Ir al contenidoPreescolar y jardín de infancia
El cuaderno consta de 39 fichas y desarrolla los siguientes trazos: punteo libre, línea vertical de 20 y 10 cm, línea horizontal de 20 y 10 cm, línea vertical y horizontal de 6 cm, trazo oblicuo superior, trazo oblicuo inferior, trazo oblicuo mixto, vocal "i", curva abierta a la derecha, curva cerrada a la derecha o trazo circular, vocal "o", vocal "a", curva abierta arriba libre, curva abierta arriba enlazada, vocal "u", espiral a la izquierda, bucle hacia arriba, vocal "e".
Libro del alumno del tercer curso del Proyecto Miryam de Religión Católica en Educación Infantil.
Libro del alumno del segundo curso del Proyecto Miryam de Religión Católica en Educación Infantil.
Libro del alumno del primer curso del Proyecto Miryam de Religión Católica en Educación Infantil.
Desde hace décadas, la realidad y la teoría de Lóczy han sido una fuente inagotable de reflexión y de inspiración para mejorar el trabajo cotidiano de los maestros en cuanto a la manera de hacer, y por lo tanto también a la manera de ver y respetar al niño. El librito que tienes en las manos es una joya de esta pedagogía, hace años tan poco conocida y ahora tan desvirtuada, que se ha construido día tras día en la pequeña mansión con un gran jardín de la calle Lóczy de Budapest, una casa donde se han aunado de manera excepcional la vida al lado de los niños con la investigación sistemática del Instituto Pikler, combinación todavía hoy única en el mundo de la educación de los más pequeños. Hacer accesible a todo el mundo lo que es complejo es una característica de su estilo de trabajo, por eso la lectura de este librito resulta sencilla, fácil, pero lo que plantea es de una gran profundidad. Por lo tanto, hay que estar alerta, su lectura exige tiempo y reflexión. Como sucede tantas veces con el juego de los niños, el delicado hilo de la narración se podría banalizar, pero, si se toma en serio, puede ayudar al lector a convertirse en un adulto más diestro en las relaciones que establece con el niño y su juego.
Este libro se podría titular Siguiendo el hilo de Ariadna, en referencia a la bella metáfora con la que Loris Malaguzzi describía la sutileza de los procesos de aprendizaje que llevan a cabo los niños y las niñas y que algunas veces las personas adultas son capaces de seguir. Es, sencillamente, lo que ha hecho la autora. Seguir ese hilo de seda, casi imperceptible; un hilo que requiere mucha delicadeza para poder verlo, documentarlo y recogerlo. Al leer este libro, nuestro trabajo parece fácil, solo habría que estar atentos, como quien dice, lo cual ya es mucho; pero aún es insuficiente, porque en todo lo que se describe hay espontaneidad por parte de los niños, pero en ningún caso por parte de la maestra. Todo puede resultar fácil si existe un trabajo constante, riguroso y profundo antes, durante y después de la actividad del grupo. La experiencia de seguir el hilo posee un elemento remarcable: el tiempo. Tres años de trabajo con un mismo grupo de niños y niñas permite un largo itinerario de relaciones y construcción de conocimientos juntos, de diálogos y complicidades, de entendimiento y de progreso. La confianza en el grupo, en cada niño, hace visible la madurez de una maestra que, de forma sencilla, conduce al lector por el laberinto de los aprendizajes; solo hay que dejarse llevar.