Aunque el tema central esté enfocado en el periodo de los 70 y una parte de los 80, el autor no olvida situar al lector en el entorno histórico, político y social que precedió ese momento histórico. Tras una visión general, se narra el nacimiento, la evolución ideológica, la estrategia armada y el declive del principal grupo terrorista italiano: las Brigadas Rojas. Se pasa revista a su brutalidad, se detalla la vida de los principales terroristas, se analiza la reacción del Estado italiano y se acaba examinando la situación actual y el peligro de que algún tipo de violencia sectaria vuelva a aparecer en este país. Todo esto se lleva a cabo sin juzgar los hechos históricos sino interpretándolos, aplicando de manera imparcial y científica una abundante bibliografía, y un considerable volumen de documentos originales fruto de un meticuloso trabajo. Característica a destacar de este libro es también su ágil estilo de prosa que favorece su lectura y que atrapa al lector.
Crónica de la desmemoria sobre el terrorismo de ETA, el libro registra más de cien lugares del País Vasco en donde ETA cometió atentados mortales. Willy Uribe los fotografió en el aniversario de los asesinatos, a la misma hora y lugar donde se cometieron. "Retratando la ausencia, Uribe nos grita que ahí se cometió un crimen" (Patxi López, Lehendakari)
Una historia donde la realidad supera la ficción; una historia verdadera y humana; una historia conmovedora y escrita desde el corazón; una historia que no dejará indiferente a nadie. Esto y mucho más es Mi hijo era de ETA, el estremecedor relato de un padre que descubre que su hijo pertenece a la banda terrorista que intentó asesinarle en varias ocasiones y que destruyó a su propia familia. El autor, gobernador civil de Guipúzcoa durante los años más duros de ETA, escribelas contradicciones entre el amor hacia su hijo y su deber en la lucha contra el terrorismo.
En estas páginas el lector observará la tensión del político cuando tiene que responder a un atentado, la incertidumbre y el trauma de los periodistas que lo cubren y el escepticismo de los ciudadanos que asisten como espectadores. De aquí la estructura del libro que consta de 3 bloques: el primero dedicado a la comunicación de lo gobiernos y partidos sobre el terrorismo, el segundo centrado en los medios de comunicación y el tercero enfocado en el análisis del impacto de la información sobre el terrorsimo en la opinión pública.
La convulsa primavera del 36, la que alumbra la guerra civil, contituye uno de los capítulos más controvertidos de la España del siglo xx. Hay, pues, numerosas y contradictorias visiones, pero Alfredo Semprún no ha escrito una historia más al uso. Como periodista antes que todo, vuelve los ojos a los hechos primitivos, a los escritos y noticias de entonces y, en suma, se mete en la piel de un reportero para dar su visión personal, su propio gran reportaje, de los acontecimientos que, con el asesinato de Calvo Sotelo como epicentro, precipitaron la ruptura de las dos Espñas y una guerra atroz. ¿Pudo evitarse? La Policía de la época había resuelto el asesinato del líder más caracterizado de la oposición monárquica en menos de doce horas. Pero enfrentado a la tremenda realidad, el Gobierno de la República ocultó deliberadamente los resultados de la investigación. El crimen, cometido por un grupo parapolicíaco vinculado al Partido Socialista, aceleró la cristalización de una «unión por la base» de las derechas españolas, transformando lo que iba a ser un golpe militar clásico en un movimiento de reacción social. Media España prescindió entonces de sus dirigentes naturales y de muchas de sus convicciones ideológicas para preservar cinco principios: orden público, propiedad individual, libertad de enseñanza, libertad religiosa y unidad de la Patria. Sin esta premisa, no es posible comprender ni la guerra civil, ni los cuarenta años de dictadura del general Franco.
¿Se pudo evitar el brutal atentado del 11-M? ¿Pecó el Gobierno de imprevisión ante el terrorismo islamista? ¿Trató de manipular el Ejecutivo, y en particular el ministro Acebes, a la opinión pública? ¿Cómo y por quién se gestó la acusación de la gran mentira de Estado? ¿Tenían los islamistas conexión con la organización terrorista ETA? ¿Por qué no se han querido investigar los grandes «agujeros negros» descubiertos gracias a la labor de ciertos medios de comunicación? Jaime Ignacio del Burgo, uno de los portavoces del Grupo Popular en la Comisión del Congreso de los Diputados, analiza las claves del atentado y nos relata los difíciles momentos vividos a lo largo de los meses de la investigación parlamentaria. Afirma el autor que en los archivos de la Comisión y en los "Diarios de Sesiones" del Congreso hay base probatoria más que sobrada para concluir que el Gobierno del Partido Popular dijo en todo momento la verdad. «No tengo la menor duda de que, ante un jurado imparcial e independiente, hubiéramos obtenido un veredicto de inocencia». Y se pregunta por qué no quiso la Comisión investigar ni la trama asturiana, ni el funcionamiento de las Administraciones Públicas y del poder judicial antes y después de la masacre, ni la conexión de ETA, ni si fue casual o intencionada la elección del 11 de marzo, ni si el objetivo era cambiar el rumbo de nuestro país tanto en la política internacional como en la interior... «Este libro se ha escrito, entre otras cosas, para informar por qué fue una infamia cerrar la Comisión encargada de la investigación de la infamia. He utilizado un método peculiar consistente en plantearme a mí mismo las preguntas que creo que podría hacerse cualquier ciudadano; las que la gente de la calle nos ha hecho mientras estuvo viva la Comisión. Mi conclusión es que la Comisión de Investigación ni pudo ni quiso encontrar la respuesta a la mayoría de los interrogantes». El levantamiento del secreto sumarial ha constituido para muchos una amarga decepción. En estas páginas se hace la crónica de un momentáneo fracaso, porque son muchas, demasiadas, las preguntas sin respuesta y nadie podrá acallar la demanda de conocer la verdad. ACOGIDA DEL LIBRO "En conjunto, nadie que esté interesado en el tema del 11-M puede dejar de hacerse con este libro. Aquellos que no hayan seguido las investigaciones muy de cerca podrán comprender, aquí, el punto en que actualmente nos encontramos y cuáles son los principales interrogantes que se abren ante nosotros. Por su parte, todas las personas que hayan estado al tanto de las noticias que se iban publicando sobre la masacre encontrarán en esta obra un texto imprescindible, de referencia, al que poder acudir a la hora de documentar un dato, recordar un cierto detalle o completar algún aspecto del relato de los hechos. En resumen, una obra imprescindible de una autoridad en la materia". Luis del Pino, "Libertad Digital".
Este libro trata de dominar el discurso, de hacerse con la palabra para fijar la historia, de no olvidar la realidad que fue y sigue siendo, y de no ceder el micrófono precisamente a ETA y su mundo, que asesinaron, extorsionaron, aterrorizaron y expulsaron a sus propios convecinos. Quien narra el pasado controla el futuro.
La muerte por envenamiento en noviembre de 2006 del ex agente de los servicios secretos rusos Aleksandr Litvinenko sacudió a la opinión pública mundial e instaló una creciente sospecha de que los mismos servicios secretos pudieran estar detrás no sólo de su muerte sino de todos los terribles hechos que en vida había denunciado. La publicación en 2003 de Rusia dinamitada, co-escrito con el historiador Yuri Felshtinski, fue algo más que un ajuste de cuentas con los cuerpos de seguridad para los que Litvinenko había trabajado y que ahora le perseguían: destapó una intrincada trama de relaciones criminales e intereses corruptos dirigida a minar la carrera política de Borís Yeltsin y a preparar el ascenso a la presidencia de Vladímir Putin. A través de la investigación de los atentados contra edificios de viviendas cometidos en distintas ciudades de Rusia en septiembre de 1999, en los que murieron cientos de personas, el libro acusa directamente a los servicios secretos de su autoría, como un medio de precipitar la Segunda Guerra de Chechenia y sumergir al país en una ola de nacionalismo y patriotería. Intrépida y escalofriante, esta denuncia sobre el terrorismo de Estado en la nueva Rusia constituye uno de los documentos históricos más comprometidos de nuestra época.
La lista de mártires en Gaza es interminable y cuenta con nombres de todas las facciones palestinas. Las Brigadas Ezzeldin Al-Qassamy las Brigadas Al-Quds, brazos armados de Hamás y de Yihad Islámica, son ahora los estandartes de una resistencia armada que, con el paso de los años, ha pasado de ser cosa de formaciones laicas, nacionalistas y socialistas a convertirse en un movimiento puramente islámico. Los milicianos luchan ahora por Alá y aspiran a la liberación de Palestina para vivir bajo la sharia (ley islámica).Miles de jóvenes gazatíes forman estas milicias que se enfrentan a uno de los ejércitos mejor equipados del mundo y que cuenta con todo el respaldo militar y diplomático de Estados Unidos:las Fuerzas de Defensa de Israel.Desde que entran en una brigada, saben que pueden convertirse en mártires. Entre 2008 y 2014, Gaza ha sufrido las ofensivas Plomo Fundido, Pilar Defensivo y Margen Protector, en las que han muerto más de 3.000 personas, la mayoría civiles. Los milicianos que defienden la Franjade Gaza son conscientes de su inferioridad, y en estas páginas explican cómo resisten a base de cohetes, túneles y «proteccióndivina». Israel, Hamás y Yihad Islámica libran una guerra con algunos paréntesis de alto el fuego en los que aprovechan para tomar aire de cara al próximo asalto.
El asesinato del antiguo miembro de la Inteligencia rusa Alexánder «Sasha» Litvinenko en Noviembre de 2006 ―envenenado con polonio, un raro elemento radiactivo― causó un gran impacto internacional. Al cabo de pocas semanas, el ex espía, de sólo cuarenta y tres años y en buena forma, yacía demacrado, calvo y moribundo en una cama de hospital, víctima de una «bomba nuclear en miniatura». La sospecha recaía en el FSB ruso, sucesor del KGB, y el régimen de Putin. Pero ¿qué pasó en realidad? ¿Qué sabía Litvinenko? ¿Por qué lo mataron? d1 Marina Litvinenko, su viuda, y Alex Goldfarb, su portavoz y amigo íntimo, son quienes mejor conocían al auténtico Alexánder Litvinenko y todo lo que rodeó su asesinato. Su fascinante relato arroja luz no sólo sobre estos extraños y perturbadores sucesos, sino también sobre un conflicto político más propio de la Guerra Fría que de la actualidad.