En un momento como el actual en el que los cimientos de la cultura política moderna se evidencian cuestionados y sometidos al juicio de unos hechos que parecen negarlos con fuerza, resulta más necesario que nunca poner en claro las raíces de la modernidad política. Éste es el motivo que ha llevado a quienes hacen Clásicos del Pensamiento de Tecnos, a publicar una edición completamente nueva de la vieja antología preparada por el profesor Tierno Galvan a invitación de Don Antonio Truyol. Junto con una nueva traducción de De Cive desde el original latino, más fiel a la letra y el espíritu original, se incluye aquí un esclarecedor estudio preliminar debido a Richard Tuck, el más brillante exponente de la segunda generación de la Escuela de Cambridge (de la que forman parte John Dunn y Quentin Skinner). Tuck demuestra en este estudio -en el que se incluye una soberbia descripción de la evolución del pensamiento político europeo en la segunda mitad del XVI y primera del XVII - que las raíces de la modernidad política tienen su matriz en el humanismo republicano, con el que el propio Hobbes no fue nunca demasiado consciente de haber roto, y responden a un deseo de hacer frente a la situación de anarquía existencial de los sentidos a que abocaba las propuestas del escepticismo representadas por Montaigne. Hobbes es pues, la clave de la modernidad política, y su estudio representa también el análisis de lo que está sucediendo en nuestro tiempo. Conociendo sus escritos sabremos porqué la sociedad actual se resiste a ser modelada desde la política, el derecho, y el Poder Constituyente. Entenderemos cuales pueden ser los límites a una acción política que se proclame autónoma de la sociedad.
Un análisis riguroso ameno y poliédrico sobre el poder y sus afluentes a través de las opiniones obtenidas de seis entrevistas con algunos de los personajes más influyentes de los medios de comunicación (Juan Luis Cebrián), de la política (Felipe González), de políticos-empresarios (Rodolfo Martín Villa) de la banca (Isidre Fainé) y de la empresa (Marcos de Quinto). ¿Quién lo tiene? «Cuando alguien dice que tiene poder es que no lo tiene» (Antoni Garrigues) «Lo importante es hacer cosas. Para tener poder hay que hacer cosas». ¿Cómo es? «El poder es anómico: ni nombres, ni normas, ni límites no se sabe bien quién es» (Felipe González). ¿Real o percepción? «El poder es percepción por parte de quien tienes delante» (Marcos de Quinto). ¿Quién se lo merece? «¿Cómo encontrar hoy personas con autoridad moral para ejercerlo?» (Rodolfo Martín Villa). ¿Quién tiene a quién? «Los políticos no siempre tienen el poder. El poder los tiene a ellos y no cumplen con lo que prometen porque no pueden» (Juan Luis Cebrián). ¿Qué es o no es? «El poder es la prueba del hombre» (Isidre Fainé).
Visión del autor, sobre el Concepto de historia de Walter Benjamin, uno de los textos filosóficos y políticos más importantes del siglo XX y también uno de los más incomprendidos. El estudioso Michael Löwy sitúa dicho documento en la totalidad de la obra del autor alemán.
Benedict Anderson examina la creación y la difusión mundial de las "comunidades imaginadas" de la nacionalidad. Muestra cómo un regionalismo que se había creado en las Américas fue adoptado y adaptado por movimientos populares y por las potencias imperialistas en Europa, y en Asia y África por las resistencias antimperialistas.
Esta es la crónica de cómo una periodista y escritora española, andaluza, en pleno impasse profesional, tras la crisis global y su maternidad, pasa de ver en televisión la huida de un millón de refugiados por el Egeo a vivir como reportera el mayor éxodo en Europa tras la Segunda Guerra Mundial. María Iglesias embarca al lector en el viaje que hizo al otro extremo del Mediterráneo para rodar un documental sobre el caso del arresto, en 2016, en Grecia, de bomberos españoles acusados de tráfico de personas. Y acaba ante un desafío que afecta a toda la sociedad: garantizar en territorio europeo los derechos humanos o violarlos. En sus dos viajes a Lesbos, en 2016 y su regreso allí en 2018 para informar sobre el juicio a los bomberos, María Iglesias constata la violencia institucional sobre víctimas de la guerra siria, del arrasado Irak, del Daesh, los talibanes y otros conflictos de Oriente Próximo. Las historias de la familia iraquí Tomán, los yazidíes Noh, el paquistaní Adeel Ilyas, la afgana Kobra Rezai y, en particular, la pareja sirio-kurda encarnada por Ferhad y Shirin evidencian cómo el faro de legalidad y civilidad que dice ser la Unión Europea traiciona sus cimientos hasta poner su continuidad en riesgo. La autora deja asimismo evidencia de la estigmatización creciente del migrante como herramienta del fascismo para resurgir y abocar al vértigo actual. Sin embargo, en las historias de este libro, frente al abismo emergen la fraternidad, simbolizada por una misteriosa solicitante de asilo, y la esperanza, semilla de un mito sobre las granadas. Asideros para no claudicar.
«Nuestro enemigo, el Estado» es la obra maestra del teórico estadounidense Albert Jay Nock. Un tratado de filosofía política publicado en 1936 cuyas meditaciones, no obstante, encuentran claros ecos en nuestra actualidad sociopolítica y económica. Libro de cabecera de autores tan influyentes como Murray Rothbard, Frank Chodorov o William F. Buckley, Jr., «Nuestro enemigo, el Estado» se erige en un lúcido e imperecedero monumento al antiestatismo. «Cuando Nuestro enemigo, el Estado apareció en 1935, fue su mérito literario y no su contenido filosófico lo que llamó la atención. La gente no estaba preparada para sus predicciones, y mucho menos para el argumento en que estas predicciones se basaban ( ) En menos de una década se hizo evidente para los americanos que su país no era inmune a la filosofía que había apresado al pensamiento europeo. Los tiempos estaban demostrando la tesis de Nock, y mediante un irresistible boca a boca se manifestó un gran interés por el libro cuando ya no estaba disponible». Del prefacio de Frank Chodorov «Nock lleva a cabo un acertado retrato de lo que es el Estado, no desde el punto de vista económico en sí, sino desde el punto de vista de la ética. El Estado es una organización criminal en cuanto se vuelve un fin para sí mismo en lugar de un medio para el ciudadano. Su única fuente de financiación es el robo, los impuestos, y su modus operandi, la violencia. Más aún, el Estado se nutre de la mentira para comprar votos. ( ) Fíjese, lector, que los mantras que soltaba Roosevelt en los años treinta eran los mismos que nos dicen los políticos actuales. Son las mismas mentiras y seguimos creyéndonoslas. Como en aquel entonces, ahora vivimos un cambio de ciclo que marcó la crisis. Las soluciones del Estado no han variado: más Estado por nuestro bien; pero la realidad choca una y otra vez con las promesas». Del prólogo de Jorge Valín «El Estado moderno cada vez más se manifiesta como el mal que filosofías centenarias se proponían identificar, y que los sistemas constitucionales pretendían evitar. Esto plantea la cuestión de si la existencia del Estado, con su propio interés en el desarrollo de un monopolio del uso de la fuerza, podría augurar otra cosa que los continuos ciclos de guerra, represión, dislocaciones económicas, y cualquier otra forma de conflicto o desorden colectivo. ¿Serán capaces las mentes de hoy en día, deseosas de entender la realidad en lugar de aceptar sin más una simple teoría política basada en la esperanza, de resistir un cambio en el pensamiento como el ofrecido por Nock y otros muchos que aportan explicaciones del estatismo basado en un pragmatismo con principios?». De la introducción de Buttler Shaffer
El llamado nuevo orden mundial, nos dice Chomsky, es como el viejo con otro disfraz. Cómo funciona ese «gobierno del mundo» que garantiza el dominio universal de las naciones ricas (sus reglas básicas siguen siendo las mismas: los débiles están sometidos a la fuerza de la ley, mientras los poderosos se sirven de la ley de la fuerza); se imponen a los pobres los principios de la «racionalidad económica», mientras los ricos se aprovechan del poder y de la intervención del estado. Chomsky desarrolla su razonamiento a través de la denuncia concreta de acontecimientos y situaciones, vistos en una cruda realidad que los medios de comunicación callan o disfrazan. Su reconsideración histórica de la guerra fría (que toma en cuenta los abusos y los crímenes de los dos bandos), el relato de los horrrores de «la matanza del Golfo», el desenmascaramiento del orden político-económico de los Estados Unidos, le permiten ofrecernos un panorama realista del «nuevo» orden mundial y de sus reglas de juego.
Este es un libro sobre una región en transformación. Desde que dio inicio el siglo XXI, América Latina está dejando de ser el patito feo de los años de la deuda y las dictaduras militares para convertirse en uno de los lugares más dinámicos y novedosos del planeta. Nuevas estrategias políticas exitosas están emergiendo como una alternativa al neoliberalismo, un modelo económico y social nacido en Londres y Washington que ha llevado al mundo a la peor crisis conocida en más de sesenta años. Nuevos líderes de origen popular, como el malogrado Hugo Chávez, Lula o Evo Morales han llegado a una fiesta, la del poder, a la que no habían sido invitados, ocasionando las consabidas molestias a los dueños del universo y sus administradores. "Una América Latina inconveniente" relata el despertar de un continente dando voz a movimientos sociales invisibles que sembraron la semilla del cambio. En el libro están presentes, además de los líderes que están guiando el proceso de cambio, las mujeres indígenas bolivianas, los pobres de los barrios populares de Caracas y Río, los defensores de la naturaleza de Ecuador, los campesinos sin tierra, las comunidades indígenas colombianas que viven en medio de la guerra, los mexicanos azotados por los cárteles del narco... Es un libro sobre una región que está aprovechando la decadencia de los Estados Unidos y la mayor presencia de China para, después de 500 años, conseguir que América Latina vuelva a ser de los latinoamericanos. Mark Aguirre (Félix Lasheras, Zaragoza 1954) es un itinerante con raíces. Ha vivido en varios países de Asia, América y Oriente Medio donde ha trabajado como periodista, pero dice que América Latina es una de sus referencias identitarias. Vivió en México durante casi diez años. Fue profesor de Sociología Política en la Universidad Veracruzana. Hizo estudios de Maestría en el CIDE y se doctoró en Estudios Latinoamericanos por la Universidad Nacional Autónoma de México. Antes de dedicarse al periodismo trabajó en España como economista. Se graduó en Barcelona, en la Universidad Autónoma. Ha sido corresponsal del diario El Mundo en Beijing y en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York. Es autor de tres libros y docenas de artículos. Actualmente reside en Mozambique.