"Érase una vez" ha sido la fórmula tradicional para contar una historia desde el principio de los tiempos. Pero, ¿qué ocurre con los relatos cuando se cuentan por ordenador, incluyen texto, imagen y sonido, ofrecen varios caminos narrativos, o incluso son interactivas? ¿De dónde vienen tales narraciones? Este ensayo profundiza en los relatos contados por ordenador (obras narrativas digitales) y en su origen múltiple (o filiaciones literarias, cinematográficas, videográficas y postmediáticas). Porque cuando contamos historias con el ordenador ya no decimos ?érase una vez?, sino "érase unas veces".
Cosas que ya no existen es una deliciosa crónica personal, el testimonio directo de una vida y de una época. Pero también una invitación a un viaje, una fascinante travesía con escalas, un pulso tenza con la memoria, que, poco a poco, desvela detalles, situaciones y objetos para reconocer, finalmente, que no está libre de lagunas y que esos silencios, aunque involuntarios, resultan, cuando menos, sospechosos. Con un admirable dominio de los recursos narrativos y una deslumbrante capacidad de evocación, Cristina Fernández Cubas hilvana algunos de sus recuerdos más intensos hasta conformar un mágico laberinto de personajes, sensaciones, momentos históricos, paisajes, sueños, desengaños y fascinaciones en esta peculiar historia de historias en la que los auténticos protagonistas son escenas del pasado con una característica común: hoy parecen imposibles, pertenecen a una época extinguida, a un mundo que ya acabó. El salón biblioteca de la casa de su infancia, la afrenta moral de una monja en el colegio, los cuentos que a ella y a sus hermanas les contaba una singularísima niñera, los viajes en transatlántico en los años setenta rumbo a Sudamérica, las estancias en Buenos Aires y Egipto, o la muerte de su hermano mayor son, entre otras muchas historias, esas cosas que ya no existen y que Cristina Fernández Cubas nos devuelve ahora, con toda sinceridad y maestría, en estas páginas inolvidables.
Érase una vez una niña de nombre Carla, que vivía feliz en el barrio de una gran ciudad. Había dos mujeres a su lado, Maria y Núria, las dos dispuestas a darle ese cariño tan especial que solo una madre dispensa a sus hijos. El tiempo fue pasando, y Carla fue a la escuela; allí no era tan fácil explicar que sus «padres» eran dos señoras, y la cosa se complicó aún más cuando, de jovencita, empezó a buscar las palabras que hablaran de su vida, sin subterfugios ni apaños. Ahora esa niña ya es una mujer y ha decidido contar su historia, un relato insólito y emotivo que empieza en el otoño de 2005, justo el día en que Maria y Núria pudieron por fin casarse, y camina hacia atrás, recordando los momentos más peculiares de su experiencia como hija de una pareja lesbiana. Tras los rostros de Carla, de Núria y de Maria hay un sinfín de mujeres reales que durante mucho tiempo tuvieron que vivir una vida a medias, escondiendo sus sentimientos: a todas ellas va dedicado Dos madres, un libro que reclama el derecho a buscar la felicidad desde la diferencia. «Va por vosotros, hijos e hijas de gays y lesbianas, porque ya es hora de que todos salgamos del armario.» MURIEL VILLANUEVA
Una pasión: el reporterismo. Un lugar: el mundo, de Kosovo a Calcuta. Un deseo: mimetizarse con el ambiente, enterarse de cuanto ocurría, apuntarlo con minuciosidad de notario y transmitirlo a sus lectores para que pudiesen vivir la aventura a través de ella. Según Cristina López Schlichting, en sus viajes como periodista «no ahorraba riesgos, no me importaba dormir en el suelo o utilizar letrinas inmundas; me era indiferente si había o no comida, si se trataba de subir montañas o bajar a las cuevas. Soy consciente de habérmela jugado cuando fui la primera periodista en entrar en la ciudad ocupada de Valona, en Albania, disfrazada de monja. De Marruecos volví con el cuerpo arado por los mordiscos del alambre bífido de la frontera; de las minas de Asturias salí molida por las agujetas. Estaba poseída por un fervor incesante, enamorada de mi profesión». Para que estos años intensos y apasionantes no se perdieran en el olvido, la autora de Yo viví en un harén ha reunido en estas páginas sus mejores trabajos. La vida en un harén, el contacto con un grupo de skinheads o las huellas de un desastre como el huracán Mitch dan forma a estas memorias de una reportera que, con el anzuelo del dolor o el de la alegría, se ha visto siempre atrapada en las redes de la realidad.
Barcelona ja no és la gran ciutat fabril que fou entre els segles XVIII i XX quan proliferaren obradors, tallers, naus i fàbriques. Aquest llibre recupera part daquesta memòria industrial i la dels seus protagonistes: emprenedors, enginyers, tècnics, obrers i obreres que van ser capaços dadaptar-se a les innovacions, alhora que lluitaven per millorar les seves condicions de vida. Dentre els diversos productes fabricats a la ciutat ens hem fixat en els articles més utilitzats o consumits per una societat en transformació: xocolata, paraigües i ombrel·les, perfums i sabons, gel i gelats, editorials i arts gràfiques, cervesa i begudes carbòniques, joguines i jocs, llei i iogurt, llana, seda i cotó.
En «Estrictamente bipolar», Leader muestra que el incremento en el diagnóstico de dicho padecimiento(en los últimos veinte años ha aumentado en un 4000%) va acompañado de un cambio dramático en su percepción: acorde a la energía y vitalidad ilimitadas que la economía de mercado exige a sus individuos,los estados maníacos asociados a la bipolaridad son bien vistos y alentados en el entorno laboral, pues se considera (erróneamente, según Leader) que están en sintonía con las exigencias competitivas de la época. Incluso en el multimillonario negocio de la prescripción de medicamentos asociados para lidiar con la bipolaridad se toman en cuenta las exigencias «profesionales y de estilo de vida», para no atentar del todo contra los estados maníacos que exhiben aquellos diagnosticados.
"¿La mejor manera de encabezar una lista de 15 títulos que animen a leer es un libro que ofrece veinte razones más para no volver a hacerlo nunca? Si se hace con este inesperado y delicioso libro, lo devorará en una tarde cargado de dudas. ¿Leer nos vuelve feos? ¿Holgazanes? ¿Pedantes? ¿Nos aísla del mundo? ¿Nos vuelve reaccionarios? ¿Leer es peligroso? Por cierto, también acabará con más ganas de leer de las que ha tenido nunca". Daniel Arjona (El Confidencial). Manuel Rivas escribió sobre este libro, cuando salió en francés: «Creo que se debería traducir y distribuir gratuitamente el libro de Pierre Ménard».
El ser cursi es independiente de la posición, de la riqueza y hasta de la belleza natural de un sujeto. Así de tajantes y decididas son las afirmaciones que hace Francisco Silvela (1843-1905) en este opúsculo, que además de una reflexión lúcida sobre la cursilería, posee un gran sentido del humor. La tendencia a la falsificación y a lo inauténtico son también rasgos de lo cursi. Toda afectación, ya sea a través del exhibicionismo de los pedantes, el deseo de aparentar o como actitud suprema de esa forma servil del pensamiento guiada por el temor a caer mal, está en la base de la cursilería. Francisco Silvela nos ayuda a distinguir a los cursis de los que no lo son, y a desentrañar esa retórica plagada de exaltación de los sentimientos, abuso de la abstracción y regodeo en el pasmo, tan propia de todos los tiempos.
Pese al alto valor de la poesía de Antonio Machado (1875-1939) -reflejado en " Campos de Castilla, Soledades. Galerías. Otros poemas " y en " Poesía " , publicadas en esta biblioteca de autor-, su obra no se agota en el campo de la lírica, sino que se extiende al terreno de la especulación filosófica, la indagación moral, las valoraciones estéticas y la reflexión política. " Juan de Mairena " (1936) representa, en este sentido, la cristalización de uno de los idearios más ricos, profundos y ambiciosos de nuestras letras. La presente edición incluye como apéndice unos «Apuntes inéditos», fechados en 1933-1934, que sirvieron a Machado como borrador de la edición definitiva.
Como, por exemplo, saltar ao mundo dos contos. Alí agardan por ela personaxes que coñecemos de sempre e que a necesitan para solucionar un problema ben gordo.