Prosa: no ficción



SIDRA CON ROSIE (LEE, LAURIE)
«Los últimos días de mi infancia fueron también los últimos días de la aldea. Yo pertenecía a aquella generación que vio, por casualidad, el final de una vida milenaria. [...] Yo, mi familia, mi generación, nacimos en un mundo de silencio; en un mundo de trabajo duro y necesaria paciencia, un mundo de espaldas dobladas hacia la tierra, cuidado manual de los cultivos, dependencia de la meteorología y de la cosecha; un mundo en que las aldeas eran naves en paisajes vacíos y las distancias entre ellas largas; un mundo de caminos marcados por cascos y ruedas de carretas, no hollados por la gasolina y el petróleo, apenas transitados por las personas y casi nunca por placer, por los que lo que más rápido se movía eran los caballos.» Laurie Lee revive en esta novela, una de las más queridas y leídas por sus compatriotas, su infancia en una aldea de la campiña inglesa. Pese a nacer en 1914, un mes antes del comienzo de la Primera Guerra Mundial, sus recuerdos son amables y llenos de cariño hacia un mundo que iba a desaparecer.

LA FILOSOFÍA DEL VINO (HAMVAS, BÉLA)
Panfleto contra los puritanos de todo pelaje (tanto ateos como pietistas), La filosofía del vino es también un entusiasta canto a la vida, en el que el lector descubrirá la relación entre beber y vivir bien. Un texto lleno de humor que nos enseña que «la ebriedad no es otra cosa que la forma superior de sobriedad, de vida iluminada».

¿HAY VIDA EN LA TIERRA? (VILLORO, JUAN)
¿Hay vida en la Tierra? cuenta cien historias tan diversas como contundentes, cien relatos apoyados en una prosa adictiva. Juan Villoro analiza el extraño misterio de ser mexicano, se ocupa de la forma en que la tecnología modifica nuestras relaciones, desarrolla una teoría del mariachi, presencia una confesión del escritor japonés Kenzaburo Oé, conoce a dos tortugas en el campo de concentración de Dachau, abre una maleta que encierra el dolor del exilio republicano, enfrenta el desafío mayúsculo de pedir un capuchino y diseña un episodio de Los Simpson en el Distrito Federal. Hilarante catálogo de las paranoias, malentendidos, molestias e ilusiones que conforman la vida cotidiana, ¿Hay vida en la Tierra? traza un singular retrato de nuestra época. El registro de los sucesos transita con fluidez de lo culto a lo popular. Los afilados aforismos de este libro pueden venir de Nietzsche, una galleta china de la suerte, un gurú del kung-fu, un taxista extraviado, una niña de siete años o un peluquero deprimido. Imprescindible manual de primeros auxilios para entender la forma en que el presente se convierte en tradición, ¿Hay vida en la Tierra? revela secretos para cuidar amistades como peces dorados, llegar al destino con oportuno atraso y entender la despedida como un poema épico. Villoro, en una exhibición literaria de primer orden, logra que la indómita vida diaria adquiera sentido al ordenarse en una historia. «Es de una visión que resulta compulsiva y exacta; que no se rinde, inagotable» (Francisco Magaña, Letras Libres). «Un observatorio de lo cotidiano. Pequeños relatos que siempre tratan de vincular el destino individual con alguna cosa del mundo exterior que está cambiando las costumbres y que refleja la época actual» (Yanet Aguilar Sosa, El Universal).

LA PELL DE LA FRONTERA (SERÉS GUILLÉN, FRANCESC)
Els vells camins del Baix Cinca i del Segrià s’han perdut i se n’han obert de nous que continuen per Europa i Àfrica i arriben fins a Romania i Ucraïna, fins a Mali, el Senegal, el Camerun, la Xina i l’Índia. Durant els darrers quaranta anys els rius han canviat el llit i s’han rebaixat les serres. Els arbres arriben de Califòrnia i els homes, de tot arreu. Les direccions i les distàncies són tan diferents que ja no serveixen ni els mapes de sempre ni els mateixos relats: els homes escriuen el seu final mentre, sense poder evitar-ho, esborren el seu començament. A La pell de la frontera hi cap tothom: de fora i de dins, homes del cap dret, homes del cap cot, homes que arriben per quedar-se i homes que es voldrien quedar però que no acaben d’arribar mai. Els protagonistes conten com ha canviat un món que no saben del cert si és seu, que s’acarona i s’esgarrapa. Un món que és seu i nostre.

LA DECADÈNCIA DE LA MENTIDA . UN COMENTARI (WILDE, OSCAR)
La decadència de la mentida (1898) no és només un dels diàlegs de més abast teòric d’Oscar Wilde, sinó que representa el seu manifest antinaturalista i una contribució tan notable com polèmica, fins i tot avui dia, al debat sobre el valor de l’art. Per Wilde, quan s’exigeix a l’art que renunciï a la bellesa—l’aspiració humana més elevada—per assolir la veritat, se sacrifica una de les capacitats més extraordinàries de l’ésser humà: la de transformar la realitat. Crear significa ordir mentides meravelloses per convertir el món en un lloc digne del nostre esbalaïment. I quan l’Art aconsegueix alliberar-se de les cadenes del realisme, deixa d’imitar la Natura i la Vida i n’esdevé el model.

LA COCINA FUTURISTA . UNA COMIDA QUE EVITÓ UN SUICIDIO (MARINETTI Y FILLIÀ, FILIPPO)
«Contrariamente a las críticas que se le han hecho, y que pudieran hacérsele, la revolución culinaria futurista presentada en este volumen se propone el grande, noble y útil designio de modificar radicalmente la alimentación de nuestra raza, fortificándola, dinamizándola y espiritualizándola con la ayuda de alimentos absolu tamente nuevos en los que la experiencia, la inteligencia y la imaginación forman un sustituto económico a la trivialidad, la repetición y el gasto. Nuestra cocina futurista, regulada para las grandes velocidades como el motor de un hidroavión, parecerá loca y peligrosa a los ojos de un paseante melindroso, cuando en realidad tiende a crear una armonía entre el palacio de los hombres y su vida de hoy y de mañana. Con algunas célebres y legendarias excepciones, los hombres se han alimentado hasta el presente como las hormigas, las ratas, los gatos y los bueyes. Con nosotros, los futuristas, nace la primera cocina auténticamente humana, el arte de cocinar que, como todo arte, excluye el plagio y exige la originalidad creadora. Publicamos esta obra no por azar durante una crisis económica mundial cuyo desarrollo futuro puede parecer incierto pero que con seguridad nos supondrá la depresión y el pánico. A este pánico nosotros oponemos una cocina futurista, es decir: el optimismo a la mesa.»

SOBRE LA MORT I L’AMOR . MOTIUS PER A L’ESPERANÇA (RIGOL ROIG, JOAN)
La mort de la persona estimada, amb qui hem edificat i compartit un espai únic al llarg de la nostra convivència, és un sotrac que sentim com una mutilació. La seva mort ens causa un dolor immens, ens canvia la vida i ens obliga a modificar la relació que tenim amb el nostre entorn i amb nosaltres mateixos. Però ¿és just que la mort signifiqui una separació definitiva i absoluta? L?esperit que compartíem ¿pot quedar fossilitzat en un grapat de fotografies i en uns quants records materials? Sense la presència física de l?ésser estimat, ¿podem compartir-hi encara els fets nous que afecten la intimitat de la nostra solitud? ¿Podem dialogar-hi més enllà dels límits temporals? En aquest assaig, que és fill de la seva tesi doctoral en Filosofia, Joan Rigol prova de donar resposta a aquestes i altres preguntes, seguint el fil conductor del seu pensament cristià sobre la mort i l?amor, i posa en ordre els motius d?una esperança que pot ser compartida per molts.

LA ESTETIZACIÓN DEL MUNDO . VIVIR EN LA ÉPOCA DEL CAPITALISMO ARTÍSTICO (LIPOVETSKY, GILLES / SERROY, JEAN)
La estetización del mundo de Lipovetsky y Serroy no es una obra de sociología corriente. Al igual que en La felicidad paradójica y en La pantalla global, volvemos a encontrarnos no con un ensayo parcial que aborda aspectos puntuales de la sociedad contemporánea, sino con una obra general, de gran aliento, con un fuerte contenido teórico, que viene a resumir las propuestas de obras anteriores, sin olvidar la tesis central del sociólogo parisino: la economía ya no se rige por el oportunismo de la oferta y la demanda, sino por una lógica basada en la dinámica de la moda: producción de mercancías crecientemente diferenciadas y renovadas y búsqueda de una parcelación del consumo que incremente los beneficios y las satisfacciones. En cierto modo es el fin que buscaba Piero Sraffa, el gran estudioso de David Ricardo: la producción de mercancías por medio de mercancías. La producción ya no impone, ensaya; la distribución no vende, seduce; y el consumo supera el estadio de la necesidad para conquistar el reino de la libertad. Los autores repasan multitud de procesos y aspectos: la evolución del comercio-espectáculo, la revolución del diseño, la fusión de arte y economía, el look, el empaquetado, el turismo cultural, lo kitsch, la dictadura de la belleza, los reality shows, los tatuajes, los ricos y famosos, el cine, la música portátil, la comida basura, Internet, las redes sociales. Ni que decir tiene que Lipovetsky y Serroy describen un estado ideal de cosas que en teoría reflejaría el funcionamiento perfecto de la democracia liberal. Saben que el capitalismo produce injusticias, diferencias económicas crecientes, y toneladas de basura y fealdad, pero no describen el peor aspecto del capitalismo, sino la mejor cara que podría tener. No todas las democracias son iguales. Sin perder de vista estas premisas, La estetización del mundo es un auténtico tratado de ética de la producción y el consumo que se convierte en ética estética precisamente porque los dos procesos tienden al mismo fin: la reproducción del mundo a la medida de nuestros deseos: es la felicidad paradójica del mejor de los mundos que puede ofrecer el capitalismo global que nos invade.

EL HAMBRE (CAPARRÓS, MARTÍN)
«Conocemos el hambre, estamos acostumbrados al hambre: sentimos hambre dos, tres veces al día. No hay nada más frecuente, más constante, más presente en nuestras vidas que el hambre –y, al mismo tiempo, para muchos de nosotros, nada más lejano que el hambre verdadera.» Para entenderlo, para contarlo, Martín Caparrós viajó por la India, Bangladesh, Níger, Kenia, Sudán, Madagascar, Argentina, Estados Unidos, España. Allí encontró a quienes, por distintas razones –sequías, pobreza extrema, guerras, marginación–, sufren hambre. El Hambre está hecho de sus historias, y las historias de quienes trabajan en condiciones muy precarias para paliarla, y las de quienes especulan con los alimentos y hambrean a tanta gente. El Hambre intenta, sobre todo, descubrir los mecanismos que hacen que casi mil millones de personas no coman lo que necesitan. ¿Un producto ineludible del orden mundial? ¿El fruto de la pereza y el retraso? ¿Negocio de unos pocos? ¿Un problema en vías de solución? ¿El fracaso de una civilización? El Hambre es un libro incómodo y apasionado, una crónica que piensa y un ensayo que cuenta y un panfleto que denuncia el apremio de una vergüenza sostenida y busca formas de terminar con ella. El Hambre suscitó un enorme entusiasmo en la pasada Feria de Frankfurt: en 2015 se publicará en más de quince países; entre ellos Inglaterra, Francia, Italia, Alemania, Holanda, Suecia, Estados Unidos, Brasil, Taiwán. Dice Martín Caparrós: «Si usted se toma el trabajo de leer este libro, si usted se entusiasma y lo lee en –digamos– ocho horas, en ese lapso se habrán muerto de hambre unas ocho mil personas: son muchas ocho mil personas. Si usted no se toma ese trabajo esas personas se habrán muerto igual, pero usted tendrá la suerte de no haberse enterado. O sea que, probablemente, usted prefiera no leer este libro. Quizás yo haría lo mismo. Es mejor, en general, no saber quiénes son, ni cómo ni por qué. (Pero usted sí leyó este breve párrafo en medio minuto; sepa que en ese tiempo sólo se murieron de hambre entre ocho y diez personas en el mundo –y respire aliviado).»