En 'Pastel de nirvana', el autor desmenuza el gozo y la extrañeza de vivir, con un lenguaje preciso y claro, donde resalta el valor del instante; e intenta descifrar el enigma sin fondo del amor con sus luces cambiantes.
«Cuando en el año 2013, la Universidad de Harvard puso a disposición del público los papeles privados de Emily Dickinson, encontré un repertorio de 9000 palabras, ordenadas alfabéticamente que registraba de modo exhaustivo las recurrencias verbales de la autora. No pude sustraerme a la tentación. Disponía increíblemente de sus palabras organizadas con la meticulosidad del Diccionario Webster, de cierta intimidad por haberla traducido, y también, por cierto, de una admiración de larga data. Elegí, sin pensarlo, las palabras que más resonaban conmigo y a partir de allí, escribí Archivo Dickinson, con todo lo que tiene de homenaje y desmesura.» M. Negroni
Con este poema continuo en tres movimientos, Guillermo Carnero retorna a la poesía extensa tras Espejo de gran niebla (2002), Fuente de Médicis (2006) y Cuatro noches romanas (2009), añadiendo un quinto eslabón a la serie iniciada en 1999 con Verano inglés. El título alude, en italiano y en español, tanto al precioso papel pintado que se fabrica en Florencia como a una epístola allí surgida y escrita, no en vano el imaginario del libro es básicamente florentino, con ecos lisboetas y romanos. Meditación acerca del amor, el sexo y el desamor como estímulos de la visión del mundo, de la conciencia de la propia identidad y de la revelación de ambas en el discurso de la poesía, Carta florentina indagael impacto de la realidad en los sentidos, su erosión por el paso del tiempo y su reaparición en la conciencia como haz de símbolos engarzados por una lógicaemocional que se formula en lenguaje para redimir la degradación y la pérdida, y para que esa formulación perdure. El agua es símbolo central: en forma de lluvia, río, marea, ola y fuente da cuenta del flujo del presente hacia el olvido y de su restitución en la memoria recobrada y escrita.
Sus versos rezuman un desencanto lúcido sobre las conquistas penosas de la libertad en las dimensiones amorosa, política, lingüística y doméstica. Pero de estos impedimentos nacen la belleza y la dignidad, y el poeta canta los resquicios de ternura y de cobijo en la memoria del dolor. La poesía es una casa de misericordia porque ampara en circunstancias adversas, porque es una experiencia solidaria, solitaria, compasiva y clarificadora: «Yo deseo que mi poesía sea una sala que dé amparo a alguien» dice en «El museu d’Art Modern». Y aquí coincide con la poeta rusa Anna Ajmátova, para quien «la sabiduría implica la ternura, y sin ternura no puede haber un buen poema», recuerda el escritor en el prefacio de Todos mis poemas.
Primer libro de poemas de Marwan, publicado por primera vez en Editorial Noviembre donde el autor habla de territorios afectivos y territorios sociales, del deseo de mejorar y del deseo carnal, de la dificultad de tener verdad y comprensión entre dos, y por extensión, de la tristemente lejana justicia social. Hay en este libro poemas en los que no se sabe si es invierno o verano, pero se siente lo desapacible. Otros que nos hacen ver que el destino es siempre nuestras ganas. Muchos que nos harán reconocernos, entre avergonzados y agradecidos. Perdonados. Son poemas que al hablar de un hombre hablan de todos, porque este hombre tiene la capacidad de serlos todos, tal es su empatía.
Primer libro-disco de Marwan, donde culmina su pequeña autobiografía en forma de poema apuntes sobre mi paso por el invierno, los apuntes poéticos de toda una vida emocional. En este caso se trata de un solo poema que abarca todas las páginas del libro, donde desde la infancia va relatando los diferentes paisajes emocionales por los que el autor ha transitado a lo largo de su vida, con sus amores y desamores como detonador de todo aprendizaje. Es la primera vez en su obra que Marwan mira con agradecimiento a las heridas por todo lo aprendido de los fracasos. Se estrena en una poesía más reflexiva y menos visceral manteniendo algunas constantes: la mirada tierna, la empatía, la prosa poética (o la poesía narrativa) y la sorpresa que aporta el hecho de estar vivo en constante evolución
Charles Simic es el poeta de mayor autenticidad en nuestro tiempo. Su voz única le ha hecho merecedor del Premio Pulitzer y de una larga lista de reconocimientos entre los que se encuentra el haber sido elegido Poeta Laureado del Congreso de los Estados Unidos. El señor de las máscaras es uno de los libros fundamentales de su bibliografía. La imaginación de Charles Simic es prodigiosa: un mundo onírico que se funde con la realidad más cruel y con las esperanzas más nobles. Nieves García Prados
Matsuo Bash? (?? ??) nacido Matsuo Kinsaku o Matsuo Ch?emon Munefusa (Ueno, provincia de Iga, 1644-Osaka, 1694), fue el poeta más famoso del período Edo y ha terminado siendo el más célebre de los poetas japoneses en todo el mundo. Su obra suele identificarse con el género poético llamado haiku, que en esa época aún era el hokku: estrofa inicial de un poema colectivo, que en diecisiete sílabas ?o morae? intenta capturar un determinado instante de percepción sin traicionar su simplicidad y belleza. Fue Bash? quien dotó el hokku de autonomía y le otorgó su definitiva consistencia poética. Atento observador del mundo natural, estudioso del Zen, pero también letrado y conocedor de la tradición que lo antecedía, Bash?? consiguió democratizar el saber poético de una élite letrada y convertirse en practicante de un oficio de extraordinaria popularidad ?tanto en su época como en la nuestra. Primero discípulo, y luego maestro de poetas, en varios momentos de su vida Bash?? renunció a sus actividades mundanas en los círculos literarios de las principales ciudades de Japón y prefirió recorrer casi todo su país a pie, para encontrar fuentes de inspiración y nuevos discípulos. Sus diarios de esos viajes ?sobre todo Oku no hosomichi (Sendas de Oku o El estrecho camino al interior, según la traducción que se prefiera) son parte esencial de su obra. La presente antología es la recopilación más extensa de la poesía de Bash? disponible en español (aproximadamente una cuarta parte del millar de poemas que escribió, ordenados cronológicamente según las ediciones canónicas). También, una de las pocas que se esfuerza, sin perder fidelidad, por mantener los patrones formales del original. Cada poema aparece en ideogramas (kanji) con su transcripción romanizada (para que un lector lego pueda apreciar los juegos fónicos y otras características formales), y se acompaña de comentarios que ayudan a profundizar en el sentido de los poe-mas y las decisiones del traductor. Se incluyen, además de los hokku, varios renku, poemas colectivos de estrofas enlazadas en los que Bash? era considerado un maestro indiscutible. El resultado es un impresionante trabajo poético que pone al alcance del lector en español la obra viva de un clásico indiscutible. Ernesto Hernández Busto (La Habana, 1968), escritor y traductor, inició estudios universitarios de Matemáticas en Rusia y regresó a Cuba para cursar Letras. En 1991 emigró a México, donde colaboró en las revistas Vuelta y Poesía y poética, entre otras publicaciones. Desde 1999 reside en Barcelona. Su libro Perfiles derechos. Fisonomías del escritor reaccionario obtuvo en 2004 el III Premio de Ensa-yo Casa de América. En su amplio currículum como traductor de poesía destacan libros de Eugenio Montale, Andrea Zanzotto, Valerio Magrelli, Ezra Pound y Joseph Brodsky, entre otros. Sus obras más recientes son La ruta natural (Vaso Roto, 2015); Diario de Kioto (Cuadrivio, 2016); un tomo de versiones japonesas, La sombra en el espejo (Bokeh, 2016), y otros dos libros de poesía, Muda (Bokeh, 2015; ?Práctica Mortal?, DGP, México, 2016) y Jardín de grava (Cuadrivio, 2017).
Trabajo en lo visible y en lo cercano ?y no lo creas fácil?. No quisiera ir más lejos. Todo esto que palpo y veo junto a mí, hora a hora, es rebelde y resiste. Para su vivo peso demasiado livianas se me hacen las palabras. «Junto a mí», de Circe Maia. Circe Maia nació en 1932 en Montevideo y reside desde hace años en la ciudad de Tacuarembó. Después de haber estudiado Filosofía en el Instituto de Profesores Artigas y en la Facultad de Humanidades y Ciencias, se dedicó profesionalmente a la docencia en la enseñanza media. Es miembro de la Academia de Letras de Uruguay. Su obra poética, iniciada en 1958 con la publicación de En el tiempo, comprende diez títulos, incluido el libro de poemas en prosa Destrucciones (1986), y aparece reco-pilada en Obra poética (2007, 2010), cuya primera edición mereció el Premio Nacional de Poesía de Uruguay. Posteriormente ha publicado el libro de artículos La casa de polvo sumeria. Sobre lecturas y traducciones (2011) y el poemario Dualidades (2014). Ha traducido al español a diversos autores de lengua inglesa y griega. En 1999 la editorial colombiana Norma publicó su versión de Measure for Measure de Shakespeare. Su obra ha sido traducida al inglés y al sueco. Ha recibido el Premio Bartolomé Hidalgo (2010) y la Medalla Delmira Agustini (2012) por su trayectoria.
En la autoexigente propuesta del escritor donostiarra hay una innegable vocación de fidelidad. El itirenario se configura con la convicción de que la experiencia estética es rama desgajada del periplo vital; comparte emociones y otorga intensidad al most
Y la poesía sería el vértigo del amor. Vértigo que va en busca de lo que sin ser todavía, la enamora, en busca del número, peso y medida de lo que aparece indeterminado, indefinido. La poesía anhela y necesita de la claridad y de la precisión. Una poesía