«El miedo duele.» Ya lo dijo Antonio Salas en Diario de un skin y ahora David Madrid echa mano del mismo pensamiento porque su experiencia tiene mucho en común con la de Salas. David, un joven agente de policía, también se infiltró en el movimiento ultra
Cuando los hinchas radicales de fútbol son noticia, son ?inevitablemente? mala noticia. Responden al estereotipo de protagonizar actos violentos en los estadios o en sus aledaños y de defender valores ultraderechistas, pero ¿cuál es su realidad profunda?
La historia de la soldado Quiñoá es el estremecedor relato de una joven que afirma haber sufrido una vejación en las filas de la Guardia Real. Es la denuncia valiente de una agresión sexual. Es el testimonio de una mujer herida que ha querido narrar en voz alta su peripecia para evitar el posible dolor de otras mujeres. ¿Qué sucedió aquella lluviosa noche de mayo? ¿Es posible, como cuenta la protagonista, que ninguno de los soldados de guardia viera lo ocurrido? ¿Es posible, como se pregunta Dolores Quiñoá, que el silencio de la obediencia ciega se impusiera incluso en una situación tan humillante? ¿Cómo reaccionaron sus compañeros -todos hombres- cuando supieron lo que había pasado? Un tortuoso camino que ha conducido a esta mujer a los tribunales militares y civiles. Hoy, a pesar de que su causa ha sido archivada y recurrida, sus sentimientos de desesperación e impotencia continúan vivos. Por ello ha decidido «romper el silencio del terror en el que he vivido y luchar para que la Justicia tenga el lugar que le corresponde en el Ejército.» Este libro, en el que se incluye una conmovedora carta a S.M. la Reina de España, constituye otra de las formas de sacar a la luz la verdad de lo ocurrido.
«Fue, entonces, cuando, en apariencia exhaustas las fuerzas, cansados los ciudadanos de tanto abandono revestido de prudencia, de tanto adormecimiento suministrado por sus falsos líderes morales, asumieron la tremenda responsabilidad de aquella hora y protagonizaron contra viento y marea de coacciones y trampas electorales la rebelión cívica, a la que aspiraba el mártir Fernando Buesa, y mil mártires más. Así me gustaría que terminara esta historia, que está por escribirse, porque la libertad es, siempre, mejor que la servidumbre». Frente a la exaltación interesada y beata de la transición, el autor señala y desmenuza el error del proceso: el sistema electoral. Frente al chantaje y los complejos de culpa, reivindica España como sociedad abierta. Frente al constante intento del nacionalismo de pervertir los mecanismos democráticos, desentraña su trasfondo totalitario y las amenazas que representa para la libertad personal. El suicidio de España es el libro imprescindible para, en la actual hora de emergencia nacional, comprender y superar el nacionalismo.
Érase una vez un joven psicoterapeuta francés llamado Hector, cuyo consultorio era frecuentado por una clientela fiel y selecta. Ante los ojos de un observador externo, su posición parecería envidiable, pero, sin embargo, Hector no era feliz. Un buen día, comprendió que su infelicidad se debía, precisamente, a que no lograba hacer felices a sus pacientes. Con sorpresa, comprobó que por más riquezas que poseyeran y placeres que disfrutaran, nadie estaba satisfecho consigo mismo. Así que las preguntas se agolparon en la mente de Hector: ¿por qué no somos capaces de apreciar la vida que tenemos y nos pasamos el tiempo soñando con una mejor? ¿Acaso la clave de la felicidad se encuentra en el éxito material o más bien en las relaciones con los demás? ¿Realmente depende de las circunstancias o del modo de ver las cosas? Y así fue como Hector, en un alarde de pundonor profesional, se propuso averiguar qué es lo que hace feliz a la gente, y para descubrirlo emprendió un viaje a lo largo y ancho de este mundo, dispuesto a llegar hasta los confines del globo para hallar el verdadero secreto de la felicidad. Tras no pocas aventuras y algunos encuentros asombrosos, los hallazgos de Hector se vuelcan, resumidos y ordenados, en estas páginas rebosantes de sentido común y, por qué no decirlo, de sabia resignación. «Es éste un cuento deliciosamente naïf, un divertimento iconoclasta que te reconcilia con el mundo [...] lejos de una moral de pacotilla, Lelord nos ofrece una definición de felicidad diferente.» LExpress
Cansado de las desventuras sentimentales de sus pacientes, Hector el joven psiquiatra parisino que en El viaje de Hector recorrió medio mundo en busca de la felicidad acepta el encargo de localizar al inventor del filtro del amor, una fórmula científica para enamorar a quien se desee y conseguir además que ese amor sea eterno. La insólita misión lo conduce hacia el Lejano Oriente, hasta los salones de masaje camboyanos, los grandes hoteles de Shangai y las selvas vietnamitas. Y mientras viaja por el continente asiático, Hector se plantea numerosas preguntas sobre la naturaleza del amor: ¿reside el secreto en la química? ¿Por qué el sufrimiento amoroso es tan devastador? ¿Es posible amar a dos personas a la vez? ¿Es el amor compatible con la fidelidad? ¿Es posible el amor sin deseo? Las respuestas del inquieto psiquiatra están condensadas en forma de máximas y aforismos sobre la pareja, el adulterio, el sexo, la belleza, los celos, el deseo, la ternura, la pasión, el engaño... en suma, un verdadero compendio sobre las claves secretas del amor. Desde que François Lelord abandonó su consulta de psicoanalista por la escritura, sus obras han seducido a numerosos lectores que siguen con pasión a un narrador que ha sabido crear un género propio: la fábula moral envuelta en novela de viajes y aventuras. Con esa especial mezcla de ingenuidad e ironía con que desgrana lúcidas reflexiones fruto de su larga experiencia clínica, Lelord ha vuelto a cosechar en Francia y Alemania el inmenso éxito que logró años atrás con El viaje de Hector.
Tal como hiciera en sus viajes anteriores, donde surcó el mundo en busca de las claves de la felicidad y del amor, Hector abandona de nuevo su consulta parisina para conquistar la cima más difícil: el arte de envejecer. Día tras día, el joven psiquiatra francés ha escuchado de boca de sus pacientes los lamentos, frustraciones y melancolía que genera la naturaleza huidiza del tiempo, así que la misteriosa desaparición de un viejo monje tibetano que conoció en China le brinda la ocasión perfecta de partir. Hector intuye que el anciano, con su erudición y experiencia, es la única persona que tiene las respuestas a sus preguntas, y en su esfuerzo por encontrarlo conocerá una serie de personajes que le darán una perspectiva distinta de las cosas, ayudándole a contemplar con nuevos ojos el significado del tiempo en nuestras vidas y en el universo.
Luis Cernuda es hoy, sin duda, el poeta más vivo de su célebre Generación. Eso no quiere decir, necesariamente, que sea el mejor poeta del 27 (época llena de poetas estupendos) pero sí que es el que está más próximo a nuestro sentir actual. ¿Le ayudó a el