Sin duda, el terror se hace más amenazante cuando el monstruo, el mal demoníaco o los sucesos paranormales abandonan sus moradas habituales y se refugian en el hogar. La casa encantada ha sido un motivo presente en el cine fantástico y de terror desde los inicios como representación de lo que más tememos, convertir el espacio íntimo y seguro en un infierno. Este libro propone un recorrido por las casas encantadas en el cine desde los primeros cortometrajes mudos hasta los últimos éxitos del nuevo terror, como Expediente Warren o Verónica, pasando por oscuros castillos, mansiones misteriosas, casas fantasmales y pisos siniestros.
Siempre que hay mediación tecnológica solo existe, en términos de relato audiovisual, la parte de realidad que puede ser captada con los medios disponibles. La técnica determina también qué entendemos por realidad y qué realidad puede ser documentada y mostrada. La realidad es muda o bien habla demasiado, pero no sobre lo verdaderamente relevante. Hay que sacarle las palabras a la fuerza. No nos referimos solo a plantear las preguntas adecuadas a las personas adecuadas, que normalmente no tienen el más mínimo interés en desvelar información sensible. A la realidad se le hace hablar también mediante la edición y la narración, por no referirnos a la propia lógica de un dispositivo tecnológico culturalmente condicionado. A este ensamblaje de fragmentos lo denominaba Abraham Moles " creatividad " . Por eso el escocés John Grierson, uno de los primeros y más influyentes documentalistas de la historia del cine, definía el documental como el tratamiento creativo de la realidad.
"Adiós al cine, bienvenida la cinefilia. La cultura cinematográfica en transición" reúne más de cincuenta textos escritos a lo largo de cuarenta años del reconocido crítico de cine Jonathan Rosenbaum en los que demuestra la pasión con la que se ve pelícu
El Noticiario Cinematográfico Español, popularmente conocido como NO-DO, vio las pantallas cinematográficas por vez primera en enero de 1943. Creado como instrumento audiovisual del nuevo Estado, gozó durante décadas del privilegio de su exclusividad y su proyección fue obligatoria en todos los cines de España. A pesar de los numerosos cambios que experimentó la sociedad española, el Noticiario permanece hasta bien entrada la democracia, en 1981. Pero NO-DO no fue sólo un instrumento de propaganda política. Su condición de noticiario cinematográfico hace de él un dispositivo informativo, bien que sesgado, de entretenimiento y de variedades que acompañaba puntualmente los programas de las salas de proyección. A través del conjunto de su producción (Noticiario, revista semanal titulada " Imágenes " y documentales), NO-DO constituye el arsenal audiovisual más importante, y hasta la fecha inexplorado, para documentar la vida del franquismo, al menos hasta la llegada de la televisión, con la que comparte protagonismo desde finales de los años cincuenta.
Reunimos en este volumen algunos de los más notables ?e inéditos? escritos de Isidoro Valcárcel Medina, muchos de ellos concebidos como intervenciones públicas. Las reflexiones que contienen arrastran un caudal de ideas ?ni manoseadas ni automáticas? que son un estímulo mayor para el pensamiento, que excede los límites del arte. Si bien Valcárcel Medina está considerado como uno de los artistas conceptuales más importantes de nuestro tiempo, quien se acerque a estos textos encontrará en ellos el fruto de un pensador que desmenuza pacientemente cada una de las cuestiones que aborda. En este libro, que ha de degustarse con pausa ?no valen aquí las prisas? se incluyen los siguientes ensayos: «Espíritu de aprendiz», «El arte económico», «Estado de sitio», «Primores de la disidencia», «La ciudad nonata», «Indicios racionales de irracionalidad» y «El seguro azar».
Lo que lleva al espectador al cine es la posibilidad de viajar a un mundo distinto salpicado de historias, surcado por estrellas, pleno de acción. John Berger añade que la pantalla nos ofrece la posibilidad de remontar el tiempo, ir al encuentro del pasado, restituir la vida. Además de ilustrarnos sobre la época del rodaje de la película. Se ha subrayado que la realidad está formada por el cine y la televisión, por la exposición continua a la ficción. Artes y artistas pueden ser examinados desde muchos puntos de vista, también por los cineastas, por Buñuel, Freda, Tarkovski, Vasilyev o Zeffirelli, en el caso de Bizancio. Con su ayuda, la exploración de la nueva Roma y su herencia es mucho más honda, más rica, proyecta una mirada actual. Es el objetivo de este ensayo, el primero de los film studies dedicados al imperio de Constantinopla.
Hablar de valores es interesarse por la relación del sujeto con el mundo: el mundo objetivo (los objetos materiales), el mundo social (el otro, la realidad humana) y el mundo subjetivo e inmaterial (la conciencia: el cómo percibo el universo de valores en el que vivo). Indica nuevos " modos de sentir " , con su reverso, lo que he llamado el " sin sentir " . El cine actual exacerba estas mutaciones porque da cabida a todos los imaginarios, abre la puerta a los deseos, hasta a veces los más inconfesables, es a menudo un instrumento de cuestionamiento y refleja una profunda crisis de valores: el " presentismo " (el volcarse en el inmediato presente), el miedo al futuro que se traduce en visiones postapocalípticas, el redescubrimiento del cuerpo y su exploración extrema, los cambios en lo que respecta a la pareja, el " neo-existencialismo " que se manifiesta mediante estados de supervivencia, resistencia pasiva, crisis de los treinta, la revisión de valores y mitos colectivos que sirvieron de cimiento del sueño americano, la asunción del horror como parte de la realidad humana y nuevo territorio identitario, los juegos con la verdad (lo que fundamenta los valores). Esta crisis refleja una " volatilización " de los valores (que sean más cuestionables, relativos y mutables), en especial dentro de lo que he llamado el cine posmoderno, que surge en las dos últimas décadas: un cine más allá del " buen decir " (lo políticamente correcto) y del " bien mostrar " (lo estéticamente correcto).