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«La oración para torpes» se ha escrito desde la convicción de que todos, incluso sin saberlo, hemos rezado alguna vez, y con la intención de ofrecer una guía fácil a quien se encuentra en la necesidad de rezar pero no lo hace porque se siente «torpe» en ese terreno. En breves capítulos, escritos casi en un tono desenfadado, el autor explica, entre otros temas, en qué consiste la oración y cuáles son las claves fundamentales de la oración (la oración ha de ser siempre confiada, constante, coherente y conformada). Finalmente ofrece una serie de «oraciones para rezar en todo momento», y la «oración msc», oración comunitaria propia de los Misioneros del Sagrado Corazón que sigue el esquema de «mirar, sentir, compartir»: leer y meditar un momento concreto del Evangelio, reflexionar con el corazón sobre lo contemplado y extraer los frutos de los dos pasos anteriores para llevarlos a la calle, a la vida, a los demás.
El autor de este manual vivió intensamente la crisis sacerdotal, que hoy, superada en sus aspectos más radicales, no deja de manifestarse en algunas secuelas. Por ello quiere proseguir el diálogo sincero, porque se trata de la búsqueda de la verdad, pero al mismo tiempo libre, porque la verdad no está atada, iniciado entonces con tantos autores, que propugnaban una nueva visión del sacerdocio, a su entender no siempre desde el ángulo justo, pero teniendo en cuenta las ricas perspectivas que abrió la teología en estos últimos años y con el sosiego que ofrece el transcurso del tiempo. El estudio del sacerdocio ministerial en la Sagrada Escritura pretende ser genético, es decir, busca, en primer lugar, entroncar el sacerdocio ministerial con Cristo a través de la elección de los Doce. Este primer estudio le conduce a constatar que hay una relación entre el envío de Cristo por el Padre y el envío de los Doce por Cristo. Después el autor se adentra en las diferentes fuentes neotestamentarias rastreando los datos tanto de los tiempos apostólicos como de los postapostólicos y detecta que el ministerio aparece como un pilar estructurante del ser de la Iglesia desde los primeros momentos de su andadura.
El amor centra esta presentación sistemática de la Teología. El autor define que sobre el amor gira la perspectiva de toda la ciencia teológica.