Merlín, o máis sonado dos encantadores artúricos, agacha tras de si unha personalidade complexa -á vez profeta, meigo, habitante dos bosques, talvez druida...-forxada a cabalo dos séculos XII e XIII. Lonxe dos tópicos cos que hoxe en día se adoita a rodea-la súa figura, o presente libro traza a súa evolución, dende as orixes nas literaturas celtas e as crónicas galesas escritas en latín, ata os testemuños peninsulares serodios, xa a finais da Idade Media. Amósanos así o proceso de formación do carácter merlinesco, desenvolvido por medio de aportacións graduais que irán enriquecendo a súa lenda: o neno sen pai que profetizara para o rei Vortigen, o adiviño tolo da fraga de Calidon, o seu amor pola Dama do Lago e a terrible vinganza desta.Ó mesmo tempo, da súa man descobrimos os máis personaxes e motivos da corte do rei Artur: a Mesa Redonda, Escalibur, Morgana ou a illa de Avalon. Universo poboado de fadas e cabaleiros e cheo de misterio e cortesía, eternamente vivo no imaxinario da cultura de Occidente e que paga a pena coñecer na súa versión orixinal.
Alonso Enríquez de Guzmán (Sevilla, 1499 - ¿Alemania, 1547?) fue uno de aquellos hidalgos castellanos ´pobres de hacienda y ricos de linaje´ a los que la falta de medios empujó a buscar fama y fortuna por los inmensos dominios de su Emperador.. . Un impul
"Estigma" igual a "falta de información" ¿Quién no ha oído hablar del estigma social? Es la marca con la que se señala a aquellos que la sociedad, por falta de información, ve diferentes. Antonio Ramos, debido a la enfermedad mental que sufrió, experimentó en primera persona lo que es vivir marcado con un estigma. A través de "Stop al estigma de la salud mental" quiere incidir en este tema. Quiere luchar por el derecho de igualdad que todos tenemos. Quiere que nadie por el mero hecho de padecer una enfermedad mental sea señalado como "alguien raro" o extraño. Esta palabra, "estigma", procede del griego. Hace miles de años significó mancha o picadura. Después, en latín, los estigmas eran las heridas que aparecían en los cuerpos de los devotos cristianos. Hoy, sus connotaciones son totalmente negativas. En la actualidad quien soporta la carga de un estigma (creado injustamente), es alguien que es tratado de forma discriminatoria, alguien a quien no se llega a comprender o se deja de lado por ignorancia. Se prejuzga a la persona, porque realmente se desconoce su enfermedad. Desde mi punto de vista, como periodista, creo que los medios de comunicación y libros como el que ahora tenemos entre las manos, son una herramienta eficaz para luchar contra este tipo de "estigmas". Se debe informar a la sociedad y despejar las dudas que existen sobre las diferentes enfermedades mentales, para eliminar esos estigmas que pesan sobre muchas personas. Antonio ha escrito el último libro de esta trilogía, que comenzó con "Diario de una enfermedad mental", y aporta su último granito de arena para ayudar a quienes padecen este tipo de enfermedades. Su meta: facilitarles la integración en la sociedad. Su reto: conseguir que la sociedad vea a las personas con enfermedad mental como lo que son personas, con una enfermedad, que con tratamiento y seguimiento, actúan y viven de forma totalmente normalizada en la mayoría de los casos. Conociendo a Antonio, conociendo su caso, y leyendo estos libros, sabemos que es posible. Déborah M. Labrador (Periodista de información social. Portal Discapnet)
El Novelista Malaleche ataca de nuevo en Guadalajara 2006. En esta ocasión, acompañaremos a Germán Buenaventura en su carrera por asistir a la Feria Internacional del Libro de Gualajara, donde se sucederán un asesinato tan cruel como ridículo y un robo misterioso, se irán desvelando todos los secretos del mundillo literario y nuestro escribidor de provincias ideará el extravagante proyecto Pepsicola Pink project next Generation como diatriba contra "lo moderno". Junto a los papeles de Malaleche podremos leer los testimonios de la experiencia mexicana en la FIL 2006 de Juan Cobos Wilkins, Salvador Compán, Eva Díaz Pérez, Pablo García Casado o Félix, Palma entre otros muchos escritores. Salvador Gutiérrez Solís continúa, tras El Batallón de los perdedores, cargando de ironía, más ácido, más divertido y con más puntería. Asistiremos aquí a la denuncia del juego sucio de vanidad y afinidades interesadas, de los premios literarios por encargo, de los críticos sensacionalistas y vislumbraremos todas las fuerzas invisibles que, en no pocas ocasiones, mueven el engranaje de la literatura.
Esta vez, la cabrona interior que toda mujer lleva dentro sale en busa del amor, del ligue, de la relación... Y no deja títere con cabeza al hablar de las dos primeras semanas maravillosas, de decir sí cuando se quiere decir no, de los amores convertidos