edison, los ensayos que componen esta colección buscan entender la fotografía y el cine como un intercambio de discursos, referencias y experiencias. No solo se trata de que el cine y la fotografía compartan su esencia más íntima, sino que ambos se han influido y relacionado continuamente. Sin el efecto Phi, el cine serían veinticuatro fotografías independientes por segundo; sin el debate y el intercambio, la reflexión sobre lo visual se volvería un monólogo.
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