La Biblia comentada por los Padres de la Iglesia Antiguo Testamento 15 Los libros de Ezequiel y Daniel tienen una gran riqueza de imágenes, muchas de las cuales serán usadas después por el Nuevo Testamento. Especialmente en el Apocalipsis aparecen ecos de Ezequiel: sus palabras de desolación y promesas de esperanza, la visión de un nuevo templo y el profeta que come los pergaminos. Daniel tiene una gran importancia porque aporta terminología e imágenes para las descripciones que Jesús de Nazaret hace de sí mismo, como «Hijo del Hombre», una frase que también encontramos en Ezequiel y que Juan emplea repetidamente cuando describe las figuras glorificadas de sus visiones en la isla de Patmos. Las cuatro bestias de Daniel encuentran sus equivalen-tes en el león, el buey, el hombre y el águila de Ezequiel y del Apocalipsis. No hay que sorprenderse de que estos libros, a pesar de las dificultades que albergaba su interpretación, tuvieran gran influencia en el imaginario de la Iglesia primitiva. En el comentario a Ezequiel se citan más de cuarenta Padres de la Iglesia, algunos de los cuales han sido traducidos aquí al castellano por primera vez; pero el puesto de honor se lo llevan cuatro obras: las homilías de Orígenes y Gregorio Magno y los comentarios de Jerónimo y Teodoreto de Ciro, que crean puentes entre Este y Oeste, Norte y Sur. Una variedad semejante de Padres la encontramos también en los comentarios a Daniel. Tenemos una extensa colección de textos, escritos por Teodoreto de Ciro, Hipólito, Jerónimo e Isodad de Merv, que nos enriquecen por su amplitud de miras, al igual que se ofrecen valiosos comentarios de Efrén de Nisibi y Juan Crisóstomo, entre otros.
Los sermones de esta sexta entrega de los Sermones Parroquiales fueron predicados a lo largo de seis años, entre 1836 y el decisivo 1841. La impresión es que Newman seleccionó con mucho equilibrio los veinticinco sermones de este volumen. Por un lado, se advierte una media de cuatro sermones por año, con la excepción de 1840 que cuenta con cinco, 1836 solo con tres, más un imprevisto sermón de 1831 sobre la Trinidad. Y por otro, se percibe una clara línea temática y litúrgica: los primeros siete sermones se dedican a la Cuaresma; los siete siguientes a la Pascua; los cuatro siguientes a la Ascensión; los cuatro siguientes a Pentecostés, y los tres últimos a la Trinidad. En efecto, el cristiano comienza con la áspera humillación de la Cuaresma y termina en la gloria del Dios Uno y Trino, pasando por la Muerte del Hombre-Dios, su Resurrección y su marcha al seno del Padre y al amor del Espíritu.
En estos treinta y dos sermones, John Henry Newman vuelve a poner de manifiesto su fuerza, frescura y audacia. Fuerza en la verdad de su mensaje, que es el mensaje de Dios; frescura en la palabra, con un lenguaje cercano y familiar que se aleja del empleado en sus estudios teológicos; y audacia para acercar al hombre a lo verdaderamente esencial del cristianismo. En este segundo volumen de la serie completa de los Sermones parroquiales, un clásico de la espiritualidad cristiana, Newman demuestra nuevamente la coherencia de su trayectoria, que comenzó con su ordenación como pastor anglicano en 1825 y terminó, tras su conversión en 1845, como cardenal de la Iglesia católica.
Los veinticuatro sermones de este quinto volumen de los Sermones parroquiales fueron predicados en su mayoría en los años 1838-1840. Este periodo coincide plenamente con las primeras experiencias que acabaron conduciendo a Newman a la Iglesia católica. En efecto, el estudio de las controversias de la Iglesia primitiva, en el verano de 1839, le hicieron concebir, si bien aún no aceptar plenamente, la idea de que el Anglicanismo era insostenible. El predicador de los sermones de este tomo andaba, pues, inmerso en una especie de dicotomía interior que no traslucía al exterior. Los temas de estos sermones son más bien morales que doctrinales, y el mensaje fundamental que transmite a sus oyentes contribuye a llevarlos más bien hacia la Iglesia antigua que hacia la Iglesia de Inglaterra. El tono general es probablemente menos polémico que otras veces, precisamente porque el predicador se siente próximo a un estado de búsqueda y espera.
Estimado lector. En la noche brilla la luz quiere servir como material de reflexión y trabajo para ti, para tus grupos, para la parroquia, para las familias. Puedes subrayar, modificar, retocar, leer en voz alta, repartir en hojas volanderas. Todo vale. Todo porque lo importante es, una vez más, que el anuncio del nacimiento de Jesús, Dios con nosotros, sea una realidad hermosa, novedosa, sorprendente... aunque no sea muy ruidosa. Muy pronto celebraremos la Navidad. La Noche Buena. Hagamos que en nuestras casas, parroquias, ciudades y pueblos, haya muchas «buenas noches» y haya muchas «Noches Buenas». Que Dios siga siendo para todos nosotros meta, sustento y horizonte. La Salvación de Dios se ha desbordado en Jesús. ¡Feliz Navidad!
Este libro nos ofrece la oportunidad de vivir acompañados día a día por las palabras del Papa Francisco, extraídas de sus homilías, cartas y mensajes. Son palabras que provocan, que mueven a la acción, pero también palabras de esperanza, que hacen soñar con la posibilidad de un mundo mejor e invitan a luchar para conseguirlo. Las meditaciones del Papa Francisco, que tratan sobre los temas más diversos, nos permiten descubrir la profunda espiritualidad del Pontífice y nos invitan a reflexionar sobre la misión que, como cristianos, tenemos en el mundo de hoy.
La predicación de san Antonio nace del Evangelio, tiene como centro la persona de Jesucristo, "buena noticia" para el hombre, a quien habla al corazón, a su verdad y sinceridad, para mostrarle el camino de la felicidad. En ella, muestra su ardiente amor a Dios y a su criatura, que puede recuperar su imagen original, si cumple el "amor gemelo" que Dios nos mandó. El Doctor Evangélico trata del misterio de Dios, uno y trino, de la Iglesia, jerarquía y ministerio, cuerpo y esposa de Cristo, pueblo llamado a vivir la vida divina, en penitencia como "vuelta a Dios" guiada por su palabra, el ejmplo y virtudes de Jesús y de María. Mira al hombre desde Cristo, como imagen de Dios, llamado a la santidad y a la felicidad, para la cual le propone un itinerario completo hacia el amor. Los Sermones de san Antonio son una guía en la fe, que sirve para toda persona: devotos, estudiosos, predicadores. Son el mejor modo de conocer al Santo. El autor simplemente ha ordenado los temas, los introduce y comenta para ayudar a leerlos, aunque se siguen leyendo hoy con facilidad.
«¿Entiendes lo que estás leyendo?, preguntó Felipe al etíope. ¿Cómo voy a entenderlo si nadie me lo explica?», replicó (Hechos 8,30s). Muchas veces ese es el sentimiento de los cristianos que nos acercamos a la Palabra de Dios sin poder entender del todo lo que ahí se nos dice para experimentar un verdadero encuentro con el Dios que habla. Si tienes el ministerio de la predicación, ponemos en tus manos estas reflexiones para ayudarte a preparar esa hermosa pero ardua tarea de guiar a la comunidad con una homilía sabrosa y sustanciosa. Si quieres disfrutar personalmente con la Palabra o compartirla en grupos de oración o en pequeñas comunidades, ponemos en tus manos este libro, fruto de muchos años de estudio y reflexión sobre la Palabra de Dios y escrito en un lenguaje a la vez profundo, sencillo y sugerente. ¡Que la Palabra de Dios sea tu gozo!
«Un minuto con el Evangelio» recoge los comentarios al Evangelio dominical que el P. Rupnik transmitió a través de la Radio Vaticana durante tres años consecutivos. Concebidos para entrar en un servicio informativo, como la crónica de un reportero que comunica su mensaje en un minuto, sus textos no son comentarios exegéticos a las lecturas, sino sencillos pensamientos suscitados por la Escritura que llevan a quien los escucha a un sentido espiritual, profundo y universal de esta Palabra. Son comentarios breves e incisivos, recomendables tanto para el sacerdote que debe preparar la homilía como para cualquier fiel, que puede llevarlos a la oración en cualquier momento de la jornada. Con prólogo y traducción de Pablo Cervera Barranco, el libro se complementa con un índice de textos bíblicos.
Romana presenta con Libreria Editrice Vaticana (L.E.V.) el noveno volumen de las homilías de la mañana, también conocidas como las «homilías de Santa Marta», que el Papa Francisco pronuncia cada mañana en la Capilla de la Casa de Santa Marta. Se trata del mensaje diario que nos ofrece el Papa Francisco a propósito de las lecturas y del Evangelio del día. En particular, este volumen se inicia con la homilía del 9 de diciembre de 2016 y concluye con la pronunciada el día 30 de mayo de 2017. Gracias a este volumen el lector podrá continuar leyendo las palabras del Papa Francisco y apreciar todo su significado.
«Espero que este libro pueda transmitir algo de la alegría por la encarnación de Dios, una alegría que me ha inspirado siempre a mí mismo en la proclamación del mensaje» Joseph Ratzinger (Benedicto XVI)
Para aquellos domingos en que la predicación no tenía lugar en marco litúrgico, el Papa mismo se ocupaba de suplir esa carencia con sus breves y jugosas intervenciones con ocasión del rezo del Ángelus y del Regina caeli. Por ese motivo han sido reunidas aquí las que recogen referencia expresa de Benedicto XVI a los textos litúrgicos de la misa dominical. Por ser este volumen cronológicamente el primero en publicarse, recogemos en este ciclo C las predicaciones con ocasión de solemnidades, fiestas o memorias de los santos.
Los Padres de la Iglesia ?igual que hicieron en el caso de otros libros anteriores que trataban de la historia de Israel? encontraron un amplio material en los libros de los Reyes, Crónicas, Esdras y Nehemías para la interpretación moral y tipológica. Como se puede observar inmediatamente en este volumen, ellos prestaron más atención a los dos libros de los Reyes que a los otros que aparecen aquí. No sabemos si esto se debe a cierta repetición en la narración histórica o a otras razones; pero no cabe duda de que los relatos del sabio rey Salomón, la construcción del templo, los profetas Elías y Eliseo, y la suerte de varios reyes, fieles e infieles, y de otras personas poderosas eran adecuados para sus propósitos. Respecto a los comentaristas griegos, en este volumen podemos encontrar a Justino Mártir, Clemente de Alejandría, Orígenes, Metodio, Eusebio de Cesarea, Atanasio, Cirilo de Jerusalén, Basilio el Grande, Gregorio Nacianceno, Juan Crisóstomo, Cirilo de Alejandría, Teodoreto de Ciro, Procopio de Gaza y Juan el Monje. Entre los padres latinos tenemos a Tertuliano, Cipriano, Novaciano, Lactancio, Ambrosio, Jerónimo, Prudencio, Agustín, Paulino de Nola, Juan Casiano, Pedro Crisólogo, Máximo de Turín, Salviano el Presbítero, Fulgencio de Ruspe, Cesáreo de Arlés, Gregorio el Grande, Beda y Rábano Mauro. Y en cuanto a los sirios, se ofrecen textos de Afraates, Efrén, Sahdona, Isaac de Nínive e Iso?dad de Merv. Todos juntos presentan a los lectores una interesante serie de reflexiones y perspectivas teológicas, algunas de las cuales aparecen traducidas por primera vez en lengua castellana.