En el transcurso de un sueño los dioses despiertan. Primero lo hace Urano, en medio de gran explosión mental. Asistimos al parto del Universo.Urano engendrará en sí-mismo a Gea y "El Ponto". Del incesto entre padre e hijos aparecerán dioses menores identificados con los elementos primigenios del Universo, materia, espacio, tiempo, etc. Se entablaran guerras por el poder entre padres e hijos. Finalmente será Zeus quien vencerá: ordenará el caos y será aceptado unánimemente como presidente de los Dioses. Creará la morada de los dioses en el Sistema Solar y el Olimpo en la Tierra.La formación de los planetas, constituirá la formación de palacios dentro de la Vía Láctea."Hefestos" los construirá. Se asignará un planeta a cada dios. "Hefestos" se pondrá al servicio de Rea, y juntos decorarán la Tierra, y construirán en Grecia el Olimpo (centro de reuniones divinas).Zeus (conciencia de los dioses) reconoce su carencia de sensibilidad para gozar de lo creado. Se recurre como solución a la creación de vida y finalmente conciencia (el hombre). Se utiliza el palacio de Rea (la Tierra) para desarrollar ambos proyectos: que transcurrirán en una progresión botánica y zoológica hasta la humanidad.Atenea y Psiquis, vitalizarán y animarán la materia.Ante nosotros discurre un Zeus germinador que disfruta fertilizando la sustancia fragmentada en forma de diosas y mujeres; se pasearán la mayoría de mitos griegos (la mayoría hijos de Zeus); o de cualquier otro origen. Prometeo roba el fuego de los dioses y lo entrega a los hombres. Su desfachatez será castigada.A través de Noé y Decaulión arribaremos a Mesopotamia y su diluvio.Se nos presentará Caldea y con sus tablillas nos mostrará el mito de Gilgamesh. Descubriremos el zorotrastismo. Visitaremos Egipto y sus mitos y acompañaremos a Moisés. Presenciaremos su diálogo con "Yahvé" en El Monte Sinaí presentado en forma psicológica. En resumen un desfile novelado de la mayoría de mitos que transcurre en un sueño novelado.
Además de constituir un estudio de las creencias de la más brillante de las civilizaciones precolombinas, esta obra es un esfuerzo continuado por penetrar los arcanos de una sociedad absolutamente exótica. Para ello no se expone una descripción sistemática de los datos y los descubrimientos, sino que se realiza una selección de tales informaciones con el objetivo único de encontrar su más alto grado de significación. Ante una cultura plagada de aparentes paradojas, insólitas unas veces e inexplicables casi siempre, el método más productivo tal vez sea la exploración de ciertos terrenos conceptuales y artísticos que, como un hilo de Ariadna, permitan afianzar nuestros inseguros y titubeantes pasos en el camino de las auténticas revelaciones. La civilización maya surgió en la selva tropical centroamericana en los albores del siglo V a.C., y se desarrolló a lo largo de dos mil años dejando una esplendorosa estela de grandes realizaciones intelectuales y artísticas. Centenares de enormes ciudades se levantaron en la península de Yucatán, y todavía hoy muchas de ellas aguardan el esfuerzo de los arqueólogos por desvelar sus secretos. Este libro pretende sugerir algunas vías de aproximación al mundo inabarcable de la mentalidad de aquellas extraordinarias gentes.
Para entender la cultura griega es absolutamente necesario entrever, al menos, cómo eran las relaciones de los griegos con los dioses, con los muertos, con lo que podemos denominar el mundo metafísico, y este volumen quiere ser una guía que acerque al estudiante al conocimiento tanto de los problemas de la religión griega antigua como de los planteamientos metodológicos con que se pretenden resolver. Jordi Redondo Sánchez es profesor titular de Filología Griega en la Universitat de València y colaborador de la Fundació Bernat Metge. Su actividad investigadora se centra en la historia de la lengua en las épocas clásica y postclásica, la sintaxis, la retórica y la recepción de la literatura griega. Ha sido impulsor e iniciador de la docencia de la religión y la mitología griegas en la Universitat de València, donde también es miembro del Grupo de Innovación de Recursos en Historia Antigua.
O último dos tres tomos da mitoloxía clásica na arte e na literatura galegas. Neste título estúdanse os heroes agrupados en oito capítulos: A guerra de Troia, A Odisea, Hércules, Edipo, Teseo, Perseo, Orfeo e Xasón e os Argonautas. Cada heroe vai precedido dunha información mitolóxica, para unha mellor comprensión das obras artísticas e literarias elixidas. A meirande parte das mostras de arte que presentamos son de artistas galegos; outras foron realizadas especificamente para Galiza por artista foráneos. Recollemos tamén aquelas obras que, independentemente da súa autoría, se atopan permanentemente en exposición nos nosos museos ou institucións, públicas e privadas. As obras literarias son maioritariamente en galego. Algunhas están en castelán, pero escritas por autoras e autores galegos, dos que escollimos, agás no caso dalgunhas poesías, os parágrafos máis significativos... A mostra, tanto de arte como de literatura, non pretende ser exhaustiva, aínda que a consideramos suficientemente significativas, a día de hoxe, para comprender a importancia da mitoloxía clásica na cultura do noso país.
El aura mítica de Orfeo, con su lira, que hace caer a los pájaros, los peces y las plantas y a todos los seres en un dulce encantamiento, y cuyo canto relata el origen del mundo y de los dioses, y baja a los Infiernos para recuperar a su esposa, en poder de Hades, es tomado como base para el desarrollo de una corriente religiosa que reformaría radicalmente el culto de Dioniso en el siglo VI a. C., hasta invertir el desenfreno dionisíaco en su contrario, en un modelo ascético de control sobre uno mismo. El admirable recorrido que hace W. K. C. Guthrie desde su pregunta inicial ;¿qué quiere decir orfismo?; hasta llegar a la época helenística romana, a través de los mitos de Orfeo, de la creación del mundo y de los dioses, a través de las prácticasy rituales de sus seguidores, de la concepción órfica de la muerte y el destino del alma, mostrando a la vez sus similitudes con otros pensadores griegos, hacen de este libro un clásico para cualquiera que esté interesado en el mundo antiguo. Guthrie ofrece una panorámica ecléctica, bebiendo tanto de las fuentes orientales como de las griegas tradicionales, pero diferenciando este sistema religioso de otros movimientos de sus mismos días. La excelente introducción de Larry J. Alderink y el apéndice de Jaume Pòrtulas sitúan a este libro en el contexto de la más reciente investigación en torno al orfismo.
Dentro del vasto campo de estudio sobre «la filiación en los inicios de la reflexión cristiana», el presente volumen se centra fundamentalmente aunque no sólo en la figura de Jesucristo. El análisis se afronta desde distintos puntos de vista, profundizando en la cultura pagana, la religión de Israel y una parte de las primeras líneas cristianas de pensamiento. Los círculos paganos no reducían la experiencia de la filiación al puro hecho de la generación natural de los hijos. La política de sucesión imperial, la instrucción pagana entre griegos y romanos son valiosas muestras de ello. ¿Tuvo acaso esta amplia idea de «filiación» sus repercusiones en la reflexión de los primeros teólogos? Por otro lado, la identificación de Jesús con el Mesías, hijo de Dios, ¿se situaba en contraste con todas las corrientes judías de entonces? Los cristianos no respondieron a estas y otras preguntas de modo unánime; la ortodoxia cristiana, reflejada en los evangelios y en las epístolas paulinas, tampoco exigió una férrea uniformidad en todos los casos. Además, han de contarse otras líneas de reflexión cristiana que, a la postre, fueron consideradas como heréticas y marginales. A pesar de la relevancia cristológica de estas cuestiones, en un mundo como el de los primeros cristianos, la reflexión acerca de Cristo tuvo implicaciones inmediatas en el pensamiento antropológico, cosmológico, etcétera. Además, lo doctrinal, entre cristianos que viven lo que creen, se abre espontáneamente a lo sociológico, atañendo al campo de las ciencias humanas. En fin, los cristianos, inmersos en el mismo mundo que sus contemporáneos paganos, y en estrecha relación con las distintas sectas judías, reciben, rectifican o rechazan, según el caso, los distintos módulos corrientes de filiación, cuando no generan los propios. Después de la publicación, en esta misma Editorial, del primer volumen de Filiación (2005), ve la luz este segundo, dando así continuidad al proyecto llevado a cabo por el Instituto San Justino que pretende ir configurando un corpus de estudios que sirva como punto de referencia para todos los que se interesan en el mundo de los primeros siglos cristianos.
La reflexión que se propone en este libro parte de un intento colectivo de abordar desde múltiples disciplinas y puntos de vista el binomio Mito y Religión. «No podemos escapar a los mitos», decía Edgar Morin, y el lector quedará enfrentado a temas y planteamientos que, como en un calidoscopio, intentan acercar distintas épocas (desde los griegos antiguos hasta la actualidad), contextos (desde la India antigua a los tristes trópicos) y miradas (de Platón o el Talmud a Jean Pierre Vernant y Claude Lévi-Strauss). Testimonio y resultado del congreso homónimo que tuvo lugar en el Círculo de Bellas Artes en mayo de 2008, la diversidad de encuadres metodológicos y enfoques con que se trató el tema permiten al lector vislumbrar la fuerza y la pertinencia que este tipo de temas, clásicos en las disciplinas de humanidades, mantienen en nuestro presente. Este volumen incluye ensayos de Luc Brisson, Donatella di Cesare, Félix Duque, Ana Iriarte, Francisco Rodríguez Adrados, Vincenzo Vitiello, Francisco Díez de Velasco y Patxi Lanceros.
El cristianismo nace en un entorno cultural que es fruto de la confluencia de mundos muy diversos, y se expresa en el lenguaje y con las categorías polivalentes del mismo. Este volumen examina, en concreto, tanto sus raíces judías como su incardinación en el Imperio romano. Y lo hace no genérica o abstractamente, sino mediante el examen de uno de sus conceptos básicos, el de «filiación». Difícilmente se encontrará en el pensamiento del cristianismo primitivo un concepto tan transversal como el de «filiación». Los campos de reflexión trinitario, cristológico, antropológico, eclesiológico, mariológico, escatológico..., están íntimamente relacionados con este concepto de «filiación» de contenido tan rico. A Jesucristo se le conoció como Hijo de Dios e Hijo del hombre, hijo de María, hijo de David, hijo de José. Se le dio, entre otros, el título de Unigénito (sin hermanos, pues) y el de Primogénito (de muchos hermanos). Era el Verbo Dios engendrado por el Padre. ¿Con arreglo a qué tipo de filiaciones se entendían tan variadas afirmaciones? La Antigüedad clásica y cristiana encerraba dentro de nuestro concepto de «filiación» un sinfín de especies. Los cristianos no vivieron en un mundo aislado, al margen de las diversas sectas judías del momento, o de las distintas escuelas filosóficas del Imperio, así como del contexto político y social, determinado en parte por el Derecho Romano. De ahí el interés en indagar, no sólo en el ámbito estricto de la teología o de la historia de la Iglesia, sino también en el de las disciplinas concomitantes de la Antigüedad, en una aproximación al tema que ofrece varias perspectivas. En absoluto se pretende agotar con el intento recogido en este volumen todo el horizonte que despierta el estudio de la «filiación» en los inicios de la reflexión cristiana. No se trata de una publicación puntual y repentina, sino de un proyecto de futuro que pueda dejar como herencia un «corpus» de estudios acerca de la filiación. Que pueda constituir un punto de referencia y de enriquecimiento.
En este segundo volumen de la Enciclopedia Iberoamericana de Religiones (EIR) se ofrece un panorama general de la religión maya que a la vez es una visión histórica, desde el momento prehispánico hasta el presente, elaborado por especialistas en los distintos temas y desde sus propios enfoques metodológicos, de acuerdo con sus disciplinas. Pero esta diversidad tiene una profunda unidad: hay un diálogo subyacente en el que se han integrado voces disímiles para darnos una visión rigurosa y científica de la religión maya. Juntos, estos ensayos constituyen un importante acercamiento a las creencias y creaciones del asombroso mundo de la religión maya.
Libro dedicado a desentrañar los mitos que se desprenden de la Biblia, basada fundamentalmente en la antropología como ciencia desde la que se llevará a cabo la enumeración de estos mitos. Es un repaso por mitos del tipo del de Adán y Eva, Caín y Abel, etc.
Karl Kerényi (1897-1973), uno de los mejores estudiosos de mitología griega del siglo XX, y C. G. Jung (1875-1971), el descubridor del inconsciente colectivo, cada uno desde su campo particular, examinan dos motivos centrales mitológicos: el del niño divino y el de la doncella divina, que en la figura de Perséfone caracterizó los misterios de Eleusis. Tanto en un caso como en otro lo que verdaderamente importa es la dimensión de lo humano que se refleja en los mitos. Pero si a Kerényi le interesa principalmente facilitar al lector nuestra comprensión del mundo mítico, antes que hacer cualquier interpretación, Jung contempla los mitos como expresiones del acontecer anímico inconsciente, descifrándolos para el hombre moderno como búsqueda de sentido para la vida, los interpreta como imágenes arquetípicas esenciales con un significado específico que ha conservado toda su validez hasta el día de hoy. Los estudios reunidos en este libro aportan numerosos materiales poco conocidos que contribuyen a un mejor conocimiento del pensamiento mitológico común a toda la humanidad.