Estas Conversaciones sobre música entre Wilhelm Furtwängler, uno de los mayores directores de orquesta del siglo xx, y Walter Abendroth, reconocido crítico musical a la vez que compositor, se desarrollaron en 1937. Cada una de ellas tuvo un tema central: la influencia de la obra musical en el público; las distintas posibilidades de interpretación; lo dramático en las composiciones de Beethoven y también sobre su Novena Sinfonía (recuérdese la legendaria interpretación de esta obra que Furtwängler llevó a cabo en la reapertura de los Festivales de Bayreuth en julio de 1951); la creatividad en la interpretación; sobre el compositor y la sociedad; y, finalmente, sobre la música tonal y la atonal. Vivas y llenas de espíritu, estas conversaciones, dirigidas a un amplio círculo de lectores, ofrecen las múltiples experiencias y las maduradas ideas de un artista de primer orden sobre las preguntas y los problemas que su arte suscita.
El poeta Rainer Maria Rilke tuvo, durante muchos años, aversión a la música. La tuvo porque vio en la música una seducción que podía sustraerle de su verdadera tarea, la tarea poética. Y la tuvo también porque consideraba incompatibles la música y la poesía: la poesía tiene su propia música, y nunca debe superponerse a ella ninguna melodía por eso prohibió enérgicamente que se pusiera música a sus versos. Sin embargo, en los últimos años de su vida tuvo varias vivencias que le aproximaron a la música: la lectura de Fabre dOlivet, el clavecín de Wanda Landowska, la amistad con el compositor Ferruccio Busoni cuyas teorías musicales entendió y compartió, la amistad amorosa con la pianista Magda von Hattingberg, el violín de Alma Moodie Y en esa última etapa escribió muy bellos poemas en los que la música está presente.
Para los amantes de la ópera en nuestro país, el nombre de José Luis Téllez y su enciclopédico conocimiento del tema no suponen ninguna novedad. Pero sus reflexiones, aunque más abundantes en ese terreno, no se han ceñido a lo largo de años a este tema, sino que se han centrado en territorios más amplios, de contenido estrictamente teórico, en torno al discurso musical " tout court " y, sobre todo, en el análisis de la función narratológica de esa tipología específica que conocemos como " música de cine " . El presente volumen recoge trabajos elaborados en casi un cuarto de siglo. No se trata del trabajo intelectual de alguien interesado en muchas cosas diferentes, sino de quien se plantea problemas epistemológicos de fondo, aunando conocimientos de teoría del discurso, de historia de la música, de teoría e historia del cine y de teoría política. Porque sus textos siempre han sido de intervención simultánea en todos esos terrenos, aunque nada de eso haya ayudado precisamente al conocimiento masivo de un pensamiento crítico que lo merece, por méritos propios, como pocos en nuestro contexto.
"En el pasado, músicos como Mozart eran poco más que servidores de la corte; hoy en día son estrellas multimillonarias con más poder que los políticos. Si Mozart fue expulsado de la corte del arzobispo de Salzburgo, para decirlo con sus palabras, «con un puntapié en el culo», menos de cien años más tarde el dirigente más poderoso de Europa, el emperador Guillermo I, rindió homenaje a Wagner viajando a Bayreuth para asistir al estreno de su Anillo. Hoy Bono va por el mundo dando consejos a los políticos, y éstos parecen escucharle. Tim Blanning examina en este brillante libro cómo todo, desde el culto a lo romántico hasta la tecnología y los viajes, alimentó el inexorable crecimiento de la música en Occidente, convirtiéndola en el arte más dominante y ubicuo. Ésta es una historia fascinante de poder, mecenazgo, creatividad y genio que abarca cantantes de baladas, grandes compositores, leyendas del jazz y dioses del rock".
La música es algo más que un fenómeno estético: es una gnosis, una auténtica vía de conocimiento que Eugenio Trías (autor de una de las trayectorias filosóficas más sólidas que ha conocido nuestro país) ha reconstruido en un compendio de ensayos consagrados e insignes compositores, en un recorrido que va desde Monteverdí hasta las últimas vanguardias musicales. Los misterios gloriosos de Bach, la dualidad de lo trágico y lo cómico en Mozart, los grandes relatos de Haydn, el estilo heroico de Beethoven, el concepto de la obra total de Wagner, el espíritu creador de Mahler, la nueva teología musical de Schönberg, la noche eterna de Béla Bartók, los sacrificios de Stravinski, el panteísmo sonoro en Cage o la arquitectura musical de Xenakis, comparecen en estas páginas para revelar sus claves internas, sus relaciones, su antagonismos y similitudes, sus oposiciones y especificidades. El resultado es no sólo una excelente colección de ensayos individuales donde podemos apreciar a los grandes compositores bajo una luz distinta, sino también un argumento narrativo: una apasionante historia de las ideas a través de la música. O como el mismo autor sugiere, tal vez El canto de las sirenas constituya el Gran Relato que algunos de los mejores músicos occidentales han ido escribiendo a lo largo de los últimos cuatro-cientos años.
El present volum acompleix el doble objectiu de presentar, per una banda, un estat de la qu_esti sobre la historiografia musical relacionada amb la catedral de Girona, i, per lÕaltra, la catalogaci de les coláleccions de manuscrits i impresos que configuren el seu fons musical, el qual es conserva, en lÕactualitat, a la zona de reserva de lÕArxiu Dioces de Girona (ADG).
La Rítmica de Émile Jaques-Dalcroce, nacida con el siglo, adquirió tal expansión, ejerció influencias tan variadas en el campo de la enseñanza musical y en el de las artes escénicas e inspiró tal cantidad de pautas docentes, que era necesario recuperar su esencia. La autora de esta obra, utilizando un diálogo constante entre el pensamiento original del fundador del método y la reflexión o el ejemplo de sus seguidores actuales, trata de descubrir, a la luz de las teorías más recientes, dónde está hoy el interés y el valor educativo de este sistema pedagógico tan importante.
Un libro de ideas originales y sorprendentes sobre música, política y cultura que despliega un derroche de inteligencia de dos grandes mitos de nuestra cultura contemporánea: Daniel Barenboim y Edward W. Said. El israelí Daniel Barenboim -director de la orquesta Sinfónica de Chicago y de la Ópera Estatal de Berlín- y el palestino-noreteamericano Edward Said -eminente crítico literario y comprometido analista del conflicto de Oriente Próximo- han cultivado desde hace muchos años una profunda amistad que se hace patente en el apasionado y cordial intercambio de ideas que tiene lugar en estas conversaciones. Barenboim y Said hablan, entre otras cuestiones, de las diferencias entre la escritura de prosa y la de la música, de políticos que tratan de llegar a acuerdos y de artistas que sólo se comprometen con su arte, del famoso director Furtwängler, de Beethoven como supremo compositor de sonatas, de Wagner, de maestros y discípulos y, sobre todo, del poder de la cultura para ir más allá de las barreras nacionales y las diferencias políticas.