El sistema Stanislavski es la base pedagógica de la mayoría de las escuelas occidentales de teatro. En 1951 se editó El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarnación, un complemento al libro que el mismo autor, Konstantín Stanislavski, escribió bajo el título El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la vivencia (Alba Editorial, 2003). La influencia que ambos libros han tenido en el teatro y en el cine soviético, norteamericano y de muchos otros países ha sido enorme. Este segundo volumen que tardó más de 20 años en gestarse- representa la ardua publicación, en su momento, de un conjunto de borradores mecanografiados, otros escritos a mano, con anotaciones en los márgenes y con multitud de esbozos. La guerra y la posguerra hicieron aún más difícil la publicación pero finalmente los manuscritos vieron la luz, gracias también a la colaboración de Stanislavski que poco antes de su muerte apartó los manuscritos necesarios para concluir del libro. En El trabajo del actor sobre sí mismo en el proceso creador de la encarnación, actores, directores de escena y cualquier lector ávido de conocer de primera mano el germen de El Método hallará el entrenamiento físico-vocal que Stanislavski propone para poder abordar el personaje. Escrito con el didactismo que le caracteriza, este texto de auténtica referencia llega por fin al lector español en traducción directa de su lengua original, tal y como el maestro ruso lo concibió.
Este libro es una visión personal (un recorrido personal se indica en el subtítulo) sobre la comedia española y su representación. El autor vierte aquí su experiencia de cuarenta años de práctica escénica, aunque haya alguna que otra salida hacia la historia y la teoría del teatro clásico. A pesar de que en su Introducción dice que "Lope no escribió para que lo estudiáramos siglos después sino para triunfar y ganar dinero en los corrales", estas páginas estudian a Lope, a Calderón, a Tirso, y todo el engranaje escenotécnico que ofrece la escena antigua. La mayoría de estos textos proceden de artículos publicados con anterioridad, muchos de ellos sometidos al proceso de reescritura. Con todos esos materiales ha reunido un sumario sólido y completo en sus partes constituyentes. Ese recorrido se inicia con la representación clásica propiamente dicha, a la manera como se entiende que lo hacían los comediantes de hace cuatro o cinco siglos; continúa con la representación clásica contemporánea, o sea, los modos como se interpretan hoy los textos de ayer, dando constancia el autor de su propia experiencia de adaptador y director; después dedica unos capítulos a los personajes que le han resultado más atractivos, y que más atención les ha prestado; para terminar con el análisis de tres adelantados de la comedia (Rueda, Timoneda y Calderón), auténticos artífices de la creación del género. Todo ello ilustrado con una serie de apuntes y dibujos, en los que el autor expresa de otra manera cuáles fueron las imágenes escénicas que ha concebido a lo largo de su vida.
«Este libro será inestimable para todo aquel que desee apasionadamente aprender el arte de la actuación, y para los que necesitamos que nos recuerden los principios del arte al que hemos dedicado nuestra vida». GLENN CLOSE Con una introducción del actor Kevin Kline presentamos la pedagogía teatral de un detractor del método Stanislavski, Harold Guskin, instructor ahora de la nueva generación de actores norteamericanos. Un título eminentemente práctico en el que se intercalan las experiencias de las grandes estrellas en su aprendizaje con las lecciones del autor. Imprescindible para todo aquél que se forme en la artes escénicas.
Este es un libro de reflexiones acerca del arte de la interpretación y del arte en general. Salpicado de anécdotas y reflexiones, muchas veces humorísticas, Peter Brook hace un repaso a su carrera profesional referida al teatro, al cine y a la ópera.
Animado por el mismo espíritu que Stanislavski, Vajtángov, Michael Chejov, o Meierhold, su propia experiencia como actor y director lleva a Lecoq a reformular principios, investigar procesos y revelar nuevos aspectos de la relación dinámica del actor, el cuerpo y el espacio.
Este libro pretende comprender el conjunto de las artes y ciencias del espectáculo, trascendiendo lo que pudiera ser específicamente teatral desde un criterio restrictivo, para abarcar también ámbitos como el circo y la danza. Sus referencias biográficas y terminológicas totalizan más de 20.000 palabras o locuciones, agrupadas en torno a numerosos conceptos y en particular a los siguientes: actor, argot teatral, autor, baile, comedia, director, drama, escenario, espectáculo, iluminación, interpretación, movimientos espirituales, música, personaje, público, puesta en escena, teatro, texto, tragedia y vestuario. Caracterizada por el rigor en su elaboración, la obra centra su análisis en el conjunto de la escena mundial a lo largo de la historia, si bien se presta especial atención al teatro español, y particularmente a nuestros autores, actores y directores contemporáneos.
El presente libro nace de la preocupación del autor por enlazar temas de investigación en práctica escénica con su correspondiente base teórica. Es lo que le llevó a analizar los problemas que rodean la verdad escénica, siguiendo las pautas del conocido método de las acciones físicas que aplicara Stanislavski, y que tiene su más moderna versión en las enseñanzas del Actors Studio. De ahí su tesis doctoral, y esta obra, que parte de aquellos estudios, remodelados hoy en forma de específica monografía. Ésta se interna en el análisis de la trayectoria histórica de la verdad en el personaje teatral, tanto desde su vertiente teórica como en la práctica escénica, aprovechando las enseñanzas recibidas de maestros como Ellen Burstyn, Carlin Glynn, Sam Schacht, Doug Moston, Ann Jacksin o Barbara Portier, todas ellas apoyadas por las opiniones de los actores americanos más destacados del momento, tomadas de una serie de entrevistas que mantuvieron con los alumnos del Actors Studio.
Muy pocos profesores de interpretación han logrado desarrollar un método detallado que forme actores verdaderamente creativos: Sanford Meisner, fallecido en 1997, fue uno de ellos. Su técnica toma al artista como materia prima y construye, partiendo de cero, las habilidades que necesita para despuntar en la interpretación. Discípulo y mano derecha de Meisner, William Esper ha transmitido y ampliado su técnica durante décadas, en las que ha sido maestro de intérpretes como John Malkovich, Kim Basinger, William Hurt y Kathy Bates. En Arte y oficio del actor, con la ayuda de Damon DiMarco, uno de sus discípulos, Esper nos sumerge en el aula y nos permite asistir, como un alumno más, a uno de sus fascinantes cursos.
En esta obra, Stanislavski aplica su profundo conocimiento de los mecanismos teatrales a responder a la pregunta fundamental que todo actor se plantea: ¿cómo hacer para que mi interpretación resulte creíble?, ¿cómo mantener la atención del espectador sobre lo que ocurre en escena y hacerle creer en la ficción de la obra?
Los trucos del actor disecciona meticulosamente la preparación del actor para abordar la escena. Yoshi Oida propone al lector una serie de ejercicios diarios para que armonice con su cuerpo y ofrece valiosas lecciones y formas de enfocar cada etapa del trabajo que el actor debe emprender antes de subir al escenario. En la parte final hay un apéndice de ejercicios para poder llevar la técnica a la práctica con facilidad.
Fundador en 1897 del Teatro del Arte de Moscú, la figura de Constantin Stanislavski (1863-1937) ocupa un puesto destacado en la reformulación de la labor interpretativa planteada a principios del siglo XX a causa de su empeño en desarrollar una concepción teatral basada en la adecuada ambientación de cada obra y en la preparación psicotécnica del actor. LA CONSTRUCCIÓN DEL PERSONAJE, su último libro, fue publicado póstumamente, y el tratamiento de los temas que en él se abordan la caracterización física de los autores, el vestuario, la expresión corporal, la plasticidad del movimiento, la contención y el control, la dicción y el canto, la acentuación y la expresividad, el ritmo en el movimiento y el lenguaje, la ética teatral, etc. da fe de la riqueza de experiencias, el talento didáctico y el sentido dramático del gran actor y director de escena.
Verdadero y falso apela al actor de una forma tan sincera como irreverente arremetiendo contra las vacas sagradas de la interpretación, especialmente contra los valedores del Método Stanislavski y los agentes del negocio teatral para proponer al lector nuevas formas de valorar y acercarse a un personaje, de trabajar con el texto, de aprovechar los ensayos y las audiciones y de sobrevivir, con la máxima cordura, en el negocio de la interpretación conservando y protegiendo tanto la dignidad personal como el compromiso actoral.
En Antes de actuar, la reputada directora de escena norteamericana Anne Bogart trata el proceso de creación en todos los ámbitos cuando se da en condiciones poco favorables. En momentos como el presente, tiempos convulsos política, social y económicamente en el nuevo mapa trazado después del 11-S, la «inacción» no es una posibilidad: el «actuar» del título no se refiere únicamente a la interpretación del actor, sino al hecho de reaccionar ante todo, de dar ese paso adelante que permite tomar medidas ante la adversidad. «La experiencia artística es un momento íntimo atrapado en el correr del tiempo», dice en este libro, donde pasa revista a ocho conceptos clave del proceso creativo, especialmente el teatral.