¡Ay de mí si no evangelizare! recoge una serie de reflexiones homiléticas sobre el evangelio del domingo de los tres ciclos, fundamentadas en los textos bíblicos del día correspondiente, los santos Padres, el magisterio de la Iglesia, las vidas de santos y el pensamiento de grandes personajes afines al cristianismo. Todas estas reflexiones tratan la problemática del hombre actual y el sentir del posconcilio, y procuran ser fieles al mensaje que nos brinda la Palabra, con un lenguaje sencillo y sin perderse en divagaciones inútiles. La lectura de este libro permitirá al sacerdote preparar sus predicaciones e invitará al lector común a meditar sobre la palabra de Dios y a vivir, con mayor hondura y entusiasmo, su propia fe.
24 Aunque está estructurado según la liturgia dominical del ciclo A, este no es un libro de homilías al uso: las explicaciones de los Evangelio s no son en realidad homilías ya elaboradas, listas para ser pronuncia das, sino más bien explicaciones, indagaciones que profundizan en su contenido. Pueden servir para preparar una homilía, pero también ofrece n un estímulo para la meditación y la oración. Las preguntas finales d e cada capítulo pretenden avivar la reflexión personal, poniendo el acento sobre los puntos principales y promoviendo un encuentro con el mensaje del Evangelio, con la fuerza vital que contiene y que cada lector, cada oyente, debe descubrir personalmente.
Los sermones magistrales de Joseph Ratzinger ofrecen siempre la oportunidad de proclamar y profundizar la fe. La presente edición ha seleccionado dos homilías de la obra de predicación del papa Benedicto XVI para cada uno de los siete sacramentos, y son complementados por dos más sobre el tema de la «Iglesia». En sus textos, Ratzinger se ofrece tanto como anunciador y servidor de la Iglesia, y cada uno de ellos son una enseñanza bella y magistral sobre la oración, la vida en la Iglesia, la vida con las personas y la meditación sobre la Escritura y la teología. Los sacramentos de la Iglesia todavía ponen en contacto a muchas personas con la acción salvífica de Dios en los puntos fundamentales de la vida. Así, su celebración ofrece siempre la oportunidad de adentrarse en la fe. Las homilías aquí recogidas de Ratzinger ayudan a comprender más profundamente la naturaleza de la Iglesia y a celebrar y proclamar los sacramentos como «signo de la nueva vida» en Cristo
Este libro recoge el comentario a las últimas palabras de Jesús, hecho a través de la realidad de América Latina por una persona comprometida que dimitió como obispo para bajar al pueblo. Nicolás Castellanos comenta las palabras de Jesús mediante unas reflexiones sencillas a partir de fragmentos bíblicos conocidos. Recupera así los grandes temas del Vaticano II, pasados por la óptica de América Latina. Además, aterriza en unos compromisos concretos y sencillos, haciendo una llamada a la conversión personal y al cambio de estructuras.ÍndiceIntroducción: Cristo, vida del hombre y de la mujer. Hoy es Viernes Santo. Palabra prólogo: "Yo soy" (Lc 22, 70 y Jn 17, 4-8). Primera palabra: "Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado? (Mc 15, 34). Segunda palabra: "Mujer, ahí tienes a tu hijo" (Jn 19, 26). "Ahí tienes a tu madre" (Jn 19, 27). Tercera palabra: "Padre, perdónales, porque no saben lo que hacen" (Lc 23, 34). Cuarta palabra: "Hoy estarás conmigo en el paraíso" (Lc 23, 43). Quinta palabra: "Tengo sed" (Jn 19, 28). Sexta palabra: "Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu" (Lc 23, 44). Séptima palabra: "Todo está cumplido" (Jn 19, 29). Conclusión: Conversión personal y colectiva. Notas.
La publicación de los escritos pastorales de don José Sánchez González, obispo de Sigüenza-Guadalajara, al cumplirse 50 años de su ordenación sacerdotal, permite introducir al lector en esta valiosa recopilación. En ella encontrará las homilías y cartas de don José sobre una gran diversidad de asuntos que se cruzaron por su vida como obispo de Sigüenza-Guadalajara durante los 17 años que lleva sirviendo a esta diócesis. Los documentos, presentados cronológicamente, ofrecen la posibilidad de conocer mejor a nuestro obispo, que entre sus muchas cualidades posee en alto grado el don de comunicar su pensamiento y de dialogar con los demás con honestidad, claridad y franqueza.
Este libro completa otra obra reciente del mismo autor, titulada La palabra de cada día. Ahora el tema es la palabra de Dios en cada uno de los domingos y días festivos de los tres ciclos litúrgicos A-B-C.
Las tres Cartas reunidas en esta publicación, "Evangelizar en tiempos de increencia", "El laicado: identidad cristiana y misión eclesial" y "Renovar nuestras comunidades cristianas", forman parte de la amplia colección de escritos pastorales que los obispos de Pamplona y Tudela, Bilbao, San Sebastián y Vitoria vienen ofreciendo conjuntamente a sus Iglesias diocesanas desde 1977. Formalmente, cada uno de los escritos sigue el esquema habitual hasta ahora en estas Cartas conjuntas: una aproximación a la realidad desde la perspectiva peculiar del tema que se desarrolla; una iluminación de la situación desde las claves teológicas y pastorales pertinentes, y una aplicación práctica orientadora de posibles compromisos personales y comunitarios. Ni la variedad temática de los títulos, ni la distancia temporal entre los escritos, ni la diversidad de sus autores, hacen sospechar al lector la profunda unidad y coherencia que va a descubrir en los contenidos de estas tres Cartas pastorales. Y es precisamente esa relación de fondo la que ha aconsejado agruparlas ahora en una misma publicación. Profundizar en el significado de la evangelización y en la responsabilidad eclesial compartida para dinamizarla supone que hemos de tomar conciencia de que evangelizar no es solo anunciar una verdad, ofrecer una doctrina, sino comunicar algo que pueda ser recibido como buena nueva. La vocación al apostolado incluye a todos y cada uno de los que componen el pueblo de Dios. Así, todo laico creyente constituye un modo de presencia de Cristo en el mundo. Por medio de los seguidores de Jesús, la salvación de Dios se hace presente en el mundo y entre nosotros. Por el bautismo, en el Espíritu, cada cristiano adquiere el título originario para participar en la misión evangelizadora de la Iglesia. A partir de él contribuye a la evangelización, a la edificación de la Iglesia y al bien de la humanidad.