La acción se sitúa en una pequeña aldea del litoral gallego, hacia mediados de los años 40; uno de esos pueblos tranquilos de los que la gente que en ellos vive apenas sale más de una o dos veces en su vida, como no sea a Santiago con motivo del viaje de novios, o para arreglar unos documentos de propiedad ante el notario. Aquí los días transcurren parejos y las estaciones se suceden sin que nada turbe el pacífico discurrir de la vida en este lugar apartado del mundo, frente al océano; ese océano que el loco del pueblo, extasiado, no cesa de contemplar como si quisiera captar su misterio insondable; y que provee con sus piedras pulidas por las mareas al feliz Pedrero que hará partícipe de sus descubrimientos al cerdo Antón, su amigo, durante los paseos que den ambos a orilla del mar. El único elemento que enturbia apenas la paz de la aldea es la eterna pugna entre los dos amigos contrabandistas y el sargento de la Guardia Civil que trata con todas sus fuerzas de atraparlos en plena fechoría. Pero esas escaramuzas y correrías son precisamente la sal y la chispa de las habladurías en el bar, que es el lugar donde se cuenta, se escucha y se transacciona todo, el centro social del pueblo, en definitiva. Será en este espacio, precisamente, donde irrumpa el primer elemento forastero que romperá la paz del pueblo, implicando en su remolino a prácticamente todos sus habitantes: el mafioso que encarga a los contrabandistas, que debido a una desgracia están en la miseria, la misión de recoger del mar el diamante robado en un trasatlántico fugaz que pasará bordeando la costa. En la barbería, en cambio, bastión de la civilización, las noticias llegan por el periódico, que lee de manera harto fantasiosa el chico protagonista a los contertulios que allí se reúnen habitualmente. Y será leyendo el periódico como el chico llegará a comprender el asunto que se trae entre manos la compañía Pestinor, que trata, valiéndose de muy rastreras artimañas, de edificar junto al mar un complejo fabril de consecuencias nada ecológicas. Este será el segundo elemento ajeno al pueblo que traiga consigo la discordia y que, a su vez, logre aglutinar a todos sus habitantes en una acción conjunta contra el no deseado incursor, de marcado carácter coral. Vemos, así, cómo las voces y actuaciones de los distintos personajes, que al principio nos parecían tan particulares y únicos, no sólo no distorsionan unas con otras, ni van cada una independientemente de las otras, sino que, conforme avanza la acción, se van ensamblando y conjuntando hasta formar un entramado final de total cohesión actuando todos a una y componiendo una única piña social polifónica que hubiera hecho las delicias de Castelao, (e incluso, porqué no, de Lope de Vega). Son precisamente esos habitantes tan entrañables que pueblan la historia los que dan vida a este fresco que refleja en toda su sencillez y riqueza ese mundo y esa forma de vida tan libre y natural que asociamos a la infancia y a momentos de nuestra vida pasada, o a determinados enclaves que hemos conocido en nuestros viajes y que añoramos vivamente en el fondo de nuestro ser, y a cuya irremediable desaparición asistimos con una mezcla de impotencia y estupefacción.
Aborda la historia del amor, en las dos décadas posteriores a la Guerra Civil, como idea cultural, como parte sustancial de la comprensión humana de la realidad y como forma de organizar las prácticas individuales y sociales que desempeñaron un papel cru
Las tropas franquistas no solo ganaron la guerra con la derrota del ejército republicano. Necesitaron desarrollar un control efectivo del territorio y la población. La Victoria se impuso en el campo de batalla, pero también se construyó día a día, por me
El objetivo principal de este libro, nos dice el autor, «no es escribir una historia de la ciencia y la tecnología bajo el franquismo (que también), sino tratar de entender su papel en la constitución del nuevo régimen» a través de sus proyectos de redención de la España salida de la guerra civil. De este estudio surge un panorama distinto al habitual de los años difíciles de la autarquía: un panorama en que la investigación científica y técnica aparece, no como una simple herramienta del poder, sino como «un elemento constituyente que dotó de contenido al régimen».
La Sección Femenina del Movimiento Nacional fue la correa de transmisión de los valores morales y políticos derechistas del régimen de Franco. Estuvo dirigida por la hermana de José Antonio Primo de Rivera, el carismático fundador del partido fascista de la Falange. Muerto José Antonio en 1936, Pilar Primo de Rivera aplicó la visión de una «revolución falangista» imaginada por su hermano a su propia organización en desarrollo, con sus afiliadas de élite (los mandos) encargadas de hacer volver a las mujeres a sus funciones tradicionales en la sociedad. Tras haber realizado tareas benéficas y asistenciales durante la Guerra Civil, las afiliadas de la Sección Femenina se responsabilizaron de la educación social, política y doméstica de todas las mujeres y muchachas a lo largo de la existencia del régimen. En este estudio fascinante, la autora examina la base ideológica de la Sección Femenina, haciendo especial referencia al trabajo y modo de vida de sus mandos. El libro indaga la paradoja de que la Sección Femenina fuera un sostén leal del franquismo y constituyese, al mismo tiempo, un desafío para la base de clase y social del régimen en los años anteriores a 1959. También se analiza la aportación de la Sección Femenina a la legislación, la prosperidad económica y el tejido social de España durante ese periodo. Obra importante de historia social y cultural, Las mujeres y el fascismo español será una lectura esencial para quienes estén interesados en conocer el lugar y la función de las mujeres en la historia de Europa y en la España del siglo XX.
Este relato estremecedor es un testimonio historiográfico acerca de Teresa Andrés, una persona aún poco conocida, pero cuya trayectoria personal y profesional representa las esperanzas de progreso y renovación cultural que fueron brutalmente truncadas por la Guerra Civil y el exilio. Nacida en 1907, inició su actividad en el ámbito bibliotecario adquiriendo un fuerte compromiso por la democratización de la cultura. Declarada la Guerra Civil, fue responsable de la sección de bibliotecas de Cultura Popular, e intervino en la creación de bibliotecas en hospitales, batallones y hogares del soldado. La victoria franquista significó el fin de su carrera profesional pero no de su compromiso antifascista en la Francia ocupada. Murió, en 1946, a los 39 años, cuando la derrota de las potencias del Eje abría una nueva época para la democracia en Europa y un nuevo capítulo en la lucha antifranquista.
Alfredo Sánchez Bella (1916-1999) fue uno de los dirigentes españoles con una de las carreras políticas más intensas y dilatadas del franquismo. Desde muy pronto estuvo relacionado con los círculos de Acción Católica que colaborarían con el régimen bajo el liderazgo de Alberto Martín Artajo al frente del Ministerio de Asuntos Exteriores. El empeño por integrar al nuevo Estado en los organismos internacionales sin alterar su sustancia ideológica fue una constante en la actuación diplomática de Sánchez Bella. ¿Qué función le asignó en este cometido a la comunidad hispanoamericana?, ¿cuál fue la posición adoptada con respecto a Europa y su proceso de integración? Son preguntas que hallan respuesta en este libro, en el que el lector además podrá adentrarse en las razones que inspiraron la promoción de la candidatura de Otto de Habsburgo al trono de España, los intentos por instaurar un Estado presidencialista coronado, o los motivos del ascenso de Sánchez Bella al Ministerio de Información y Turismo tras la crisis de gobierno de 1969. En fin, una oportunidad para conocer de cerca los entresijos de la política española de aquellos años y sus estrategias diplomáticas hacia América y Europa a través de la biografía de uno de sus principales protagonistas.
en la primavera de 1947, don juan de borbón divulgaba un manifiesto en estoril y, a la vez, publicaba una entrevista en the observer, de londres, proclamando la necesidad de una españa reconciliada y democrática. aquel año, la dictadura del general franc
Este libro es el primer estudio sobre las relaciones entre España, Gran Bretaña y los Estados Unidos en el periodo 1942-1945, que se basa no solo en una evaluación exhaustiva de la correspondencia diplomática y política accesible, sino que también tiene en cuenta documentación personal de los principales actores políticos y diplomáticos implicados, entre los que destacan: Winston Churchill, Franklin D. Roosevelt, Samuel Hoare, Carlton Hayes, Anthony Eden, Alexander Cadogan, Cordell Hull y Harry Hopkins. De esta manera, y sobre la base de documentación desconocida hasta la fecha, ha sido posible desglosar el conjunto de intereses divergentes en lo que respecta tanto a la definición de la política oficial como a la actitud y las intenciones de las diferentes figuras que movían las fichas sobre el tablero de las relaciones con la dictadura, y que condujeron a constantes malentendidos y diferencias en vista de la manera de tratar a Franco. Así, más allá de las interpretaciones tradicionales que se basan en la relevancia de los intereses estratégicos de Londres y Washington en la política hacia España de cara a la consecución de la victoria, es decir su encaje en la batalla contra las potencias del Eje, queda por primera vez al descubierto la trama de las conspiraciones y de intereses interpuestos que se centraban en la cuestión del Régimen.
Más de una década después de la muerte de Franco, STANLEY G. PAYNE ha emprendido la ambiciosa tarea de reconstruir la historia política del régimen, aplicando los criterios de rigor y objetividad que han orientado todas sus investigaciones. EL RÉGIMEN DE FRANCO analiza los rasgos principales de la economía, la sociedad, la política y la cultura del período con el propósito de explicar no sólo el funcionamiento del sistema y las transformaciones producidas en su seno a lo largo de casi cuatro décadas, sino también las causas que impedían su institucionalización definitiva. El estudio de los precedentes doctrinarios del franquismo (con atención especial a la dictadura del General Primo de Rivera) y los avatares de la guerra civil abren paso a la descripción de los dos grandes períodos en que se subdivide la historia del régimen: la etapa de la dictadura propiamente dicha (de 1939 a 1959) y el período de desarrollo y decadencia (de 1959 a 1975). Stanley G. Payne concluye que la política y el sistema de valores de Francisco Franco agotaron una época y no constituyeron el comienzo de una nueva experiencia. «No pudo construir la España del futuro, ni en la forma que él había planeado ni -mucho menos- en la que adoptó tras su muerte. Su importancia en la historia de España no reside en su prolongada permanencia en el poder, sino más bien en los enormes cambios que tuvieron lugar en España durante su mandato, algunos fomentados o incluso ejecutados directamente por su régimen y otros en contradicción última con todo lo que éste representa. Franco dio forma a la culminación de un período y una corriente del pasado de España, pero su época se convirtió en la transición definitiva a una era muy diferente, en la que los nuevos dirigentes de España han demostrado una impresionante capacidad para aprender las lecciones de la historia, aunque no precisamente las que su didáctico Generalísimo trató de enseñarles.»
El objetivo fundamental de este trabajo es analizar las instituciones que intervinieron en el desarrollo bibliotecario en España en la etapa en que comienza a aplicarse por primera vez en el país una política de bibliotecas definida y estudiar cómo influyeron en la evolución posterior de ésta. Cronológicamente, el libro se centra en los años treinta y cuarenta del siglo XIX, momento en que tuvo lugar la supresión de las comunidades religiosas en España, la nacionalización de sus bienes y el establecimiento de una política cultural-bibliotecaria para hacer frente al reto de la conversión de los objetos artísticos y literarios de los conventos y monasterios en bienes nacionales. Ello no ha sido impedimento para rastrear el estado de la Administración desde comienzos de siglo, así como para aportar información que va más allá de 1849. La obra se organiza en cuatro grandes capítulos. El primero está destinado a la Administración central, que fue la principal institución encargada de la política bibliotecaria y la clave del éxito o el fracaso de ésta. En el segundo, se estudia la Administración territorial (ayuntamientos y diputaciones provinciales), que representaban los órganos administrativos más próximos al ciudadano en el ámbito local. En tercer lugar, se analizan las comisiones creadas específicamente para que se ocuparan de los bienes nacionales. Por último, se detalla el papel que desempeñaron ciertos organismos que, aunque no pertenecían a la Administración (como universidades o academias) o, incluso, eran entidades privadas (como las sociedades económicas), dejaron la impronta de su intervención, decisiva en muchas ocasiones. La obra tiene la ventaja de utilizar profusamente fuentes primarias inéditas y de escasa difusión, con lo que aporta información desconocida y muy enriquecedora para este tipo de estudios. Se trata de una investigación original con una visión multidisciplinaria que permite un conocimiento omnicomprensivo del fenómeno analizado