En plena crisis de valores, Gabriel María Otalora busca personas cuya vida suponga una guia y referente para cubrir necesidades éticas. El autor bucea en la vida de diversos personajes desde la época grecolatina y rescata aquellos que muestran otros horizontes más allá de esta crisis de valores.
Un libro que recoge los escritos esenciales que descubren el interior de esta mujer: "Nos pone en contacto con el sueño y el proyecto de una mujer de la que se puede decir que la vida religiosa" no es igual a partir de la hermanita Magdeleine.
Una biblia singular porque es el libro que lleva las señales de 40 años de visitas a las cárceles, de acompañamiento psicológico y de vida en todas sus trincheras, bellas o duras, del jesuitas Jose María Férnandez Martos.
Sebastián Gayá (1913-2007) fue una figura decisiva para la renovación de la Iglesia en la convulsa sociedad del siglo xx. Hijo de una familia de emigrantes mallorquines, vivió su infancia y juventud en medio de numerosas penalidades, y forjó su vocación sacerdotal en la España de la Segunda República. Tras la Guerra Civil y la implantación del nacional catolicismo, Gayá comprendió la urgencia de renovar la fe de los seglares, que estaba quedando encallada en una mera costumbre cultural. Con actitud carismática y humilde, Gayá lideró un grupo de laicos y sacerdotes, con los que creó uno de los primeros «nuevos movimientos» nacidos en la Iglesia: los Cursillos de Cristiandad, de los que nacerían con el tiempo otras realidades, como la Renovación Carismática o el Camino Neocatecumental. El hombre de la ilusión no es sólo la biografía de un hombre excepcional, sino también un relato apasionante y entretenido que permite contemplar con otros ojos los numerosos cambios que tuvieron lugar en la sociedad y en la Iglesia del siglo XX.
Un testimonio conmovedor. El autor se entera de que padece un cáncer grave en 2015, una noticia que le ilumina para escribir un diario sincero en el que trata de ayudar al lector a " vivir más auténticamente".
El problema del sentido del dolor y de la enfermedad, al igual que el de la vida misma, bien sea de manera expresa o bien tácitamente, es considerado siempre un problema humano. Que una persona hable de él no es una expresión anormal o patológica, sino normal por tratarse de lo más humano que hay en ella. Los autores de este libro dialogan, o, más exactamente, se comunican su experiencia y reflexionan en torno al tema. Ella, Beatrice, esposa y madre de dos niños, dos años después de haber recorrido el túnel oscuro de un tumor maligno y de llegar vencedora a la luz del otro extremo, lo hace desde esa experiencia. Confía abiertamente al coautor, su amigo Roberto, teólogo, sus vivencias en relación con la enfermedad a lo largo de muchos meses: la soledad inevitable, personal, ante un diagnóstico aterrador, la relación entre la inquietud y la dulzura con la familia, los amigos, la gente, los profesionales de la salud. A lo largo de ocho capítulos caben multitud de temas, entre los que destacan las dudas y las certezas. Los autores aseguran que han querido ofrecer estas páginas como un don para los demás, que han dejado fluir sus pensamientos y reflexiones no para dar soluciones, sino como lectura que ayude a la gente a recuperar el sentido de la vida, a vivir cada nuevo día de forma renovada.
Pedro Arrupe fue un hombre de mirada penetrante y una gran fotogenia. Su mirar fue calificado de tierno e inteligente, porque iba acompañado de una sonrisa que desarmaba al interlocutor y acortaba distancias.
El Camino de Santiago es un itinerario de búsqueda interior sazonado por muchas experiencias que cultivan la parte más bella y espiritual de las personas. Se trata en realidad de una encrucijada de senderos que parten de diversos lugares geográficos de la vieja Europa para buscar, como meta, el confín occidental del continente, el finis terrae, en donde ya no es posible caminar con los pies sobre tierra firme, sino evocar la eternidad perfilada en el horizonte, allí donde mar y cielo se funden en un beso eterno, para retornar luego a la vida propia con renovados bríos, y con el deseo manifiesto de cambiar de vida, para bien.
Recopilaciones de oraciones compuestas por el P. Arrupe. Expresan una honda espiritualidad y su deseo de ser, como Jesús un "hombre para los demás", invitación que tantas veces hizo a quien se dirigia. No son textos para leer sino ayuda para orar.
«Buenafuente se acurruca entre el cerco de montes poblados de sabinas, árboles que llevan oloroso incienso en su madera [...], que lo guardan celosamente, como a perla preciosa». Así comienza este relato sobre el último tramo -cuarenta años o algunos más- del monasterio de Buenafuente del Sistal. Pero, más profundamente, Buenafuente no se explica sino desde la coincidencia de aquellos que han buscado y siguen buscando sinceramente la dimensión espiritual de sus vidas. El inicio de esta historia fue un grito de auxilio a la vez que un ofrecimiento de hospitalidad: «Tenemos soledad, desierto, silencio, oración, pobreza; no os los damos, queremos compartirlos con vosotros». Y como semilla fecunda prendió en el corazón de muchos.
La idea de hacer este libro surgi¢ cuando se public¢ un nuevo ?Martyrologium Romanum?, en el que se incluyeron las memorias no solamente de los santos sino tambin de los beatos, y se hizo una cuidada selecci¢n de todos los que merecen el t¡tulo de tales, teniendo en cuenta como criterio muy b sico su historicidad, seg£n hab¡a determinado el Concilio Vaticano II, incluyendo numerosos santos y beatos que, no teniendo anteriormente memoria en el Martirologio, son venerados en las distintas iglesias diocesanas o comunidades religiosas. Este libro pretende poner al alcance del lector medio una breve semblanza biogr fica, o los datos m s esenciales, de esos santos y beatos cuyos nombres est n registrados en dicho ?Martyrologium Romanum?, en su segunda edici¢n del a¤o 2004. Quien repase el citado ?Martyrologium? puede acudir a este diccionario y buscar cualquier santo o beato registrado en l.