Desde su aparición a finales de los noventa como aspiración yihadista del líder terrorista Abu Musab al Zarqawi, el Estado Islámico se ha transformado en una imponente empresa que trastoca las fronteras de países de Oriente Próximo e impone su brutal marca de la sharía en una extensa superficie geográfica. En El fénix islamista Loretta Napoleoni, especialista en terrorismo de fama internacional, demuestra que a pesar de que los medios occidentales nos dan una imagen devaluada del Estado Islámico, casi como una banda de matones con una racha de victorias, el auténtico planteamiento de la organización es un nuevo modelo de nacionalismo.
Sre?ko Horvat realiza una labor detectivesca con respecto al concepto de terrorismo, y una labor forense con respecto al discurso hegemónico del mismo. Como buen destripador, analiza cómo se representa al terrorismo, pero también cómo se espectraliza, cómo se mistifica, cómo se estetiza y finalmente cómo se lo somete. Y en esa tarea, que combina el análisis de películas de Hollywood con la revisión de textos fundamentales de la filosofía moderna y contemporánea, consigue problematizar algo tan cercano, y por tanto tan opaco, como es el terrorismo. Lo más enigmático, lo que más nos urge a revisar lo que entendemos por terrorismo es observar cómo, tras ese juego de legitimidades, tras esa lucha por definir lo que está bien o está mal, se encuentra otro terreno de disputa que tiene que ver con las claves por las que una realidad se deja o no transformar. Un terreno en el que no solo se juega nuestro acceso a lo imposible, o la dialéctica entre el sucio presente y la utopía, sino algo mucho más inmanente: nuestra propia libertad.
Dejó a su paso más de 30.000 víctimas de acuerdo con las cifras dadas por la Comisión de la Verdad y la Reconciliación, como es el caso de Sendero Luminoso. En palabras de Fernando Harto de Vera, en el prólogo, las imágenes que permanecen en el imaginario colectivo de la actividad de Sendero tienen un tinte de delirio surrealista: perros colgados en las farolas de Lima para denunciar la traición de los dirigentes chinos al legado de Mao, Abimael Guzmán entre rejas vestido con un uniforme de rayas que no existía en las prisiones peruanas , hasta la pareja que acabó con la pesadilla senderista, Fujimori y Montesinos, serían dos personajes más propios de una novela que de la realidad.
La bolsa y la vida es una minuciosa investigación sobre la extorsión y la violencia que ETA ejerció contra empresarios y profesionales, gracias a las cuales logró recursos suficientes para financiar su actividad terrorista. Este libro, fiel a «una ética de la memoria que contribuya a establecer la verdad sobre el pasado, a enfrentarse a las diferentes formas de negación, tergiversación, manipulación, ocultación o impostura ( )» se orienta hacia «una memoria política al servicio de los valores democráticos, una memoria ética al servicio de la convivencia y una memoria profiláctica como barrera o tratamiento intelectual contra la intoxicación del fanatismo». El 20 de octubre de 2011 ETA anunció el cese definitivo de su «actividad armada» tras sesgar muchas vidas, trastornar a las familias de los asesinados, victimizar a decenas de miles de personas y agrietar el tejido moral de la sociedad. Esta obra es una historia de la violencia de ETA contra empresarios y profesionales; violencia de naturaleza finalista pero, sobre todo, de carácter instrumental: conseguir dinero para matar más. Lo que se cuenta en estas páginas son unos hechos objetivos, por qué y cómo sucedieron y qué efectos produjeron sobre la economía y su entorno empresarial. Se analiza el chantaje de ETA como un dilema para los chantajeados, que tenían que «elegir» entre sufrir el mal en su persona o contribuir a que lo sufrieran otros; es decir, comprar su vida pagando con la vida ajena. La financiación de ETA es, pues, la historia de una victimización, pero también de los objetivos buscados con la violencia, de los medios puestos en juego para ejercerla eficazmente, de los resultados obtenidos, de su evolución en el tiempo, de los efectos directos e indirectos sobre la economía y la sociedad. Este estudio del fenómeno de la extorsión resulta por tanto decisivo para reinstaurar el imperio de la verdad. Coordinado por Josu Ugarte, en este libro participan los siguientes autores: Martín Alonso Zarza Pablo Díaz Morlán Florencio Domínguez Iribarren Gaizka Fernández Soldevilla Francisco Javier Merino Pacheco Borja Montaño Sanz José María Ruiz Soroa Doroteo Santos Diego
Nadie elige ser víctima del terrorismo. Algunas veces, el hecho de serlo enseña a vivir de otra manera, despertando la conciencia contra la injusticia y el horror, instando a una lucha que, en principio, no formaba parte de los planes de dicha persona. Éste es el caso de Francisco José Alcaraz, en la actualidad presidente de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT). Dice de él César Vidal en el prólogo de este libro: «Alcaraz no es un político como Rajoy o ZP; no es un periodista bragado y valiente como Federico Jiménez Losantos; no es ni siquiera un escritor de éxito que deba pagar el tributo que en España se rinde obligadamente a la envidia de los mediocres. Tampoco entró en la problemática de la oposición al terrorismo por pasión o vocación. Lo entraron, si se me permite maltratar el verbo, de una de las maneras más terribles en que podía haber sucedido todo: cuando ETA, de manera cobarde, vil y miserable ( ) causó la muerte de varios familiares suyos, incluidas dos niñas que, seguramente, debían de ser peligrosas opresoras del pueblo vasco». Una rebelión cívica es, además de las memorias de un ciudadano de a pie que hoy representa a millones de españoles, un relato de los pasos seguidos por el Gobierno en su negociación con ETA, los secretos de la tregua-trampa y su posterior ruptura, así como el final del Pacto Antiterrorista. Y es también un testimonio directo del fracasado diálogo entre la voz de las víctimas y Rodríguez Zapatero.
«Cuando el fiscal de la Audiencia Nacional, Eduardo Fungairiño, se topa cara a cara por vez primera con José Antonio Urrutikoetxea Bengoetxea, Josu Ternera, en 1996, no puede imaginar que será precisamente este terrorista de mirada negra quien acabará apartándole de la tarea a la que ha dedicado su vida». Así comienza este libro revelador de la periodista y escritora Isabel San Sebastián, en el que se aborda la compleja historia de un fiscal tachado de «incómodo» en algunos sectores que, a pesar de su intensa dedicación a la lucha antiterrorista, ha sido defenestrado por el denominado «proceso de paz» entablado entre el gobierno del presidente Rodríguez Zapatero y los representantes de ETA. Sin olvidar los obstáculos políticos, los enfrentamientos entre asociaciones de fiscales y la actividad de destacadas figuras como el juez Baltasar Garzón o la malograda Carmen Tagle, la autora de Fungairiño: el enemigo de ETA analiza el extraordinario papel desarrollado por la Audiencia Nacional en su lucha contra todo tipo de crimen organizado y, en particular, en el proceso de ilegalización del entorno «legal» de la banda terrorista. De las treguas a la barbarie de Hipercor, de los GAL al atentado del 11-M, por los despachos de la Audiencia han pasado algunos de los más prestigiosos juristas españoles contemporáneos, protagonistas de una labor dura, poco reconocida y, muchas veces, arriesgada y peligrosa.
El País Vasco, una de las regiones más ricas de Europa con tan sólo dos millones de habitantes, es considerado, por los que lo visitan, un pequeño paraíso. Pero tras el clima templado, los hermosos paisajes y su elevado nivel de vida, esconde una terrible realidad: desde hace treinta años, más de doscientos mil de sus ciudadanos han tenido que exiliarse para salvar su vida, escapar de la extorsión, del aislamiento social o de las imposiciones nacionalistas. Iñaki Arteta y Alfonso Galletero presentaron el testimonio de más de treinta víctimas del nacionalismo en el documental El infierno vasco. Film premiado con la medalla del Círculo de Escritores y Críticos cinematográficos como mejor documental de 2008. Este libro recoge los testimonios que aparecen en el documental más otros que fueron grabados para él pero se excluyeron del montaje final de este trabajo de investigación, que radiografía a una sociedad que no se atreve a mirarse por dentro.
Organizaciones como Batasuna, Segi, EKIN, Askatasuna, Egunkaria, Egin, XAKI, Udalbiltza Kursaal y otras muchas han hecho imposible descabezar la serpiente de ETA, manteni?ndose impunes durante a?os ante la ley. Sin embargo, desde el a?o 1998 la acci?n conjunta de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, la ofensiva judicial y el trabajo de algunos fiscales y de la asociaci?n Dignidad y Justicia, est? propiciando el fin definitivo de estas organizaciones del entorno y coraz?n del terrorismo vasco, el fin de la Trama Civil de ETA. Esta obra describe las entra?as de estos colectivos, su vinculaci?n con ETA y la vital importancia de desenmara?ar sus redes y encausar a los responsables del complejo entramado que mantiene viva a la familia del crimen organizado de la Izquierda Abertzale.
Este libro narra la historia de los infiltrados en la organización terrorista ETA a través de dos ejes principales: la historia de la mujer policía infiltrada en el comando Donosti y las escuchas del CESID en la sede de Herri Batasuna en Vitoria. Cabezas también analiza por qué durante las primera horas posteriores a los atentados del 11-M los servicios policiales pensaron que era obra de ETA y como se fue imponiendo la tesis del terrorismo islámico. A partir de ahí, el autor nos revela las redes de confidentes que las fuerzas de seguridad habían creado dentro de los propios grupos islámicos. Veremos como se forma un infiltrado, desde la captación, formación y control hasta las operaciones finales y cómo afecta en el infiltrado la doble vida que se ve obligado a llevar. La lucha secreta y sofisticada que han llevado a cabo estas personas está en la base del progresivo debilitamiento de ETA, y puede ser un elemento fundamental para el nuevo frente de lucha que ha abierto el terrorismo islámico en España.
La red yihadista internacional que forman los grupos terroristas islamistas radicales no se limita a Al Qaeda y ha cometido el doble de atentados en los tres años posteriores al 11 de septiembre de 2001 que en los tres años anteriores a esa fecha. En Cómo
El 19 de febrero de 1992, Iñaki Rekarte empezó a caminar deprisa en dirección contraria al coche bomba que había aparcado minutos antes en el barrio de La Albericia de Santander. Segundos más tarde vio pasar a su objetivo, una furgoneta de la policía, buscó en el bolsillo el mando a distancia, levantó el brazo y apretó el botón con todas sus fuerzas. La explosión absorbió durante unos instantes todo el oxígeno de la calle; luego lo soltó de golpe. Tres personas murieron: un matrimonio de unos cuarenta años y un hombre de menos de treinta. Una veintena de transeúntes, entre ellos dos policías, resultaron heridos. Fue el primer atentado, y el último, del recién formado comando Santander de ETA. Pocas semanas después, Iñaki Rekarte fue detenido y encarcelado, y, en 1998, juzgado y condenado a 203 años de cárcel. Lo que vino a continuación fueron dos décadas de prisión, odio, aislamiento, consignas y, más tarde, poco a poco, de crecimiento y evolución personal. De la sed de aventuras de los diecinueve años, los que tenía en la época en la que entró a formar parte de ETA, pasó a la radicalización ideológica en la cárcel, donde la fidelidad acrítica al grupo lo era todo, y de ahí al desencanto, la desvinculación y la salida, previo paso por el centro penitenciario de Nanclares. Pero esta es también, y pese a todo, una historia de amor. La de Iñaki Rekarte con Mónica, una trabajadora social de la prisión gaditana de máxima seguridad Puerto I, donde estuvo recluido trece años, a través de la cual descubrió un mundo y una sociedad, desconocidos para él, que hasta entonces solo identificaba como el enemigo.
Durante meses las alarmas habían estado funcionando sin que nadie prestara atención. Gobierno, oposición y cuerpos de seguridad disponían de información dispersa, pero nadie fue capaz de encontrar la clave que pusiera en contacto todos los datos. ¿Habría sido posible para evitar los atentados del 11-M? El peor ataque terrorista de la historia de España suscita incontables preguntas, muchas de las cuales tal vez nunca tengan respuesta: ¿fue Bin Laden quien ordenó la matanza o actuaron los terroristas por su cuenta? ¿Es cierta la tesis -nunca abandonada- de la colaboración entre ETA y Al-Qaeda? El resultado de las elecciones legislativas celebradas tres días después de los atentados, con el inesperado cambio de gobierno y la inmediata reorientación de la política exterior española, abre la puerta a la tesis de Casimiro García-Abadillo sobre una enigmática «venganza» que pudo tener muchos beneficiarios: ¿fue una ETA contra las cuerdas la que facilitó la acción de los fundamentalistas? ¿Buscaba Marruecos un nuevo Ejecutivo en España para fortalecer su posición en el Sáhara Occidental? ¿Sabía el Partido Socialista que un atentado con la firma de Al-Qaeda les proporcionaría la victoria en las urnas? El autor responde a estas y otras preguntas ofreciendo una narración detallada de los hechos con abundante documentación gráfica y textual- inédita hasta el momento: la compleja trama del terrorismo fundamentalista, que hasta el 11-M utilizó España como base privilegiada; el desarrollo pormenorizado de la investigación policial a partir de pistas mínimas; la valerosa actuación del Tedax «Pedro» al desactivar la bomba que no hizo explosión; las misteriosas cartas recibidas en la redacción de El Mundo, en las que se anticipaba la tesis de la «venganza mora». 11-M. La venganza es una descripción pormenorizada y objetiva de un fenómeno tratado hasta ahora de manera incompleta, pasional o partidista, en un momento histórico en el que predomina un escenario de profunda crispación: el enfrentamiento sordo entre las fuerzas políticas españolas, la incertidumbre sobre el giro en política exterior aplicado por el Gobierno del PSOE, sin olvidar el incesante tira y afloja con Marruecos. ¿A quién benefició el 11-M? ACOGIDA DEL LIBRO "Después de los bienintencionados libros instantáneos de antes del verano, «11-M. La Venganza» no sólo es el primer relato rigurosamente articulado de los hechos, con pasajes tan emotivos y brillantes como la reconstrucción de cómo el «Operador Número Uno» desactivó la mochila-bomba de Vallecas. Estamos también ante una investigación minuciosa con múltiples aportaciones, a veces sustantivas, a veces en el elocuente plano del detalle, que desde luego para el hombre de la calle, probablemente para la mayoría de los parlamentarios y tal vez incluso para el propio juez, van a resultar reveladoras". Pedro J. Ramírez, "El Mundo". "He leído de un tirón el libro de Casimiro García-Abadillo. Lo primero que quiero decir es que está divinamente escrito. Lo segundo, es que ha abierto una vía de investigación clave y, además, ha profundizado en ella". Luis María Anson, "La Razón". "Hay una nueva versión de El hombre que mató a Liberty Valance.Creíamos que Zapatero, el idealista, era el héroe que acabó con el forajido. Pero ya hay quien sospecha que el tiroteo fue en realidad un golpe de Estado de laboratorio, en el sangriento western. Entre papeles y cardos revolados, actuó, según La Venganza de Casimiro García-Abadillo, un Wayne con chilaba que no le dejó a Aznar un pelo en el bigote". Raúl del Pozo, "El Mundo". "García-Abadillo extiende la información sobre los acontecimientos que se produjeron durante aquellos tres días a las profundas consecuencias que ha traído para España ese cambio de gobierno y aporta un apéndice documental de extraordinario interés para la comprensión de aquellos duros momentos. Un testimonio, en definitiva, que no puede dejar de ser tenido en cuenta por quienes piensan que sigue en pie la pregunta que se escuchó aquellos días por muchos rincones de España: ¿Quién ha sido?". Octavio Ruiz-Manjón, "El Cultural". "Me llama la atención porque en su libro no se encuentra un solo epíteto, un exabrupto, una descalificación generalizada de nadie, siendo tan fácil desmayarse en ese agujero, y toma la pluma como un forense, buscando las causas ciertas de la mortalidad". Martín Prieto, "El Mundo". "Un buen trabajo de investigación, con fuentes, con datos, con referencias a algunas de las fuentes... con verdad". Fernando Rayón, "Gaceta de los Negocios".