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Este es el primer libro que ha sabido captar el dinamismo propio del medio y combinarlo con una enorme cantidad de información material y creativa. El libro se articula en torno a dos grandes secciones: el triángulo de la publicidad y la campaña.. ?Por q
A pesar de que la publicidad es un medio creativo enormemente visual, los textos que abordan este tema a menudo resultan demasiado descriptivos y poco ilustrados. Principios de publicidad, apoyado en ejemplos gráficos de la mejor 'publicidad creativa' de la historia, instruye al lector de forma ágil en la planificación, creación y producción de campañas. Escrito en un lenguaje claro y sin tecnicismos innecesarios, el libro esboza una panorámica general del mundo publicitario que incluye el análisis de la estructura de la agencia de publicidad, los distintos medios de comunicación a su alcance, el desarrollo del proyecto, las herramientas necesarias, el brief, la ejecución de la solución creativa y el futuro de la industria publicitaria. Además, los textos explicativos se acompañan de entrevistas con publicistas profesionales y de ejercicios diseñados para poner en práctica la información de cada tema y ayudar al lector a construir un buen book de su trabajo creativo.
¿Cómo pueden los creativos publicitarios atraer la atención de un consumidor potencial que se encuentra sobresaturado de información y harto de consumir? Observamos distraídos una imagen aparentemente normal, no esperamos encontrar en ella nada digno de atención, pero de pronto, casi de forma insconsiente, percibimos un detalle al vuelo. Hay algo que no está bien y nos inquieta, algo que no entendemos y nos obliga a observarla de nuevo. Esta segunda mirada voluntaria es ya activa, interesada, y en ella reside el secreto para conseguir una pieza de comunicación visual de éxito.
Una guía práctica que ofrece un panorama del mundo publicitario, resuelve preguntas fundamentales y presenta "Case Histories".
Mujeriegos, mentirosos, egoístas, manipuladores
Esta suele ser la carta de presentación de un publicitario cuando se convierte en personaje de una película cinematográfica. Porque si algo bueno tiene un publicitario «de cine» es que tiene tan pocas cosas buenas al comienzo de la película, que siempre acaba cambiando para convertirse en un ejemplo de responsabilidad, desde que descubre «lo que de verdad importa». Una transformación que da mucho juego a la hora de escribir historias atractivas para el espectador. Publicitarios así los encontramos en todo tipo de films desde hace muchas décadas. Siempre cortados por el mismo patrón. En dramas y en comedias. En color y en blanco y negro. En América y en Europa. Doce hombres sin piedad, Noviembre dulce, Todo por el éxito, En qué piensan las mujeres, Con la muerte en los talones
Estos publicitarios, siempre tan malos
y siempre tan buenos. Viviendo su gran metamorfosis ante el espectador a lo largo de la película. Al filo de la verdad, «habla» precisamente de todo esto, de cómo muestra el cine algo tan sugerente, tan sospechoso y tan cotidiano como el mundo de la publicidad.