Antony Beevor ha escrito una obra total sobre la experiencia de la guerra: los preparativos de la invasión de Normandía por las¡ fuerzas aliadas, la disciplinada resistencia de los soldados alemanes, el enfrentamiento, terrible, en las cabezas de playa, el penoso avance en territorio francés con batallas tan fieras como las que se libraban en el frente oriental, el calvario de los civiles franceses masacrados por ambos bandos, las miserables disensiones entre los jefes militares, o la visión, casi insoportable, de la exacción más terrible de la guerra: los heridos, los desnudos y los muertos.
?Este libro es un homenaje a aquellos valientes cuyas historias han sido olvidadas. El autor recupera apasionantes episodios olvidados de la Segunda Guerra Mundial, y nos ofrece los pasajes más sorprendentes y a los audaces protagonistas que han sido injustamente borrados de la memoria?(Blog Me gustan los libros)?Asista, de la mano de prestigioso autor Jesús Hernández, a las gestas más trágicas, las misiones más brillantes y las operaciones más secretas de la Segunda Guerra Mundial. Descubra en Operaciones Secretas de la Segunda Guerra Mundial el testimonio de heroísmo, valentía y coraje de los héroes secretos del mayor conflicto bélico de la historia.? (Revista Experpento)?El estilo narrativo de Jesús Hernández rivaliza con el mejor cine de suspense sorprendiendo continuamente al lector, página a página, con una historia llena de intensidad.?(Blog Eventalia)?Es cierto que la llamada Gran Contienda no solo se habría de librar en el campo de batalla, también entre bastidores, con criptógrafos, asesinos profesionales, servicios de inteligencia y comandos secretos encargados de minar y acabar con la superioridad enemiga.? (Oviedo Diario)Las pequeñas historias que se esconden bajo las grandes batallas de la Segunda Guerra Mundial: los hombres que perecieron por cambiar el destino del mundo.Si alguien todavía piensa que un hombre de a pie, una persona corriente, se debería resignar y presenciar la Segunda Guerra Mundial agazapado en su casa, está equivocado. Operaciones Secretas de la Segunda Guerra Mundial viene a refutar esa idea y supone una novedad en el tratamiento del conflicto armado más complejo de la historia. La mayoría de los estudios sobre la guerra tratan con rigor las batallas, los movimientos de cientos de miles de soldados, pero esto no debe eclipsar la relevancia de estas pequeñas escaramuzas.En esta ocasión, Jesús Hernández reúne estas operaciones que aparecían dispersas en los manuales y pone la lupa sobre ellas para que las conozcamos de un modo detallado y fiel. Narra las operaciones de un modo trepidante, como corresponde a estas historias de héroes anónimos y astutos espías, y consigue con ello darnos una precisa imagen de estos hombres, la mayoría de ellos voluntarios, que arriesgaron su vida porque confiaban en que cambarían el curso de la guerra y entrarían en la historia. Dividido en cuatro grandes apartados ? Golpes de mano, Atentados y secuestros, Historias de espionaje y Misiones audaces-, nos desgrana el autor relatos tan fascinantes como el de los esquiadores que frustraron el sueño nuclear de Hitler, planes tan milimétricos como el del intento de asesinar a Stalin e historias pequeñas de hombres anónimos como la del padre de familia francés que, sin experiencia como espía y sin ayuda, logró cambiar el destino de la guerra y salvar Londres.Razones para comprar la obra:- La obra constituye una importante novedad temática en el mercado editorial ya que reúne y describe detalladamente las operaciones que aparecen dispersas en los manuales.- El estilo del autor y la estructura de los capítulos hace que el libro se componga de pequeñas narraciones que se pueden leer de un modo ágil.- El libro no escatima recursos para mostrar el tremendo atractivo de estos héroes voluntarios y anónimos que, en la mayoría de los casos dieron su vida por sus ideas y por su país.- El autor es un prestigioso divulgador del tema que en esta obra trata uno de los aspectos más desconocidos de la Segunda Guerra Mundial.Una obra que nos hace partícipe de las pequeñas escaramuzas que tenían la intención de conseguir la victoria de uno u otro bando. Un libro necesario para rescatar la memoria de estos héroes caídos en el olvido que se ofrecieron voluntarios en misiones suicidas para ayudar a su patria.
Mayo de 1951. En los territorios todavía salvajes de la Amazonia, una expedición de cartógrafos encuentra el pecio corroído de un U-boot, un submarino alemán de la Segunda Guerra Mundial. ¿Qué les sucedió a sus tripulantes, muertos súbitamente en marzo de 1945, perdidos en medio del océano Atlántico? Venecia, junio de 2059. Más de un siglo después, un estudiante y su profesor son asesinados. Luego, en septiembre, una misteriosa explosión en un edificio causa otra muerte. ¿Qué relación puede existir entre estos hechos? Un grupo de hombres ha decidido luchar, a riesgo de sus vidas, para resolver el enigma. Otros, sin embargo, están igual de determinados a ocultarlo. Lo peor está por llegar... El desenlace sólo puede ser sangriento...
Miles de judíos y alemanes arios opuestos a Hitler llevaron vidas ilegales bajo el terror nazi y sobrevivieron a la persecución implacable de la Gestapo, los campos de concentración y los bombardeos. Sobrevivieron de diferentes maneras: algunos como ciudadanos comunes y corrientes tomando parte de la vida laboral, otros con pasaportes falsos, otros escondidos en sótanos,viviendo precariamente en todos los oscuros rincones de un estado policiaco rigurosamente vigilado. En catorce testimonios autobiográficos, el autor Eric Boehm ofrece un muestrario de estas personalidades heroicas. Sobrevivimos, un documento histórico en sí mismo, abre una ventana a aquel periodo del pasado que constituyó la Segunda Guerra Mundial. Al reaparecer ahora impreso a más de cincuenta años de su publicación original, Sobrevivimos permanece tan relevante y necesario como siempre -un testimonio honesto de la fuerza del espíritu humano al triunfar sobre la adversidad.
Cuando el 22 de junio de 1941 el ejército alemán cruzó la frontera de la Unión Soviética dio comienzo uno de los más espeluznantes episodios de la Segunda Guerra Mundial. Conocemos las célebres batallas y hemos visto la bandera del Ejército Rojo levanándose sobre el Reichstag. Menos se ha escrito sobre una realidad atroz. A saber, que la tierra conquistada fue escenario de una práctica de exterminio de diversos pueblos, y muy principalmente del pueblo judío, que se cobró la vida de millones de inocentes. Las masacres o los campos de concentración levantados con la misma prisa con la que se administraba la muerte, no eran una mera consecuencia de la guerra. Bien al contrario, el exterminio era su razón de ser. El ejército alemán actuaba de acuerdo a un plan sistemático diseñado en Berlín y nacido en la pragmática racista del Tercer Reich. Vasili Grossman e Ilyá Ehrenberg compilaron los testimonios de los supervivientes para que el mundo conociera la insondable magnitud del horror. Cientos de testimonios llegados a sus manos o recogidos por medio de entrevistas a las víctimas sirvieron para erigir un monumento hecho de sangre y heroísmo, el de quienes padecieron el encierro en los guetos y tomaron el camino de la ejecución; el de los pocos que se atrevieron a desafiar a los verdugos. Vetada su publicación por Stalin y convertido en secreto manuscrito, El libro negro ha llegado a nosotros como llegan los milagros, como aflora siempre la verdad. La que nos habla del horror que padecieron los hombres y la dignidad con la que enfrentaron el martirio.
Este libro detalla la historia de algunos de los planes de alto secreto más extraños e impactantes que se idearon durante la guerra, muchos de los cuales pudieron haberse materializado para cambiar el curso de la Historia. Los planes se presentan en orden cronológico, están ilustrados profusamente con documentos recientemente desclasificados, mapas y fotografías singulares que demuestran que fueron planes reales abordados con toda seriedad.
El episodio histórico interpretado por casi 50.000 españoles en el frente ruso durante la Segunda Guerra Mundial mantiene un vigor imperecedero. Su dramatismo y magnitud magnetizan a todos los amantes de la historia de España. Se suceden libros -de divers
La presente obra ofrece una clara y detallada descripción de uno de los hechos bélicos decisivos de la Edad Contemporánea: la batalla de Stalingrado. A orillas del Volga, en las fronteras de Asia, se libraron durante meses titánicos combates que dieron como resultado tanto la definitiva detención del avance de las tropas del Tercer Reich hacia los campos petrolíferos del Cáucaso, como la destrucción de un ejército alemán completo en las ruinas de Stalingrado. En esta segunda entrega de la serie "Imágenes de Guerra". más de 350 fotografías cuidadosamente seleccionadas, explicadas en detalle y acompañadas de mapas e ilustraciones, transportan al lector con la intensidad propia del lenguaje gráfico a aquellos estremecedores días en los que miles de combatientes se endentaron en una batalla cuyo desenlace decidiría el destino de Europa.
Los éxitos militares de Hitler no podrían explicarse sin tener en cuenta a sus unidades de élite. En 1941 Hitler decidió implicarse en el frente africano y crear una unidad que combatiera en estos territorios áridos: el Afrika Korps. Para mandarla nombró al general Erwin Rommel, el Zorro del Desierto.
Pieza clave para de los cuerpos de élite de Hitler fueron los paracaidistas, Fallschirmjäger, cuya versatilidad les permitió estar presentes en los principales frentes de combate de la Segunda Guerra Mundial.
Alemania desarrolló militarmente un nuevo concepto de ataque fulgurante, Blitzkrieg, que asombró y acorraló a sus enemigos durante los primeros años de la II Guerra Mundial.
Aunque no fueron los alemanes los que introdujeron carros de combate en los campos de batalla, la fuerza acorazada germana, la Panzerwaffe, se convirtió en la unidad más famosa de las tropas blindadas de la Segunda Guerra Mundial.
EL NIÑO QUE BOMBARDEÓ PARÍS, es un relato intimista entre la realidad y la ficción. Su protagonista contempla desde el cielo hechos tremendos de la Segunda Guerra Mundial y de la Guerra Civil española. Luego, testigo privilegiado de unas décadas alegres y
El paracaídas no era un desconocido en el mundo de la aviación. Desde que se había popularizado como medio de salvamento de los pilotos en peligro, durante los años de la Primera Guerra Mundial, todos los expertos de la aeronáutica y teóricos militares habían estudiado la forma de convertirlo en un arma de ataque. En Alemania, la cuestión de su empleo táctico fue estudiada principalmente por la 'Luftwaffe' en la década de 1930, que concibió su uso como una fuerza ofensiva de despliegue rápido en la que hombres y aparatos, ya fueran planeadores o aviones modificados para el transporte como el Junker JU-52, actuaran al unísono. Las unidades que se crearon -los 'fallschirmjäger'- se presentaron el 20 de abril de 1939, en Berlín, encabezando el desfile en honor del cincuenta cumpleaños del Führer. Ese día los asistentes a la parada militar pudieron ver por primera vez masas compactas de hombres, con su característico blusón verde, marchando con energía y disciplina. Tras los primeros saltos de Noruega, heroicos quizá, pero limitados y poco coordinados, vinieron las brillantes acciones de Bélgica y Holanda, y finalmente la campaña de Grecia, que permitió fijar de forma definitiva sus métodos de combate, que eran objeto de apasionadas polémicas.
Los Silencios del Atlántico es una novela en la que se recoge la encubierta cooperación que, en connivencia con el régimen de Franco, determinados buques mercantes españoles mantuvieron con la Marina de Guerra Alemana (Kriegsmarine), a lo largo de la Segunda Guerra Mundial, suministrando combustible y otros avituallamientos a los submarinos alemanes que operaban en el Atlántico. Los hechos que se relatan, son los vividos por el capitán español Emilio Ballvona, refugiado en los Estado Unidos, que al mando del mercante estadounidense Galveston Bay, participó en Atlantic silences, la operación secreta que los aliados desarrollaron con el fin de hacerse con una de las máquinas que la marina de Hitler utilizaba para la encriptación de sus radiocomunicaciones (las famosas Enigma).