Vittorio Messori propone en estas páginas una nueva etapa en el camino que inició con la publicación de Hipótesis sobre Jesús. La búsqueda, ahora, se amplía y se hace más profunda y exigente, afrontando el problema que está en el corazón mismo del mensaje de Jesús: el sentido de la vida y, en consecuencia, el sentido de la muerte. Las ideologías dominantes (desde el marxismo al liberalismo y al radicalismo) ignoran o disfrazan el drama de la muerte, porque ante ese drama carecen de respuesta. Pero el disimulo, la manipulación y la ocultación de los problemas, de las preguntas radicales que afectan al ser humano, han de contarse entre las causas del sufrimiento personal y del desencanto social que hoy nos afligen. El olvido o la negación de la realidad no contribuye a mejorar la vida; al contrario: la deshumaniza. Sobre todo en nuestros días, cuando la caída de los ídolos seculares nos deja más desnudos e indefensos que nunca ante el misterio de nuestro destino.
Vittorio Messori propone en estas páginas una nueva etapa en el camino que inició con la publicación de Hipótesis sobre Jesús. La búsqueda, ahora, se amplía y se hace más profunda y exigente, afrontando el problema que está en el corazón mismo del mensaje de Jesús: el sentido de la vida y, en consecuencia, el sentido de la muerte. Las ideologías dominantes (desde el marxismo al liberalismo y al radicalismo) ignoran o disfrazan el drama de la muerte, porque ante ese drama carecen de respuesta. Pero el disimulo, la manipulación y la ocultación de los problemas, de las preguntas radicales que afectan al ser humano, han de contarse entre las causas del sufrimiento personal y del desencanto social que hoy nos afligen. El olvido o la negación de la realidad no contribuye a mejorar la vida; al contrario: la deshumaniza. Sobre todo en nuestros días, cuando la caída de los ídolos seculares nos deja más desnudos e indefensos que nunca ante el misterio de nuestro destino.