VERSIÓN ÍNTEGRA ILUSTRADA UNA FORMA DIFERENTE DE ADENTRARSE EN LA LECTURA Lev Tolstói es uno de los escritores señeros de la historia no sólo por novelas como " Guerra y paz " , " Anna Karénina " o " Resurrección " , sino que también fue un maestro en el ámbito de la novela corta, reflejo asimismo de su incesante reflexión acerca de la naturaleza del hombre, de sus contradicciones, de su pugna constante consigo mismo y con la naturaleza a lo largo de su existencia. Inspirado en un incidente cotidiano y real, " La muerte de Iván Ilich " incide con vigor en la pavorosa y tardía toma de conciencia de una vida inerte y vivida de forma insatisfactoria.
Los hermanos Karamázov (1880), la última novela que escribió Fiódor Dostoievski, está considerada su obra maestra y una de las cumbres de la literatura universal. La historia de un padre despótico enfrentado a sus hijos legítimos e ilegítimos, uno de los cuales terminará por asesinarlo, es uno de los grandes referentes de los que han bebido creadores de todos los ámbitos a lo largo de la historia. Tras un largo y arduo proceso de destilación, imprescindible para convertir esas más de mil páginas en una pieza teatral representable, permanecen intactos los grandes temas de la naturaleza humana, los personajes icónicos, con sus aristas y sus contradicciones, las grandes pasiones y misterios del alma que el genio ruso retrató como nadie. Como dice Gerardo Vera, «Un proyecto así solo tiene un camino: escuchar con pasión, respeto y admiración a un novelista ruso, europeo y universal que, como todos los grandes artistas, al final solo habla del hombre».
La novela del conde de Tolstoi narra los amores paralelos de Anna Karénina con el joven oficial Vronski y los de su hermana con un noble terrateniente. Son historias en contrapunto, aquella en desdicha, esta en bucólica apacibilidad. La obra rusa sigue el camino abierto años antes por los amores adúlteros de Emma Bovary. Tolstoi dará una solución de mayor carga metafísica, de índole personal, frente a la presión de las convenciones sociales.
Escrita a lo largo de 1889, en una época dominada por una crisis ética y personal, así como por la revisión de diversos principios morales, LEÓN TOLSTOI (1828-1910) quiso reafirmar en LA SONATA A KREUTZER los valores del espíritu frente al precipitado fluir de las pasiones y los sentidos. La narración que hace el consejero Pozdnyshev de su relación conyugal, basada en el imperio de los mismos, y que culmina con el adulterio y el crimen, es la historia de una degradación provocada por una sociedad enferma. En muchos aspectos trasunto novelado de su relación con su esposa, Sofía Andreievna, así como de episodios reales, la «Sonata», obra en la que se revela la influencia del naturalismo, es un minucioso y despiadado análisis de una relación matrimonial común en la sociedad en la que los protagonistas se mueven, realizado a través de la visión crítica y dolorida de un espíritu atormentado por la mediocridad y fragilidad de la naturaleza humana.
Sin moverse de su diván, enfundado en un raído batín asiático, el héroe de esta novela es la personificación perfecta de la indolencia y la inactividad. Heredero terrateniente, eterno ausente de una hacienda fraudulentamente administrada, con una malograda carrera en el funcionariado y un retraimiento temprano de la vida social. Oblómov conocerá de pronto un extraño renacer, una misteriosa sacudida que por un momento le hará creer en la posibilidad de otra clase de vida, en la que asoman insospechadamente la confianza y el amor. Oblómov (1859) de Iván A. Goncharov es una de las obras centrales de la literatura rusa, una de las máximas ilustraciones del tipo del «hombre superfluo». Diálogos y gestos puros, una perfecta organización dramática, un humor sostenido y elocuente y una narración distanciada y comprensiva son algunas de las claves de esta magnífica novela en la que todo despide vida y claridad. «Oblómov, personaje extraordinario de la extraordinaria novela del extraordinario autor ruso Iván Goncharov, [...] pertenece al reducidísimo grupo de personajes que crean una palabra que aplique sus características primordiales a otros seres.» JUAN BONILLA, El Mundo