«Campanadas a medianoche» encarna en el personaje de Falstaff dos de las grandes pasiones de Orson Welles. Shakespeare, por una parte, fue siempre uno de sus grandes referentes pero nunca con tanta exuberancia como en ese espectáculo de nuevo cuño que él pergeñó a partir de diversas obras, primero en teatro y después en cine. Welles se sentía profundamente identificado con este caballero amante de la buena vida al que situó en el centro de una trama que, como buena parte de su obra, habla del poder y de la corrupción, de la amistad y de la traición. España, la segunda de estas pasiones, fue el escenario del rodaje del que, prematuramente, sería el último largometraje de ficción terminado por Welles.
En esta reedición del libro Derecho al toro el autor, Carlos Abella, quiere insistir en reivindicar como ya lo hizo en 1997 con motivo de la primera edición, el vigor y la vigencia del lenguaje taurino y su penetración en el lenguaje coloquial y en nuestra vida cotidiana en pleno siglo XXI. La expresión que da título al libro Derecho al toro es no solo una nítida metáfora para evidenciar un ejemplo del uso de las expresiones del lenguaje taurino en la vida cotidiana para indicar «decisión» o «firmeza» ante una situación, sino también un grito de defensa frente a la sinrazón y la elementalidad de los contrarios al mundo de los toros que han surgido en estos últimos veinte años en algunos sectores de la sociedad española como fruto de la simplificación intelectual, de la incultura, y sobre todo de la negación de la propia historia de España, inspirada por mercenarios de otros intereses y culturas, ajenos a la nuestra. Derecho al toro es un ejemplo vivo de la riqueza de nuestra lengua y de la extensa colección de refranes, frases, aforismos y expresiones inspiradas en los festejos populares taurinos, en la crianza del toro bravo, en su fiereza y bravura, en el valor del diestro que se enfrente a él y en lo que acontece en los festejos taurinos en las plazas de toros. El que fuera académico y buen aficionado José María de Cossio, en el primer tomo de la Enciclopedia que lleva su nombre, publicado en 1943, hizo esta sabia advertencia a los lectores, que bien merece ser re producida: «Quien quiera entender la intención de este libro debe considerar que la fiesta de los toros no es tan sólo una diversión más o menos recomendable desde el punto de vista moral, o pedagógico, o estético, sino un hecho de profunda significación en la vida española y de raíces tan hondas y extensas, que no hay actividad social o artística en que no se encuentren sus huellas, desde el lenguaje hasta la industria, o el comercio, valgan por hitos distantes». Años más tarde, el profesor Enrique Tierno Galván argumentó en un sugerente ensayo Los Toros, acontecimiento nacional, entre otras interesantes reflexiones: «Nada explica mejor, a mi juicio, la importancia social de la fiesta que el conjunto de significaciones que traslaticiamente ha incorporado el idioma». De ahí, expresiones como «estar para el arrastre», «coger el toro por los cuernos», «cambiar de tercio», «dar una larga cambiada», sufrir una «encerrona», «acudir al trapo», «caerse del cartel», «ir al bulto», «cortarse la coleta», «apretarse los machos », «echar un capote», «dar la puntilla» , «hacer un quite», y finalmente «ver los toros desde la barrera», que son algunos de los cientos de situaciones descritas en el acontecer diario de nuestra vida para expresar prudencia, audacia, temeridad, contrariedad, desinterés, peligro, solidaridad o ingenuidad.
Este texto está dirigido a quienes desean construir una sociedad humanista y solidaria, con pleno protagonismo popular. Una sociedad que ponga en práctica un modelo de desarrollo ecológicamente sostenible, que satisfaga de forma equitativa las verdaderas necesidades de la población y no las necesidades artificiales creadas por el capitalismo en su loca carrera por obtener más ganancias. Una sociedad en la que quien decida qué, cuánto y cómo producir sea el pueblo organizado. La cuestión es entonces: cómo lograr este pleno protagonismo; cómo hacer que se interesen en ello no sólo los militantes y simpatizantes de izquierda, sino todas las ciudadanas y ciudadanos, y no sólo los sectores populares sino también los sectores medios; cómo conseguir que los intereses solidarios primen sobre los intereses egoístas; cómo lograr que los sectores más desfavorecidos y olvidados pasen a ser considerados y que se busque saldar con ellos la deuda social contraída por anteriores gobiernos. En este libro se encuentran respuestas a estos interrogantes a través de lo que los autores denominan planificación participativa descentralizada.
La motivación constituye desde hace siglos uno de los mayores retos de la educación frente al que no parecen existir "recetas mágicas" con las que afrontarlo con éxito en las aulas. Este libro, más allá de planteamientos teóricos no siempre fácilmente trasladables a la práctica, proporciona un surtido de ingredientes que, de una forma sencilla, permiten "cocinar" platos atractivos para el alumnado a partir de la experiencia y el aval que aportan las referencias científicas en las que se nutre.
La sobredosis de sexo y su ausencia de "límites" está provocando más dolor que placer. No logra los objetivos que anunció. La autora nos ofrece un libro transgresor, sólido y con un poderoso mensaje de esperanza..
A modo de colección de relatos, experiencias y notas a vuelapluma, el autor construye una obra compacta, coherente y novedosa, en la que establece un diálogo sincero y directo con el lector, que se sentirá por ello- interpelado en primera persona. Por encima de la crisis, de los problemas con los políticos, de la crispación y el desánimo, existe una España blanca, de esperanza, llena de optimismo, que debemos reivindicar y reverdecer. Ese es el propósito de esta atractiva obra.
A paso de cangrejo -es decir, hacia atrás- es como parece caminar la historia en este nuevo milenio. Todos los avances científicos y los progresos democráticos que auguraban un espléndido futuro se han convertido en conflictos e insatisfacciones. El mundo no va bien. Contra esta inquietante situación lanza Umberto Eco sus afilados dardos, sus reflexiones. Tras el 11 de septiembre, la humanidad ha entrado en una peligrosa regresión. Vuelven los viejos conflictos territoriales, las guerras medievales con denominación de «cruzada», la nostalgia por los totalitarismos, el antisemitismo y otras formas múltiples de racismo. En muchos lugares del mundo, algunos siguen empeñados en combatir las tesis evolutivas de Darwin. Partiendo de la actitud del gran jurista y politólogo italiano Norberto Bobbio, que enunció los deberes del sabio -«El deber de los hombres de cultura es hoy más que nunca sembrar dudas, no ya recoger certezas»-, Eco arremete, entre otros asuntos, contra la forma de vida contemporánea, las guerras, la política internacional y el consumo en las grandes superficies como único espacio de ocio posible, sin olvidar el nefasto papel de los medios de comunicación, empeñados en construir una imagen del mundo basada en el espectáculo y la manipulación. El resultado es un libro intenso y combativo cargado de lúcidos análisis sobre el escenario que nos rodea. Una invitación de Eco a pensar sobre el presente y el futuro.
De acuerdo a las últimas investigaciones en neurociencia, la mayoría de la gente responde a las señales emocionales en lugar de las señales racionales. El autor propone que en lugar de utilizar figuras para persuadir a las personas, se aprovechen “los siete gatillos" del cerebro relacionados con la toma de decisiones.
Sin duda, los desafíos que plantean las organizaciones actualmente se orientan hacia la competitividad y, especialmente hacia la innovación. Y ello pasa por dotar de mayores dosis de protagonismo a los artífices naturales de los resultados organizativos; o sea, el factor humano. Una alternativa solvente para abordar este reto reside en la configuración y desarrollo interno de equipos de trabajo como unidad operativa de referencia que sustituye al tradicional y cada vez más obsoleto modelo que sólo contempla el binomio individuo frente a puesto de trabajo. Los equipos de trabajo, cuando desarrollan las dinámicas que los hacen singulares, afloran sinergias que aumentan los resultados organizativos al mismo tiempo que incrementan la satisfacción de directivos y empleados. Es la paradoja del trabajo en equipo.