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La pragmática es una disciplina nueva y floreciente. Se multiplican sus revistas, foros de discusión y no parece descabellado imaginar que pronto habrá departamentos universitarios y centros de investigación con ese nombre. Como toda disciplina nueva, una parte de su energía está dedicada a afirmar su autonomía y a precisar la propia metodología. En este volumen el lector podrá apreciar los esfuerzos de orientación analítica empeñados en clarificar los problemas filosóficos de fundamentación y también aquellos otros que la remiten a consideraciones éticas o trascendentales. Este volumen dedicado a la «Filosofía del lenguaje II. Pragmática» hay que leerlo como la parte complementaria del ya editado «Filosofía del lenguaje I. Semántica». Ambas partes, semántica y pragmática, constituyen una rigurosa y completa introducción a la filosofía del lenguaje, con eminentes cultivadores en el ámbito iberoamericano. Marcelo Dascal, editor del volumen, abre el estudio con un trabajo en el que al tiempo que defiende la complementaridad entre semántica y pragmática, trata de justificar la autonomía teórica de la segunda. Eduardo Rabossi expone la teoría de los «actos de habla», en Austin y Searle en un discurso original, con ideas sugestivas en torno al concepto de la «realizatividad». A. García Suárez desmenuza nociones esenciales para el lenguaje como son las de «convención» y «regla» cuya complejidad deja en entredicho las posiciones simplistas a las que él se refiere. Eduardo Bustos Guadaño se faja con el escurridizo fenómeno de la metáfora, un asunto capital para las ciencias cognitivas y para la filosofía del lenguaje. Especialmente perspicaz es al señalar las diferencias entre un tratamiento semántico y otro pragmático de la metáfora. De la «teoría de la pertinencia» da cuenta Begoña Vicente Cruz que hace ver sus implicaciones en la «lógica de la conversación». A Apel y Habermas les ha interesado de la pragmática sus implicaciones cognitivas y éticas, dando lugar a una pragmática «trascendental» y «universal», respectivamente. De ellos se ocupan Adela Cortina y Jesús Conill. Sánchez Durá y Sanfélix Vidarte tratan el asunto de la imaginaria interpretación radical y de la real interpretación transcultural. C. Lafont y L. Peña se refieren al relativismo lingüístico de la hermenéutica alemana, en tanto que A. Tomasini trata de mostrar que se puede hacer pragmática sin necesidad de una teoría pragmática.
Doñana constituye una frontera entre África, Europa, el Mediterráneo, el Atlántico y una transición ecológica entre las aguas marinas y las continentales, entre los medios acuáticos y los terrestres. Los autores, que han colaborado durante años en la investigación sobre Doñana, ofrecen una panorámica del espacio natural y de su historia.
Cuando el filósofo lleva a cabo una reflexión, lo hace usando palabras, hablando aunque sea consigo mismo. Cuando ofrece sus reflexiones al público, comunica sus pensamientos en un lenguaje. ¿Qué papel juega, precisamente, el lenguaje en este proceso? ¿Es un distorsionador, un medianero sesgado? ¿Gracias a qué mecanismos es posible hablar de las cosas justamente con palabras? ¿Qué relación intrínseca puede haber entre las palabras y las cosas? ¿No es cualquier relación semántica un asunto de mera convención? ¿Y cómo pueden establecerse convenciones sino precisamente mediante el lenguaje? Este volumen, coordinado por Juan José Acero, trata de buscar respuestas a todos estos interrogantes y a tantos otros relacionados con ellos. Los trabajos recopilados ofrecen, desde diversos ángulos, interesantes consideraciones con objeto de aclarar el papel del lenguaje en el conocimiento, en ese habérnoslas cognoscitivamente con las cosas.