Las Vidas de Demetrio y Antonio presentan la azarosa existencia de Demetrio Poliorceta (337 a. C.-283 a. C.), hijo de Antígono el Tuerto, uno de los generales de Alejandro Magno que luchó por la sucesión del gran conquistador, y la de Marco Antonio (83-30 a. C.) , triunviro rival de Octavio, el futuro Augusto. Plutarco plasma de forma muy amena sus desmesuradas pasiones, avivadas por amantes y aduladores, sus espectaculares y mal digeridos triunfos seguidos de catastróficas derrotas, hasta llevarnos hacia los patéticos y aleccionadores finales de estos dos singulares antihéroes de las Vidas paralelas. La Vida de Demetrio y la Vida de Antonio ofrecen una singularidad dentro del conjunto de hombres ilustres: se alejan, en cierto modo, del interés pedagógico de Plutarco por recrear vidas edificantes, estimulando los nobles sentimientos innatos del alma humana, y nos ofrece dos ejemplos de lo que se debe evitar.
La Poética de Aristóteles es el tratado de crítica literaria con mayor repercusión histórica de cuantos se han escrito. Lo que se conserva de esta obra está dedicado al estudio de la tragedia y sus elementos constitutivos y en menor medida de la epopeya. Por su parte, Magna moralia es un tratado de ética cuya atribución a Aristóteles ha sido largamente discutida y en el que se debaten cuestiones como la esencia de la virtud o los fundamentos de la felicidad humana. La traducción de ambas obras viene precedida de sendas introducciones en las que se expone su génesis, transmisión e influencia y se señalan las referencias bibliográficas esenciales.
Este libro va dirigido a los jóvenes que se disponen a iniciar los estudios universitarios de Arquitectura y que se interrogan sobre el contenido de la carrera y la naturaleza de la profesión. Para ellos se expone de manera sencilla en qué consiste la formación del arquitecto y el trabajo que realizarán tras abandonar la universidad. Quizás estas líneas supongan su primer contacto con unas disciplinas y unos métodos de trabajo que serán sus compañeros para toda la vida. Pero el contenido del libro puede también ayudar y ofrecer información a todas aquellas personas que estudian, enseñan, trabajan o investigan sobre la arquitectura. En estas páginas encontrarán respuestas a algunos interrogantes o simplemente una forma distinta de ver las cosas. Finalmente, este libro puede también servir a quienes, sin ser profesionales ni tener intención de llegar a serlo, sienten curiosidad por la arquitectura como expresión cultural, como función social o como técnica constructiva: en definitiva, como una de las más evidentes formas en que una civilización se manifiesta. El libro contiene doce capítulos en los que se expone, entre otras cosas, el concepto de arquitectura, su enseñanza, algunos momentos en la carrera de una estudiante, las oportunidades para estudiar en el extranjero, el entorno laboral del arquitecto, el inicio del ejercicio profesional, los campos de actividad, una visión del trabajo cotidiano, y, finalmente, el futuro de la profesión. El volumen se cierra con unos textos históricos sobre la arquitectura, su enseñanza y su ejercicio, y una sucinta bibliografía. Al inicio de cada capítulo hay citas extraídas de textos clásicos para nuestra profesión. A través de ellas el lector puede acercarse a lo que muchas otras personas pensaron sobre eso que llamamos ?arquitectura?. Algunos dibujos de arquitectos ilustran los capítulos y muestran al lector la forma de ver y crear la arquitectura que tuvieron los grandes maestros de la profesión.
Quinto Horacio Flaco (65 a. C. - 8 a. C.) es uno de los más relevantes e influyentes autores de la Antigüedad. Estudió en Roma y en Atenas, donde entró en contacto con el epicureísmo. Su poesía, reflexiva, alcanza una extraordinaria perfección formal y plenitud que constituyen la esencia de lo clásico. La colección de diecisiete poemas breves que conforman sus Epodos toma como referencia la poesía griega de Arquíloco, escrita en yambos, de tono ácido y plagada de invectivas contra sus contemporáneos, pero Horacio va mucho más allá y nos ofrece innovaciones tanto rítmicas como temáticas. Además de ingeniosas críticas y ataques a personajes de su tiempo, Horacio muestra una habilidad asombrosa para desarrollar los asuntos más variados y conferirles el tono justo: desde la simple anécdota graciosa hasta la más bella exaltación del amor, sin olvidar las composiciones eróticas, los cantos patrióticos o el famoso epodo que popularizó el tópico del beatus ille en la lírica occidental.
Parménides de Elea nació probablemente entre los años 515-510 a. C. Discípulo de Jenófanes, escribió en verso, en hexámetros, y, gracias a Sexto Empírico y a Simplicio, se conservan fragmentos importantes de su obra, que se reproducen en este volumen. Su poema se divide en dos partes. Hacia el final de la primera parte, que tiene el carácter de proemio, se nos anuncia que se hablará de dos cosas: la Verdad y las opiniones humanas. Considera que el Todo, antes que una pluralidad organizada en "cosmos", debe ser una unidad íntegra, sin fisuras, sin pasado ni futuro, solo presente, vida eterna, ser, y rechaza el no-ser, la nada. Para explicárnoslo, Parménides utiliza demostraciones indirectas por reducción al absurdo que le convierten en el padre del método deductivo de argumentación.
¿Qué precio estaríamos dispuestos a pagar por satisfacer nuestros deseos? Para muchos de sus lectores El diablo de la botella es un relato sobre la fuerza del amor, pero quizá sea más atinado ver en él un sutil análisis de la lógica del deseo; de cómo, una vez satisfecho, el deseo sólo puede persistir si encuentra un nuevo objeto que anhelar. El diablo de la botella es también es un relato financiero que anticipa la omnipresencia del dinero en el mundo actual y su capacidad de circular ininterrumpidamente traspasando fronteras geográficas y morales, y una fábula crediticia: su asunto es una hipoteca cuya garantía estriba nada menos que en el alma del protagonista. Sin duda, al lector del siglo XXI el punto de partida de la fábula no le resultará ajeno: todo comienza con el deseo de Keawe de poseer una bonita casa y con la oportuna oferta de una ilimitada fuente de financiación. R. L. Stevenson sentía especial predilección por este relato; nosotros, con la que está cayendo, lo consideramos imprescindible.
Hijo de un reputado político y militar, el historiador griego Polibio (c. 209 - c. 127 a. C.) pudo disfrutar de una privilegiada educación y adquirir unas sólidas bases que harían de él uno de los puntales de la historiografía antigua. Es recordado sobre todo por su fundamental y extensa obra Historias. Originalmente dividida en cuarenta volúmenes, que cronológicamente abarcaban el período entre la primera y la tercera guerra púnica, hoy solo se conservan íntegros los primeros libros, aunque también han llegado hasta la actualidad numerosos fragmentos del resto. En las Guerras de Aníbal, Polibio establece un panorama general de la época anterior a la que le tocó vivir y narra los sucesos que se produjeron entre las dos primeras grandes guerras entre romanos y cartaginenses, remontándose para ello hasta el año 265 a. C. Polibio, un precursor de la historiografía moderna, no se limita a narrar unos hechos considerados historia universal, sino que también intenta analizarlos, buscar las causas que originaron esos enfrentamientos en el marco mediterráneo.