El volumen de Julio Diamante que tenemos entre manos puede verse como una especie de retorno al pasado de un cineasta, como un viaje a sus motivaciones creativas mediante la exploración retrospectiva de la escritura (entendida esta noción en un sentido amplio) que forma la base de una buena parte de su cine. Y ha vuelto sobre su obra cinematográfica para hacerse algunas preguntas que tienen que ver tanto con el humus sobre el que creció su cine ( " la teoría " ) como con las elaboraciones que pueden arrojar luz sobre el trayecto (en buena medida situado en una " caja negra " de difícil acceso) que lleva desde la " idea al film " , transitando a través de ese objeto de difícil aprehensión que es el guión cinematográfico y sus múltiples declinaciones ( " la práctica " ). A través de los ejemplos que el volumen propone (y que permiten observar la coexistencia pacífica de guiones literarios, guiones técnicos, tratamientos y escaletas), el lector podrá hacerse cargo de la manera en que un cineasta singular manipula sus materiales creativos hasta darles una forma definitiva.
El cine ha puesto en tela de juicio muchas de las convicciones en las que se asentaba la Estética clásica con un haz de incómodos interrogantes. Este libro describe brevemente y con vocación didáctica las principales líneas de fuerza que atraviesan esta prolija discusión. En él se abordan desde una perspectiva histórica, temas que van de la ilusionaría y persuasiva realidad de la imagen cinematográfica hasta las inopinada consecuencias de unas nuevas formas de representación que han modificado radicalmente el devenir del resto de las artes. Haciendo particular hincapié en el punto de vista del espectador, se ofrece el testimonio de los prieros periodistas que asistieron a la célebre sesión presentada por los hermanos Lumiére en 1895, la aportación teórica de los artistas de la vanguardia de entreguerras, el resumen de las más sagaces investigaciones sobre estética cinematográfica y las claves de los recientes trabajos semióticos, psicoanalíticos o de inspiración feminista.
¿Cuál es el gusto, si es que existe, de este tiempo nuestro, tan confuso, frangmentado, indescifrable? Omar Calabrese cree haberlo hallado y propone para él la denominación de " neobarroco " . Lo define como la búsqueda de formas en la que se produce una pérdida de la integridad, de la globalidad, de la sistematización ordenada, a cambio de la inestabilidad, la polidimensionalidad, la mudabilidad. Con el presente estudio Omar Calabrese pretende buscar las huellas de la existencia de ese " gusto " en los objetos más dispares, desde la ciencia hasta las comunicaciones de masa, desde el arte hasta los comportamientos cotidianos.
Publicación que edita la Filmoteca Española como homenaje al crítico e historiador de cine José Francisco Aranda, figura indiscutible dentro de la cinematografía española del siglo XX.
La historia de las relaciones entre la literatura y el cine ha sido hasta hoy tan compleja y variada como conflictiva. Pocas formas artísticas han establecido entre sí tantos contactos, intercambios y préstamos, viviendo al mismo tiempo en un clima de malentendidos y mutuos prejuicios. Tras la lectura de esta monografía el lector será mucho más cauteloso a la hora de establecer cualquier comparación entre la literatura y el cine y sabrá mucho más de la constitución interna, del lenguaje propio que hay detrás de una y otro. Perderá algo de inocencia y ganará en profundidad de la mirada y en captación del texto. Carmen Peña-Ardid ha escrito con pasión y prudencia, alianza tan indispensable como la de rigor científico y gusto indeclinable por lo que uno hace.
La obra de arte siempre ha sido reproducible. Los antiguos griegos ya sabían fabricar en serie esculturas de bronce o terracota y monedas. El invento de la xilografía hizo posible la reproducción mecánica del dibujo y el de la imprenta hizo lo propio con
Este ensayo es una defensa vehemente del cine en cuanto lenguaje autónomo, incluso cuando se ve influido por una obra literaria preexistente. Cine y literatura comparten un tronco común, el relato, y traducen el mismo deseo de contar historias. Ser literario no consiste en basarse en una novela o texto anterior, sino en querer contar una historia al completo.
Este libro incluye artículos de los especialistas en cine Ángel Luis hueso y Gloria Camarero, junto con las aportaciones de Luz Neira, Vanessa de Cruz y Beatriz de la Heras, investigadoras de la Edad Antigua, Moderna y Contemporánea, respectivamente. La obra indaga en las representaciones que el cine ha creado de vidas pasadas, anónimas o públicas, individuales o de sujetos colectivos, para poder analizar cómo los diferentes periodos históricos se han visto reflejados.
En «Rafael Azcona: hablar el guión» se busca una aproximación diversa y abierta a la trayectoria creativa de Rafael Azcona (Logroño, 1926), la cual, a través de la escritura de guiones, pero también de novelas, relatos y poemas, abarca más de medio siglo de la vida de la sociedad española y de la europea en general. Pretende, al mismo tiempo, explicar a este escritor empleado en el cine como un circuito de temas, personajes e ideas y como una invitación permanentemente activada a hablar el guión, lo que ha venido constituyendo el motor de su trabajo: el método locutorio y participativo que ha hecho de su colaboración profesional con realizadores como Ferreri, García Berlanga, Saura, Fernán-Gómez, Olea, Cuerda, Masó, Lombardero, García Sánchez, Gutiérrez Aragón o los hermanos Trueba entre otros una conversación animada, amena y crítica sobre las paradojas y fulgores del vivir.
Esta colección de textos de Francisco Ayala sobre cinematografía publicados entre 1929 y 1995 recoge la reflexión de un amante del cine que se acerca a él con la reverencia de un espectador apasionado. Es el testimonio de las reacciones que ha experimentado ante las cambiantes fases del cine un hombre consagrado al cultivo de las letras durante una prolongada carrera de intelectual. Sus páginas reflejan el paso del tiempo, cómo han variado los temas, los enfoques, el modo de tratamiento y el tono, juvenil en la primera parte y de madurez en el resto.