En este volumen se reúnen siete textos de Marx realizados entre los años 1837-1847. En los seis primeros, se muestran los elementos más importantes de la crítica del Derecho y el Estado burgués que tienen plena vigencia en toda la concepción marxista pese a que Marx, a partir de 1848, abandona estos análisis para iniciar la crítica de la economía política. El último texto incluido, Sobre la cuestión judía, registra la posición de Marx en la polémica con Bruno Bauer acerca de este tema. La presente compilación incluye Carta al padre (1837).
Más que una serie de libros, decía Raymond Williams, Orwell es ante todo un caso de un autor que no ha hecho más que ampliar su proyección, también sobre nosotros. No en vano su biografía está marcada en un antes y un después de la guerra civil española y su experiencia como militante del POUM.
El capitalismo tóxico actual es el capitalismo en estado puro, en el que se impone por todas partes la tendencia a una explotación creciente, desde la economía estadounidense, donde la celebrada «nueva economía» ya murió, a la del emergente gigante chino. La presente crisis de la mundialización desequilibrada que lo caracteriza es una crisis sistémica, para la que no encuentran salida ni las ingentes ayudas a la banca ni el sueño de un «neofordismo» imposible. Sin embargo, el capitalismo no se hundirá solo...
Los Elementos fundamentales para la crítica de la economía política constituyen la primera síntesis de las investigaciones que Marx iniciara en noviembre de 1850, en Londres, cuando después de la derrota de la revolución de 1848 se retira de la escena pública para reanudar sus anteriores estudios de economía. A pesar de su estado fragmentario, de ser sólo el «borrador» de una obra que Marx no llegó a terminar, constituyen textos de fundamental importancia para comprender el proceso de elaboración de la crítica marxista de la economía política. Esta obra constituye el eslabón perdido que permite reconstruir de una manera distinta el itinerario intelectual de un Marx que aparece hoy bajo una nueva luz; de un Marx «desconocido». Para nuestra versión castellana hemos tenido en cuenta además de la edición original alemana el ingente trabajo de depuración crítica realizado por el IMEL de Moscú, que muestra la gran cantidad de errores y de imprecisiones de criterios contradictorios y confusiones que contiene dicha edición. Esto nos permite ofrecer por primera vez después de la reciente traducción rusa, una versión de los «Grundrisse» depurada de errores Y. por tanto, de incuestionable valor científico. La traducción, cotejo y preparación de los originales y notas estuvieron a cargo de un equipo de trabajo de Siglo XXI de Argentina compuesto por Pedro Scarón. Miguel Murmis y José Aricó.
"Nuestro trabajo no se perderá -nada se pierde en este mundo-: las gotas de agua, aun siendo invisibles, logran formar el océano". Con estas palabras, dirigidas a Élisée Reclus, Bakunin definía toda una vida de lucha. Su martillo libertario, que había trabajado en la fragua de la lucha social, no dejó de golpear todos los hierros que encadenaban al ser humano, entre ellos la religión, dedicando una de sus obras más destacadas, que más que gotas se puede considerar como un verdadero diluvio, a señalar la estrecha relación existente entre Dios y el Estado. Bakunin concibe que la humanidad no podría ser libre si previamente no superaba esa fase de pensamiento, llamémosla infantil, en donde lo sobrenatural tiene cabida por medio de la mística religiosa, de ahí que postulara que la emancipación solo sería posible si se abordaba la realidad por medio del pensamiento racional, lo que nos llevaría, sin margen de duda, a percatarnos de lo artificial tanto de la religión como de su plasmación política que es el Estado.
El bienestar para todos no es un sueño. Es posible, realizable, después de lo que han hecho nuestros antepasados para hacer fecunda nuestra fuerza de trabajo. Mas para que el bienestar llegue a ser una realidad, es preciso que el inmenso capital deje de s
Noam Chomsky, uno de los intelectuales más influyentes del mundo, considera que el anarquismo es la confluencia de dos grandes corrientes, el socialismo y el liberalismo, que desde antes de la Revolución francesa hallaron "esa expresión característica de la vida intelectual de Europa", como escribía Rudolf Rocker. EL anarqu ismo es, por tanto, heredero de la Ilustración y hunde sus raíces en Rousseau, Humboldt y otros filósofos. En los últimos 100 años, pocas corrientes de pensamiento han tenido tanta influencia e importancia y, sin embargo, pocas han sido tan mal entendidas. El anarquismo, decía Bertrand Rusell, es "el ideal último al que debería aproximarse la sociedad". No hay motivos para suponer que la historia ha terminado y que las actuales estructuras de autoridad y dominio están grabadas en piedra.
Los Elementos fundamentales para la crítica de la economía política constituyen la primera síntesis de las investigaciones que Marx iniciara en noviembre de 1850, en Londres, cuando después de la derrota de la revolución de 1848 se retira de la escena pública para reanudar sus anteriores estudios de economía. A pesar de su estado fragmentario, de ser sólo el «borrador» de una obra que Marx no llegó a terminar, constituyen textos de fundamental importancia para comprender el proceso de elaboración de la crítica marxista de la economía política. Esta obra constituye el eslabón perdido que permite reconstruir de una manera distinta el itinerario intelectual de un Marx que aparece hoy bajo una nueva luz; de un Marx «desconocido». Para nuestra versión castellana hemos tenido en cuenta además de la edición original alemana el ingente trabajo de depuración crítica realizado por el IMEL de Moscú, que muestra la gran cantidad de errores y de imprecisiones de criterios contradictorios y confusiones que contiene dicha edición. Esto nos permite ofrecer por primera vez después de la reciente traducción rusa, una versión de los «Grundrisse» depurada de errores Y. por tanto, de incuestionable valor científico. La traducción, cotejo y preparación de los originales y notas estuvieron a cargo de un equipo de trabajo de Siglo XXI de Argentina compuesto por Pedro Scarón. Miguel Murmis y José Aricó.
Tuvieron que pisar muchos años para que la escuela cambiara. Desde so concepción es un instrumento del poder para mantener el status quo; sin embargo, en el siglo XIX se inició un debate sobre el sentido de la escuela, de la educación, transformándose en manos de los reformadores en una palanca para el cambio social En ese debate tomaron partido los libertarios que, aunque no fueron ni los primeros ni los únicos en participar en el mismo, sí fueron los más conscientes y comprometidos en la transformación de la escuela como paso previo para el cambio social. Ejemplo de esta realidad lo encontramos en este libro en donde se recopilan trabajos de significados pensadores ácratas como Paul Robin, Sébastien Faure, Ricardo Mella, Jean Grave, Francisco Ferrer, entre otros, que, partiendo de distintas perspectivas, llegan a un mismo destino: la necesidad de crear personas libres para una sociedad libre. Demostrando su lectura que, a pesar del tiempo pasado, todavía el debate no está concluso, por mucho que el sentido de la modernidad nos lleve a creer que hemos superado todas estas cuestiones. ¿De verdad practicamos la coeducación?, ¿se transmite el conocimiento sin dogma?, ¿creamos personas o ciudadanos?, ¿se potencia el pensamiento crítico en la escuela? Muchas preguntas sin respuesta que necesitan de la deliberación conjunta pues en ello nos va el futuro como sociedad.