Estudio historiográfico sobre las depuraciones del franquismo en el sector del profesorado en el ámbito de la enseñanza secundaria. Se analiza el grado de incidencia y peculiaridades de estas depuraciones, así como la detección, de forma cualitativa, de cómo les afecta esta circunstancia en el terreno personal y profesional, dependiendo de su condición de hombre y mujer. Se incluyen cuadros y reproducciones de algunos documentos, por ejemplo hay una reproducción de gran parte del expediente de una de las profesoras. Hay un listado de los 1824 expedientes revisados, indicando el legajo en que se encuentran. Contiene datos estadísticos.
La cultura de la vivienda en propiedad se consolidó en la población española durante las dos primeras décadas del franquismo. Las políticas de vivienda franquistas reflejaban los prejuicios patriarcales sobre la familia y la mujer del nacionalcatolicismo, y la creencia falangista en el poder moderador de la propiedad sobre el radicalismo social. El régimen de Franco utilizó la vivienda de protección oficial como elemento central de su propaganda social y para encuadrar a los productores en el sindicalismo vertical. La tenencia en propiedad demostró, vía garantía hipotecaria, que era la mejor opción para los negocios. Solo entonces, la iniciativa privada entró en el campo de la vivienda social y, en pocos años, los terrenos se llenaron de torres de pisos. El presente libro intenta explicar el proceso holístico de creación de una cultura de propiedad relacionada con el mercado de la vivienda, y cómo los falangistas se fueron adaptando a los intereses inmobiliarios que habían intentado moldear.
Partiendo del análisis detallado de la sección de defunciones del Registro Civil podemos conocer con exhaustividad a cuántas personas afectó la represión franquista hasta las últimas consecuencias: el fusilamiento ante un pelotón de ejecución. Las víctimas han sido clasificadas por grupos de edad, por profesiones y según el estado civil y, cuando ha sido posible, se ha averiguado la procedencia geográfica. Todas estas cifras, escalofriantes, han estado, sin embargo, identificadas con sus nombres propios, en un ejercicio para restituir la memoria de la represión y para dotar de cara y ojos aquellos muertos, muchos de los cuales habían sido «olvidados» a la fuerza durante tantos años de dictadura. Aunque se centra en el caso de las ejecuciones, el libro aporta una gran cantidad de casos singularizados de víctimas de la represión que murieron en las celdas de una prisión o «ejecutadas» por las fuerzas de orden público, a la vez que revive el clima en que se produjeron las muertes, con un análisis de las leyes represoras del régimen y de la situación social en que se aplicaron. Un trabajo que pretende sacar a la luz, identificar, a las víctimas de la dictadura franquista que reponen en los cementerios y que constan en los registros civiles del País Valencià.
Vicente Llorens (Valencia, 10 de enero de 1906-5 de julio de 1979) puede ser considerado, hasta la fecha, como el mejor historiador de los exilios culturales españoles. Estudiante de la Facultad de Filosofía y Letras en las universidades de Valencia y Madrid (1921-1926), lector de Español en la universidad italiana de Génova (1927-1928) y en las alemanas de Marburg (1929-193o) y Colonia (1930-1933) -en donde trabajó a las órdenes de Leo Spitzer-, a su regreso a Madrid pasó a integrarse, a inicios de 1934, en la sección de Literatura española contemporánea del Centro de Estudios Históricos, dirigida por Pedro Salinas. Profesor de literatura y luego director de la Escuela Internacional Española hasta julio de 1936, durante los tres años de la guerra civil desempeñó diversas responsabilidades militares, ascendió a teniente de carabineros del Ejército republicano y, por su conocimiento de varias lenguas, actuó como traductor del socialista austríaco Julius Deutsch. Exiliado en Francia, consiguió finalmente trasladarse a la República Dominicana, en cuya capital -entonces denominada Ciudad Trujillo- desembarcó el 7 de noviembre de 1939. Profesor de literatura española en la Universidad de Santo Domingo (1940-1945), aquellos años dominicanos los evocó en su libro Memorias de una emigración (1975). Profesor de Literatura española en la Universidad de Río Piedras, Puerto Rico (1945-1947), se incorporó a continuación a la Johns Hopkins University de Baltimore, Estados Unidos, en donde a la sazón ejercían sus maestros Leo Spitzer y Pedro Salinas. Tras permanecer en Baltimore dos años (1947-1949) y a instancias esta vez de Américo Castro, pasó a ejercer su docencia e investigación en la muy prestigiosa Princeton University, New Jersey, en donde permanecería hasta su jubilación en 1972. Emérito de Princeton, ejerció entre 1972 y 1976 como Profesor de Español en State University of New York at Stoney Brook y durante la primavera de 1977 fue profesor visitante en Harvard. Vicente Llorens dedicó sus trabajos y sus días como investigador a tres temas fundamentales: el exilio de los liberales durante el Romanticismo, la personalidad y la obra literaria de José María Blanco White y el exilio republicano de 1939, al que él mismo pertenecía. Fruto de esas investigaciones fueron libros tan espléndidos como Liberales y románticos. Una emigración española en Inglaterra, 1823-1834 (1954), Memorias de una emigración (1975) o La emigración republicana de 1939 (1976), que contribuyeron decisivamente a consolidar su autoridad científica y prestigio internacional. Además de sus muy numerosos artículos y estudios, no olvidemos tampoco sus ensayos, publicados algunos de ellos con los títulos de Literatura, Historia, Política (1967) y Aspectos sociales de la literatura española (1974); ni su edición de una Antología de Blanco White (1971), ni su libro ya póstumo sobre El romanticismo español (1980). En este año 2006, en que conmemoramos el Centenario de su nacimiento, han aparecido también en esta misma Biblioteca del Exilio sus Memorias de una emigración. Santo Domingo (1939-1945). Edición a cargo de Manuel Aznar Soler. Manuel Aznar Soler (Valencia, 1951) es catedrático de Literatura Española Contemporánea y director del Grupo de Estudios del Exilio Literario (GEXEL) en la Universitat Autónoma de Barcelona.
Con el rescate de tres de sus primeras obras, la presente edición pretende rendir un homenaje al poeta, encuadrado dentro de la «quinta del 42» o «generación de los falsos jóvenes», aquellos que vieron truncada su primera juventud por la Guerra Civil, y que, derribada toda esperanza, «morirá con el desencanto».
Pese a nuestro aislamiento político y cultural, el pop español de la década prodigiosa alcanzó un sobresaliente nivel de calidad e hizo posible que en un país tradicionalmente alejado de sus vecinos, aparecieran los primeros jóvenes europeos: los chicos y chicas ye-yés. Sólo para fans es una especie de guateque en letra impresa amenizado por los principales conjuntos y solistas de la época: Dúo Dinámico, Los Brincos, Los Bravos, Los Sirex, Lone Star, Los Salvajes, Los Pekenikes, Pop-Tops, Los Ángeles, Los Pasos, Los Iberos, Formula V, Los Payos, Los Canarios, Nuestro Pequeño Mundo, Los Módulos, Smash y decenas y decenas de grupos más; y solistas como Gelu, Raphael, Bruno Lomas, Luis Aguilé, Joan Manuel Serrat, Karina, Manolo Díaz, Mari Trini, Juan Pardo y muchos otros vocalistas de primera, segunda... y última fila. Pero como la música ye-yé y pop española de los 60 era un fenómeno que excedía el ámbito más o menos íntimo de los guateques, el libro es también un paseo por las películas como «Megatón Ye-Yé», las dos de los Bravos o «Un, dos, tres, al escondite inglés». Por programas televisivos tales como Escala en Hi-Fi, por revistas juveniles como Fans o Mundo Joven, por las emisiones radiofónicas de locutores como José Mª. Íñigo o Ángel Álvarez, por los turísticos Festivales de la Canción, y por la publicidad y la moda de esos días fans-tásticos. Gerardo Irles, mediante un texto escrito desde la perspectiva de un fan, muestra cómo aquella maravillosa música inventada por los Beatles no se agotó en una década y vuelve a recorrer Europa, Japón, EE.UU. o Australia. Una copiosa documentación gráfica al estilo de la época completa esta edición dedicada tanto a los nostálgicos de la década prodigiosa, como a los que hoy empiezan a descubrir sus incontestables valores musicales.
Esta obra, de carácter colectivo y multidisciplinar, analiza, describe e interpreta la acción exterior de determinados personajes bajo la bandera de la España franquista, o a su favor. Dentro de esa nómina de colaboradores (por no decir «fieles funcionarios») se incluyen diplomáticos de carrera (que en muchos casos traicionaron a la Segunda República), periodistas, escritores o sacerdotes que, pese a proceder de ámbitos políticos, ideológicos o personales muy diferentes, coincidieron en la defensa y promoción de la causa franquista en el extranjero durante los convulsos años de la guerra civil y la segunda guerra mundial. Mediante la aproximación y estudio de tales «diplomáticos y propagandistas» (como el conde de Jordana, el duque de Alba o José Félix de Lequerica, además de otros menos conocidos) se analizan también las relaciones bilaterales entre España y países como Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia, Italia, Suiza o Cuba, lo que contribuye decisivamente a un mejor conocimiento y comprensión de la política exterior y cultural española en la primera mitad del siglo XX. La labor que desempeñaron en Europa y América estas personalidades en beneficio de la consolidación y aceptación del régimen de Franco, durante la guerra civil y la segunda guerra mundial, pone en evidencia la ambivalente, ambigua y poliédrica política exterior española.