Ir al contenidoSociedad y ciencias sociales
"Paris era mujer" es el retrato colectivo e ilustrado de una comunidad única de mujeres que llegó a conocerse con el nombre de «mujeres de la orilla izquierda». Las escritoras Colette, Djuna Barnes y Gertrude Stein, las poetisas H. D. y Natalie Clifford Barney, las pintoras Romaine Brooks y Marie Laurencin, las editoras Bry her, Alice Toklas, Margaret Anderson y Jane Heap, las fotógrafas Berenice Abbott y Gisèle Freund, las libreras Sylvia Beach y Adrienne Monnier y la periodista Janet Flanner formaban parte de ese entorno legendario. La profusión de fotografías, cuadros, dibujos y fragmentos literarios, muchos inéditos hasta ahora, unida al vívido y revelador texto de Andrea Weiss nos da una visión sin par de la extraordinaria trama de mujeres para quienes París no era ni amante ni musa, sino otra clase de mujer.
Este libro busca un lenguaje para dar a la educación un sitio peculiar dentro de las relaciones y las experiencias esenciales de la vida. Poco parece quedar de los gestos, rostros, acciones, sonidos y silencios con que recordamos ciertos momentos que nos «hacen», cuando el registro se vuelve un engranaje desapasionado.
Schutz -brillante profesor e investigador, fundador junto a otros del Instituto Esalen de California- nos habla en esta obra de la cultura de los encuentros como una filosofía de la vida, basada en la unidad esencial de los distintos planos en que funciona el ser humano (físico, emocional, intelectual, social, espiritual), y que apunta a una realzada conciencia de sí mismo y a una mayor franqueza en la relación con el prójimo. Exponiendo su doctrina del encuentro abierto, describe en detalle el desarrollo de un laboratorio y el papel de las diversas técnicas en él utilizadas, así como los aportes del rolfing, el hatha yoga, la bioenergética, el psicodrama, la terapia guestáltica y otros métodos. La propuesta de Schutz podría definirse como la tentativa de poner en práctica el diálogo personal del Yo y el Tú de que hablaba Martín Buber, ya que en todos nosotros anidan las mismas necesidades, los mismos temores, las mismas luchas y deseos. Todos somos uno.