Una costilla sobre la mesa es un libro valiente que trasciende lo confesional para ahondar en el misterio y en lo incomprensible. Un libro que atraviesa de una manera singular espacios apenas transitados por la literatura en castellano. Un libro que hace de la mística poesía, como si Santa Teresa de Jesús o San Juan de la Cruz escribieran en el siglo XXI.
Carlos Kaballero, el poeta de redes que reformula el realismo sucio con un poemario repleto de crítica social y nocturnidad. Estas páginas están hechas de insomnio. Cada una de sus palabras es un trozo de madrugada. Textos escritos en la noche, sobre la noche y para la noche... Porque el amor, la vida, la soledad, el sexo y el mundo se ven de un modo distinto bajo la luz de un flexo en la ciudad callada. Porque la angustia de la falta de sueño transporta a un lugar brumoso en el que se confunde la realidad... O tal vez al contrario, se vea todo demasiado claro. «Tú encárgate de viviry de hacerme vivir contigo,yo me encargaréde dejar todo estopor escrito.»
Una antología que reúne los grandes nombres del romanticismo inglés. «El soplo de la más humilde de las flores puede ofrecer pensamientos que a menudo encuentro demasiado profundos para desgarrarlos.» Wordsworth, Coleridge, Lord Byron, Shelley y Keats constituyen una secuencia que bajo el nombre de poesía romántica inglesa puede citarse al lado del teatro griego o de la novela rusa como una de las cimas indiscutibles del espíritu humano, y del que ningún lector inquieto debería privarse. Escritos en la encrucijada de un absolutismo que se resiste a desvanecerse y una revolución liberal que no termina de cuajar, y con un ánimo incapaz de confiar en promesas divinas pero que no puede dejar de ver un halo de trascendencia en la naturaleza, estos poemas son ejemplos de tensión humana y de indagación expresiva. Las sensuales meditaciones de Wordsworth sobre la caducidad y el tiempo, los paisajes helados y mágicos de Coleridge, la altivez revolucionaria -en la política y en el corazón- de Byron, las prodigiosas y exquisitas odas de Keats y los desvíos visionarios de Shelley, de quien recogemos por primera vez en castellano su obra maestra, El triunfo de la vida, concurren en las luminosas páginas de un libro que sirve en nuevas traducciones de Gonzalo Torné un conjunto de poemas sin los que la humanidad no sería la misma.
CUANDO se vive el invierno de la vida, la mirada del poeta contempla no sólo el paso del tiempo, sino también el paso de la historia. Los mundos desa - parecidos nos obligan a buscar la identidad en la memoria, pero también a tomar conciencia del significado del presente. Un asombroso invierno nos habla de esta tensión ética entre el ayer y el hoy cuando el futuro deja de tener peso en las preguntas más personales sobre el tiempo y la historia. Las complicidades de lo vivido, el amor, la música y la poesía se unen para dar testimonio de una experiencia de verdad radical, opuesta a los mundos virtuales y al dictado de lo efímero. Joan Margarit es un maestro que ha hecho de la poesía el ámbito de su honestidad personal y de su compromiso con la realidad. La serenidad de una tensión misteriosamente feliz define los asombros de este invierno. LUIS GARCÍA MONTERO
A finales del siglo XII, Tokio fue devastado en buena medida por incesantes catástrofes: tornados, terremotos e incendios. Su población vivía sumida en un clima de inquietud constante. Ch?mei, que acababa de cumplir cincuenta años y había rechazado la buena vida del funcionario de la corte por la incierta existencia del poeta, abandona la aristocrática residencia familiar de la capital para vivir en una modesta casa a las afueras, donde busca más libertad para escribir y un mayor dominio sobre su propia vida. Cinco años después, aquella toma de distancia no parece ya suficiente. Se marcha entonces al Monte Hino, donde él mismo construye una diminuta cabaña de apenas tres metros cuadrados, lo justo para dormir, leer, escribir, hacer música y meditar según los preceptos de Buda. Teniendo en cuenta el carácter efímero de todas las cosas, sólo en una morada ínfima y provisional puede uno vivir en paz y libre de todo temor, piensa. Aquella cabaña se convirtió en su universo. A través de la poesía, la imaginación y el vínculo espiritual con la naturaleza que lo rodeaba, el espacio se hizo infinito.
La poesía de Francisca Aguirre se construye en la restitución del tiempo humano, en la articulación de una relación plena entre palabra y memoria que evita los elementos sublimadores o trascendentes para situar la plenitud precaria de la vida (de una vida, de todas las vidas) en el centro mismo del lenguaje. Su obra cuestiona el tiempo de los mitos para prestar atención al de la mujer que testimonia, de modo firme y doloroso, su vivir en la historia reciente. Lo que leemos son palabras duras, palabras en las que están adheridos restos de huesos, de cartílagos, de tierra y raíces muertas, de escombros y cicatrices de la infancia, de la paleta completa de colores y sonidos del pintor o del músico, del deseo y las conchas de animales que el mar desprendió por la fuerza del oleaje de su primera trabazón. Palabras regadas con sangre. Vivas. Voraces.Verdaderas. María Ángeles Pérez López (del prólogo)
Lo sucedido a continuación no es propiedad de nadie; pero las personas que intervinieron en los hechos sí podrían ver vulnerada su intimidad, tal y con se reconoce en el artículo 18 de la Constitución Española. Lo impreso suele ser una pequeña parte del
Si tuviéramos que designar un heredero de la poesía clara y difícil de Salvador Espriu y de la poesía bondadosa e intensa de Miquel Martí i Pol, Joan Margarit sería, sin duda, el elegido. La dureza y, al mismo tiempo, la ternura del refugio contra la intemperie que es su extensa y reconocida obra poética lo sitúan entre los poetas catalanes más valorados por la crítica y los lectores.
Prólogos de Arthur Terry y Pere Gimferrer.Traducción de Pere Gimferrer, José Agustín Goytisolo y José María Valverde.En el extenso prólogo que abre este volumen, Arthur Terry afirma con gran acierto sobre Gabriel Ferrater (1922-1972): «A veces dicen los críticos que un escritor ha ?creado su propio mundo?. A esto podríamos contestar que el único mundo que queremos es este en que vivimos y, por consiguiente, que lo que esperamos de un poeta es que escriba unos cuantos poemas buenos sobre este mundo. Ferrater es un poeta que cumple admirablemente este criterio: sobre todo, sus poemas representan un intento serio y variado de mostrar lo que significa vivir en el mundo ?un mundo que es asequible a cualquier persona capaz de verlo.» La obra reunida aquí se nos muestra como uno de los logros esenciales de la poesía hispánica de su generación. Sin duda, nos hallamos ante la obra de un poeta de primera magnitud, un escritor cuya apuesta literaria no sólo se mantiene intacta, sino que ha adquirido aún más sentido años después de su primera aparición
Eleanor sabe que es un desastre. Hoy, sin embargo, le echará valor y se enfrentará a los pequeños asuntos cotidianos. Se duchará y se vestirá. Llevará al colegio a su hijo Timby y luego irá a sus clases de yoga y de poesía. No dirá tacos. Tomará la iniciativa y retomará el sexo con su marido, Joe. Sin embargo, antes de que pueda poner en marcha su modesto plan, ocurrirá algo: la vida. Resulta que ese día Timby decide hacerse el enfermo para poder estar con su madre. Y Joe decide contar a sus compañeros de trabajo (aunque no a su mujer) que está de vacaciones. Justo cuando parece que las cosas no pueden ir peor, el reencuentro con un antiguo colega profesional amenaza con revelar un secreto familiar enterrado hace mucho." Hoy todo será distinto " es una historia divertidísima y emotiva sobre la reinvención, sobre la complicidad familiar y sobre cómo en ocasiones hay que plantar cara al antiguo yo para poder empezar a vivir de verdad.
El " Diván del Tamarit " es la constatación final de cómo Lorca supo asimilar el artificio. Su último poemario es una quimera, un decorado con fondos pictóricos de colores y luces vivas, rebosante de jardines metafóricos en los que las rosas " quieren ser otra cosa " . El poeta toma la tradición árabe, un pasado donde el imaginario de los sentidos, la noción de voluptuosidad parece haber sido desarrollada como en ninguna otra época histórica. El objetivo final es ese gran homenaje al erotismo, por lo que cada figura, cada matiz, cada paisaje construido, tiene un doble significado que viene a jugar con un concepto: sensualidad.
Fran Barreno es amigo de las palabras porque juega con ellas. Las coloca con la delicadeza de los dedos de Penélope y las lanza con la fuerza de un brinco de Elliot. La poesía lo ha escogido y él ha dado su vida. Este libro es todo lo que empieza cuando algo acaba. Y su autor, alguien que no teme el silencio porque lo ha enfrentado con rabia. Que busca la fuerza. Y la encuentra. Chris Pueyo
Cincuenta haikus a los que acompañan una veintena de ilustraciones a la tinta, esbozos a vuelapluma, continuación de la poesía por otros medios Hallar la paz: sentarse en la raíz, cerrar los ojos. . . . La resonancia de una piedra lanzada al agua muda. . . . Notar que aquí nada sobra ni falta. Cuadro acabado.