Desde la invasión de Polonia por las tropas alemanas hasta los juicios de Nuremberg, la España franquista siguió con máximo interés el desarrollo de una guerra que puso sobre el tapete algunas cuestiones fundamentales para la dictadura: el papel que cabría al país en el nuevo orden europeo en el caso de una victoria nazi-fascista; la esperanza de destrucción de la URSS en el verano de 1941 y el reverso de la moneda dos años más tarde; las dudas que despertaba el ejemplo fascista tras la crisis italiana de julio de 1943; la credibilidad de la neutralidad española en los años 1944-1945, para que la dictadura franquista pudiera garantizarse su futura supervivencia.Medios de comunicación y periodistas, comentaristas e intelectuales se afanaron en explicar la realidad de la guerra a través de prismas muy singulares y precisos. Manuel Aznar, Antonio Tovar, Manuel Brunet, Andrés Revesz, Ignacio Agustí, Luis de Galinsoga o Augusto Assía; medios como ABC, Arriba, La Vanguardia Española, El Correo Catalán, Solidaridad Nacional o semanarios como Mundo y Destino; incluso el mismo Caudillo: el conjunto de la España oficial se volcó en la observación y el análisis detallado del conflicto mundial. En esta apasionante y reveladora selección de textos aparecen acontecimientos tan cruciales como la caída de París y el fin de la III República, la Operación Barbarroja del verano de 1941, la batalla de Stalingrado, el final de Mussolini, el hundimiento del Reich o el espectro de la amenaza soviética sobre Europa. Todo ello dibuja un itinerario complejo y lleno de matices, que confirma que la España franquista, de forma abrumadoramente mayoritaria, empezó leyendo la guerra con entusiasmo y plena solidaridad con los amigos alemanes e italianos, y la terminó con una forzada adaptación a un mundo que no era el previsto. La segunda guerra mundial vista desde la prensa española de la época: otra forma de contar el conflicto y de comprender la realidad de nuestro país en aquellos años.
Era 1919 cuando ya Anna Ajmátova expresaba que el siglo xx le parecía "peor que cualquier otro". Europa acababa de vivir la gran conmoción de la revolución rusa, el genocidio armenio y la terrible mortandad de la Primera Guerra Mundial. Poco después el siglo trajo una nueva guerra más cruel si cabe y Europa conoció de cerca bombardeos de ciudades como Guernica, Rotterdam, Coventry o Hamburgo; matanzas de inocentes en Lídice y Oradour; guerras civiles en Finlandia, Irlanda, España, Grecia o Yugoslavia; descubrió los osarios de los campos de exterminio nazis y los campos de trabajo esclavo en el Gulag. Sin olvidar las víctimas del terrorismo político de Bolonia, Madrid o Londres. Si en toda la historia existe el esquema civilización-barbarie, en pocos períodos históricos ha estado tan presente esta "relación dialéctica", que señalara Walter Benjamin, como en la Europa de nuestro tiempo, en donde la civilización y la barbarie avanzaron codo con codo. Un largo listado de barbaries, pero también el mismo siglo ha vivido el auge civilizador: la democracia se ha consolidado en una Europa cada vez más unida, la esperanza de vida se ha alargado considerablemente, los niveles de vida han subido de manera espectacular, el analfabetismo ha sido prácticamente erradicado y las mujeres, las minorías étnicas y los homosexuales se han acercado a una situación de respeto e integración. Partiendo de las últimas investigaciones y de revelaciones documentales procedentes de los archivos del Este, Bernard Wasserstein logra captar la esencia de un siglo turbulento de la historia europea en una síntesis imprescindible para cualquier persona que desee conocer nuestro pasado más inmediato.
Ésta es la historia del submarino Trigger y de los que en él lucharon en aguas del océano Pacífico. Entrelazándose con la historia del Trigger figuran en este libro otros apasionantes relatos sobre submarinos, cuya acción en la última gran guerra fue muy importante, así como anécdotas sobre oficiales y soldados que lucharon en los submarinos Tang, Wahoo, Sea Wolf, Harder y otros. ¡Submarino...! es la historia íntima de una aventura a vida o muerte. Describe la acción de los buques ocultos bajo las aguas buscando y persiguiendo al enemigo, los momentos de terror y de incertidumbre cuando los destructores se lanzan por la superficie acechando al submarino, e incluso la más peligrosa de las luchas: la que se desarrolla entre submarinos. Apasionante a veces, amargo o sentimental, ¡Submarino...! no deja en el lector la menor duda: así ocurrió realmente. Todas las fotografías que representan barcos hundiéndose fueron tomadas a través del periscopio.
Ningún acontecimiento del siglo xx ha sido tan analizado y debatido como LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, de la cual se han dado innumerables versiones contradictorias. RICARDO ARTOLA proporciona en esta síntesis una versión global y equilibrada de la contienda, subrayando la trascendencia del enfrentamiento entre la Alemania nazi y la Unión Soviética. Además de la narración y el análisis del conflicto y de sus hechos más destacados, la presente edición proporciona al lector un completo apartado de Apéndices que recoge varios mapas de los diversos frentes, una completa cronología comparada de los cuatro grandes escenarios de la conflagración, un glosario donde se explica la actuación de los protagonistas con especial atención a Churchill, Stalin, Roosevelt y Tojo y se aclaran términos básicos del conflicto, y, por último, una descripción del principal armamento utilizado, acompañado de ilustraciones y de la explicación de su importancia en el contexto bélico.
La Blitzkrieg fue el nombre popular alemán con el que se conoció la doctrina bélica basada en un bombardeo inicial rápido que apoyaba el uso coordinado de fuerzas terrestres desplazadas en conjunto, a la mayor velocidad posible, para golpear con contundencia y sorpresa al enemigo. Hasta la Segunda Guerra Mundial, con la incorporación de armas y equipos modernos más eficientes, no se utilizó con eficacia plena. Cuando se puso en marcha, tal y como la habían ideado los generales alemanes, la contundente victoria que consiguieron ante Francia, con un ejército técnica y numéricamente superior, fue la razón principal de que muchos pensaran que la guerra, tal y como se conocía hasta entonces, había sufrido uno de sus mayores cambios.
Una joven de 18 años celebra con júbilo el más hermoso verano de su vida. Pero no se trata de una joven cualquiera, y tampoco es un verano cualquiera. Ingeborg Bachmann consigna en él su experiencia del final de la guerra. Su euforia no sólo viene motivada por la tan deseada llegada de la paz, sino también por la relación con el soldado británico Jack Hamesh. El encuentro y las conversaciones con aquel judío que en 1938, siendo niño, tuvo que abandonar Viena, la marcaron profundamente. Al contenido del diario propiamente dicho se unen, en esta edición, las cartas que él le escribió tras su marcha a Palestina, en las que le revela cómo ella le devolvió la fe en el ser humano. El resultado es un testimonio único y conmovedor del diálogo entre los hijos de las víctimas y los verdugos.
Poco conocida en el extranjero, la resistencia alemana contra Hitler no ha recibido siempre el reconocimiento internacional que merece. A menudo minimizada, ha sido considerada sospechosa de haber sido la última tentativa, demasiado tardía, por parte de altos militares y funcionarios de redimirse ante los vencedores. Desde este punto de vista parcial se ignora la amplitud de la resistencia alemana que tuvo combatientes en todos los estratos de la población. Barbara Koehn nos presenta en este libro diferentes grupos y su difícil lucha en el seno del totalitarismo hitleriano. Asimismo, analiza algunos proyectos de reformas políticas para una Alemania liberada. Rinde homenaje a todos aquellos que han querido, y se han sacrificado por, salvar el honor de Alemania y esbozar las bases de una Europa reconciliada y unificada.
Al término de la segunda guerra mundial se difundió el mito de que el ejército alemán no se había implicado en los crímenes cometidos por los nazis sobre la población civil, que eran obra exclusiva de las SS. Wolfram Wette, profesor de la Universidad de Freiburg y uno de los más prestigiosos historiadores militares alemanes, nos ofrece en este libro los resultados de treinta años de investigaciones que le permiten desmontar este mito, que se ha mantenido vigente hasta la actualidad, y denunciar los crímenes del ejército. Wette nos demuestra que los jefes militares alemanes compartían las ideas de Hitler, las adoptaron con pleno convencimiento y colaboraron activamente en las peores masacres de civiles; que fueron, no tan sólo cómplices, sino entusiastas colaboradores en la tarea de eliminar pueblos considerados inferiores. Este libro, ha dicho el profesor Holger Herwig, resulta «poderoso, provocativo, esclarecedor e inquietante».
Presentamos un relato equilibrado y rigurosos sobre el ejército privado de Hitler, la piedra angular de las fuerzas de seguridad del III Reich. Examinamos a fondo sus orígenes, sus unidades y sus batallas, las legiones extranjeras, etc. También se ha tenido en cuenta el estudio de las atrocidades cometidas contra los prisioneros y los civiles, y el papel de las SS en los campos de concentración.
George Weller, que ganó el Premio Pulitzer en 1943, fue el primer observador que, disfrazado como coronel norteamericano, pudo entrar en Nagasaki y documentar los efectos de la bomba atómica. De allí marchó a los campos de prisioneros aliados, donde seguían los guardianes japoneses y los presos ignoraban que la guerra había acabado, para recoger los testimonios de su explotación y de sus sufrimientos. El general MacArthur, que no deseaba que nada de esto se conociese , destruyó las crónicas de Weller, que falleció en 2002, convencido de que estaban perdidas. A su muerte, sin embargo, su hijo encontró en un cajón las copias en papel carbón de las crónicas prohibidas, así como un impresionante relato de los viajes de los prisioneros en los «buques del infierno» japoneses, que aparece aquí por primera vez en su integridad. «Este es un libro importante», ha dichoWalter Cronkite, «hay mucho en él que nunca supimos» y que conviene recordar en estos tiempos de una nueva guerra.
Las Schutzstaffel se crearon como escolta personal de Hitler y terminaron siendo una organización de millones de soldados en 1945. Toda su historia desde su creación, su organización en divisiones (Policía, Waffen-SS, SS extranjeras, Einsatzgruppen), su estructura, mandos, trabajos y protagonistas en un análisis histórico sin precedentes.
Allí fue lo más idealista de la Falange joseantoniana junto a jóvenes católicos, carlistas tradicionalistas e incluso viejos republicanos quEn el verano de 1941 varios cientos de jóvenes cántabros marcharon al frente del Este, el escenario más sangriento
En esta obra, el autor desvela las claves de uno de los últimos enigmas pendientes de la Segunda Guerra Mundial: las negociaciones ocultas entre el jefe de las SS, Heinrich Himmler, y los Aliados.