Més enllà del simple gaudi de la literatura, ja des de l'antiguitat, s'ha escrutat el text per dilucidar-ne els misteris i els significats. Aquest llibre exposa els fonaments i els principals moviments i troballes d'aquesta disciplina acadèmica coneguda des del segle XX com a teoria literària.
En La singularidad de la literatura, Derek Attridge uno de los críticos y teóricos más relevantes en la escena literaria contemporánea busca la especificidad del discurso literario, aquello que convierte a la literatura en literatura, a la vez que le otorga a la actividad literaria una dimensión ética fundamental. La singularidad de la literatura no es un libro convencional de crítica literaria. Escrito en un lenguaje claro y accesible, cualquier lector y amante de la literatura disfrutará del testimonio de Attridge al explicar cómo se genera el particular e intenso placer que experimentamos cuando leemos una novela o recitamos un poema. Los lectores más especializados e interesados en cuestiones teóricas encontrarán, además, importantes reflexiones sobre el origen de la obra literaria, la relación entre forma, significado y contexto, la concepción de la obra literaria como acontecimiento, o la responsabilidad del escritor y el crítico literario hacia una otredad que cuestiona y transforma los modelos culturales imperantes.
La tentación de la alegoría ¿no es tan grande como el amor por la literatura? Bien mirado, ¿no es en la alegoría y sus transformaciones donde la literatura se sustenta? La lectura alegórica, por otra parte, se apropia de un texto antiguo para hacerlo contemporáneo y darle un sentido moderno. Cuando entramos en este campo, así como en el del espíritu y la figuración, se abren de par en par las puertas de la hermenéutica: el texto no diría lo que quiere decir, sino que quiere decir precisamente lo que no dice. Antoine Compagnon nos propone en este ensayo dos apasionantes recorridos: el de nuestra lectura alegórica de Los ensayos de Montaigne, y el de la lectura y escritura alegóricas en Los ensayos de Montaigne, en la que esta tradición parece disolverse. ¿Puede, sin embargo, desaparecer por completo?
El presente ensayo tiene el propósito de contribuir a la des-estandarización (más bien por normalización posmoderna que por regreso a la tradicional filología cervantina) de esa lectura del Quijote que, siendo universalmente estereotipada, como lo es la quijotista, no sería posible decir de ella que hubiera podido ser alentada, ni tan siquiera mínimamente sino todo lo contrario, por su autor.
Realidad, Literatura y Conocimiento se dispone en dos partes, la primera estudia las modalizaciones que la austeridad castellana imprime en las novelas cortas cervantinas (Ejemplares e intercaladas) sobre el modelo de las novelle italianas; la segunda analiza algunos episodios que en El Quijote plantean problemas en relación con las ideas epistemológicas del Humanismo. La obra literaria inspira sus formas y motivos temáticos en la experiencia del autor, bien sobre la realidad (mimesis de la Naturaleza), bien sobre obras literarias anteriores (mimesis de los textos), y las presenta con modalizaciones, que le confieren originalidad, fuerza, estilo, encuadre cultural de una época, etc. Las novelle italianas, traducidas al español, eliminan, por imperativo de la censura, de las buenas costumbres o de la sensibilidad castellana, aquellos pasajes más escabrosos que podían sorprender a los lectores españoles. Las novelas cortas cervantinas que siguen el modelo italiano, en cuanto a extensión, temática, enfoque, etc. son ejemplares desde la perspectiva de la austeridad y compostura castellanas. La segunda parte de la obra analiza cómo la teoría epistemológica subyacente en El Quijote se configura en los principios y argumentos humanistas, que han sustituido el esquema de conocimiento basado en la prueba irrebatible del magister dixit; el contraste entre diferentes argumentaciones humanas puede llevar a la verdad o quedar en punto muerto. Los episodios de Sansón Carrasco, del Caballero del Verde Gabán, el encantamiento de Dulcinea, y muchos otros, muestran cómo los personajes se van conociendo entre sí o conociendo la realidad, sin alcanzar certezas, a través de la experiencia, la información, el discurso, la reflexión, la lógica Cervantes comprueba la inseguridad del saber humano sometido a sus propias limitaciones y verifica cómo don Quijote no puede encontrar seguridad en su experiencia ante Sanson-el Caballero de los Espejos, ni puede conocer sin dudas el modo de ser de don Diego de Miranda. Parece que la realidad, captada por el hombre y transformada en literatura, no es un camino de certezas. La realidad, la literatura y la argumentación pasan al texto cervantino solamente mediante el filtro del conocimiento Humanista.
Quinto volumen de la compilación de la correspondencia del autor de Rayuela. Unas cartas que pueden leerse como diario personal, autobiografía o cuaderno de bitácora de sus libros. «Odio las cartas literarias, cuidadosamente preparadas, copiadas y vueltas a copiar; yo me siento a la máquina y dejo correr el vasto río de los pensamientos y los afectos», escribió Julio Cortázar en 1942: una declaración de principios que mantuvo siempre. Con curiosidad permanente, Cortázar da cuenta de todos los aspectos de su actividad como escritor, de sus desvelos políticos y sus vaivenes personales, hace el balance del día, opina sobre lo que lee, lo que escucha y lo que ve, relata sus andanzas como traductor, como militante revolucionario o como defensor de los derechos humanos. Nada queda afuera: la Argentina de provincias, Buenos Aires, París, Cuba, Nicaragua, el boom de la literatura latinoamericana, la amistad, el amor, la muerte. El autor no cesa de asombrarnos con su humor, su lucidez y una inusual coherencia entre vida y obra. Organizada en cinco volúmenes que abarcan un período comprendido entre 1937 y 1984, la presente edición de la correspondencia cortazariana presenta más de mil cartas inéditas, recupera los fragmentos suprimidos en ediciones anteriores e incluye índices de obras del autor y de personas citadas. Una colección que parece estar escribiendo ahora, a nuestro lado «un hombre que jamás se aburrió un solo segundo a lo largo de toda su vida».
Cuarto volumen de la compilación de la correspondencia del autor de Rayuela. Unas cartas que pueden leerse como diario personal, autobiografía o cuaderno de bitácora de sus libros. «Odio las cartas literarias, cuidadosamente preparadas, copiadas y vueltas a copiar; yo me siento a la máquina y dejo correr el vasto río de los pensamientos y los afectos», escribió Julio Cortázar en 1942: una declaración de principios que mantuvo siempre. Con curiosidad permanente, Cortázar da cuenta de todos los aspectos de su actividad como escritor, de sus desvelos políticos y sus vaivenes personales, hace el balance del día, opina sobre lo que lee, lo que escucha y lo que ve, relata sus andanzas como traductor, como militante revolucionario o como defensor de los derechos humanos. Nada queda afuera: la Argentina de provincias, Buenos Aires, París, Cuba, Nicaragua, el boom de la literatura latinoamericana, la amistad, el amor, la muerte. El autor no cesa de asombrarnos con su humor, su lucidez y una inusual coherencia entre vida y obra. Organizada en cinco volúmenes que abarcan un período comprendido entre 1937 y 1984, la presente edición de la correspondencia cortazariana presenta más de mil cartas inéditas, recupera los fragmentos suprimidos en ediciones anteriores e incluye índices de obras del autor y de personas citadas. Una colección que parece estar escribiendo ahora, a nuestro lado «un hombre que jamás se aburrió un solo segundo a lo largo de toda su vida».
La pretensión del presente volumen es proporcionar herramientas para pensar una Literatura europea comparada que prosiga la labor de superación del eurocentrismo ideológico-teórico y sea, al mismo tiempo, eurocéntrica en un sentido metodológico. La dialéctica literatura europea-literatura europea unida es uno de sus campos de investigación, pero no el único, como los trabajos aquí seleccionados permitirán comprobar. Se antologan quince trabajos (catorce de ellos traducciones al castellano) que se consideran fundacionales para una Literatura europea comparada, debidos a especialistas que enseñan literatura y cultura europeas. Aunque todos los trabajos tienen obvias implicaciones didácticas, se organizan en tres secciones: 1) Orientaciones metodológicas, 2) Europa en sus espacios literarios: cinco ejemplos y 3) Hacia una nueva didáctica de la literatura europea. Esta antología pretende invitar a reflexionar sobre la literatura europea no como un corpus cerrado, de fronteras supuestamente visibles y reconocibles. Frente a una concepción monumentalista y enciclopedista de la literatura europea, se persigue indagar qué sentido tiene hoy hablar de literatura europea, cómo se (de)construye el referente geocultural desde las culturas literarias, cuáles son las tensiones identitarias en un escenario glocal. Interesa, en definitiva, rastrear el proceso de emergencia, la dinámica de las conformaciones literarias alternativas y opositivas en una relectura de aquello que hasta ahora ha sido aceptado como literatura europea. En consonancia con un imprescindible pluralismo crítico, se han seleccionado contribuciones pertenecientes a diversas tendencias comparatistas.
En 2009, el Premio Nobel de Literatura Orhan Pamuk estuvo a cargo del seminario Charles Eliot Norton en la Universidad de Harvard. Este libro reúne las seis conferencias que escribió para tal ocasión. ¿Qué pasa en nuestro interior cuando leemos una novela? ¿Cómo puede una novela crear ese efecto único, tan distinto del producido por la pintura, el cine o la poesía? En este libro inspirador y sumamente personal, Pamuk nos lleva de la mano a los mundos del escritor y del lector, poniendo de manifiesto las íntimas conexiones entre ambos. Pamuk recurre a la famosa distinción de Friedrich Schiller entre poetas «ingenuos» (los que escriben con espontaneidad, serenidad y naturalidad) y poetas «sentimentales» (reflexivos, emotivos, inquisidores y sensibles al artificio de la palabra escrita). Remontándose a las novelas de su adolescencia y deteniéndose en las obras de Tolstói, Dostoievski, Stendhal, Flaubert, Proust, Mann y Naipaul, Pamuk explora la oscilación entre lo ingenuo y lo reflexivo, así como la búsqueda del equilibrio que se encuentra en el corazón mismo del oficio de todo novelista. Cualquiera que haya tenido el placer de sumergirse en una novela disfrutará y aprenderá de esta intensa obra de Orhan Pamuk.
La poesía piensa, se indigna: comunidad poética contra capitalismo cultural. En La poesía no está sola, Michel Deguy construye una «poética poética», es decir, un «tratado de poética» que reposa en el rigor de una reflexión filosófica actual y que no descuida su escritura. Este libro es, pues, un tratado escrito de forma poética precisamente «en una época en que las sociedades de consumo, asignando a la poesía una función en el ámbito cultural, en medio de las tareas, iba a decir de la seguridad, de las tareas sociales en general, corren el riesgo, consumiéndola, de perderla a la velocidad dinámica de un discurso sobre la conservación del patrimonio y sobre la creatividad o la expresividad.» El rigor del concepto y la obsesión por la literatura: La poesía no está sola insiste así en la necesidad de comprender el verdadero alcance y lo propio de la poesía, que no es precisamente «el capitalismo cultural» que nos invade en nuestros días, sino el acercamiento radical de elementos dispares mediante el «como» de la metáfora, la analogía, la comparación, etc. Porque a través del «como» la poesía establece su propia modalidad del juicio («a es-como b») y configura nuevas comunidades: «el pensamiento comparante: uno no es el otro, uno es como el otro; y, a este precio, nosotros podemos formar un nosotros.»
La literatura ha desaparecido, incluso en sus recientes avatares: lenguaje o función poéticas. En cambio, vuelven los géneros, que sin embargo se creían bien enterrados (aunque esta resurrección también es una transformación). Ocurre que los géneros, que
La ?Colación muy provechosa? de Fray Hernando de Talavera figura entre los primeros escritos dirigidos a la reina Isabel en el primer lustro de gobierno. La obra potencia la renovación individual y resalta las propiedades simbólicas de la reina de las aves. Esta pieza sermonaria, puso en manos de Isabel un programático discurso moral para uso de la nueva gobernadora. En el ?Breve Tractado de los loores de San Juan Evangelista? presidido por la doctrina cristológica, es una alabanza perfecta del apóstol, en una argumentación dialéctica implacable, destinada a canalizar la dimensión moral y espiritual de la religiosidad cristiana de la joven reina. Las dos obras, reflejan pues tanto la influencia de Hernando de Talavera sobre la monarca, como el interés de ésta por la lectura y la protección de la cultura escrita.
Estos escritos hablan de las formas. El crítico es aquel que ve el elemento del destino en las formas, aquel cuya vivencia más intensa es el contenido anímico que las formas contienen indirecta e inconscientemente. La forma es su gran vivencia, es como realidad inmediata lo que tiene naturaleza de imagen, lo realmente vivo de sus escritos. La fuerza de esta vivencia da vida propia a esa forma nacida de una consideración simbólica de los símbolos de la vida. Se convierte esa forma en una concepción del mundo, en un punto de vista, en una toma de posición respecto de la vida de la que ha nacido; en una posibilidad de trasformar la vida misma y crearla de nuevo. El momento crucial del crítico, el momento de su destino, es, pues, aquel en el cual las cosas devienen formas; el momento en que todos los sentimientos y todas las vivencias que estaban más acá y más allá de la forma reciben una forma, se funden y adensan en forma. Es el instante místico de la unificación de lo externo y lo interno, del alma y de la forma.