La obra de Guillén es inseparable de su vida. La grieta invisible que separa, frecuentemente, al artista de aquélla es una consecuencia teórica de lo puro, entendido en la dirección más vacía que preconiza EL ARTE POR EL ARTE. Guillén que, no es un creador conceptual, tampoco escribe para los dioses inscribiéndose en la nómina de exquisitos anónimos. Entiende que el arte tiene personalidad por ser una criatura unitaria.Todo ello conduce al Final de vida y obra como una exigencia ontológica que Guillén ha ido aplicando a través del tiempo.La clave reside en la finitud humana y en la razón poética, porque sin lugares, sin horas, ¿qué es el hombre?. Este palpable más acá es lo que el poeta entiende y de lo que da fe. La muerte es el término justo de una Historia que, serenamente, cumple el orden natural. Cuando éste se altera -por patriotismo o pena de muerte- se comete asesinato. Entonces el argumento vital de Cántico y el ético de Final se identifican pidiendo la única garantía de continuidad ontológica:¡Ay, violencia! Paz, queramos paz.Obra y vida al fin consumadas dentro de un decurso temporal vastísimo: Aire nuestro.(De la Introducción de Antonio Piedra)
La primera obra publicada por Salinas tras su salida de España y tras la guerra civil fue El contemplado, a cuya génesis y circunstancias biográficas se ha referido un selecto sector de lacrítica y los estudiosos del poeta. Se trata de un libro sin duda muy terminado para el poeta que prefirió ofrecerlo a la editorial antes que otros poemas que tenía ya en marcha o finalizados. En esta obra, sin duda, había procurado crear una poesía, dentro de su producción y de su estilo, nueva.Todo más claro y otros poemas mantiene la llama inextinguible del ciclo amoroso en su parte última, también presidida por la angustia, la angustia de la separación y del final del episodio amoroso. Es un documento literario ciertamente excepcional.(De la introducción de Francisco Javier Díez de Revenga)
Selección poética de la obra de Bergamín, autor que defendió siempre un modo maravillado de lectura; enamorado de nuestros clásicos, difunde ese amor entre los lectores. De este modo (...) fundamenta de modo sólido su propia escritura, enlazando con la brillante tradición literaria española. Parte de una búsqueda metafísica que intenta encontrar lo esencial más allá de las apariencias, que tan superficialmente enredan al hombre del siglo XX.Es importante su labor fundamental de constructor de la idea del 27 sobre la crítica posterior.Los temas de su poesía y de su obra en general son el sueño, la muerte, la propia muerte, el silencio, el tiempo, la angustia, la infancia, la religión, Dios, el Diablo, el amor, la poesía, el fantasma y el esqueleto; entre otros.(De la Introducción de Diego Martínez Torrón).
Selección poética de la obra de Gabriela Mistral. Son motivos recurrentes en su obra: la muerte, sobriedad máxima, en una línea cada vez más intensa, que culmina en la aniquilación; y la soledad, nostalgia de su país natal, la infancia remota, el amigo perdido. Dios suele ser esquivo. Hay en su obra también una desconfianza hacia las gentes del siglo.Si se lee con detención queda a la vista cierto dinamismo creador que no puede omitirse. De libro en libro Gabriela va optando por una temática más objetiva.(De la Introducción de Hugo Montes Brunet)
La transición hacia el modernismo en Hispanoamérica es a la vez ruptura y creación, un modo de acceder a la cultura universal de Occidente. Esta situación supone un proceso de tensión que da lugar a una relativa inseguridad respecto a los modelos. Tal vez este sea el origen de la oscilación de Silva entre un pre y un posmodernismo, con avances y retrocesos que complican su demarcación. Su poesía inicial conservada en el cuaderno Intimidades, nos muestra a un autor claramente romántico, con una profusa influencia becqueriana. Ghiano afirmaba que Silva se situaba fuera del Modernismo guardando sólo cierta vinculación con el simbolismo, que le lleva a relacionarse con la poesía pura.(Introducción de Rocío Oviedo y Pérez de Tuleda)
Reedición en tres tomos de la Obra poética de Francisco de Quevedo. Esta edición, ya clásica, que constituye un serio esfuerzo editorial, como han reconocido tantos críticos y estudiosos, está avalada por el reconocido prestigio de uno de nuestros mejores quevedistas, José Manuel Blecua; es la única conocida con anotaciones, y no ha sido superada hasta ahora por ninguna otra, conservando toda actualidad y vigencia.José Manuel Blecua es Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona.
Reedición en tres tomos de la Obra poética de Francisco de Quevedo. Esta edición, ya clásica, que constituye un serio esfuerzo editorial, como han reconocido tantos críticos y estudiosos, está avalada por el reconocido prestigio de uno de nuestros mejores quevedistas, José Manuel Blecua; es la única conocida con anotaciones, y no ha sido superada hasta ahora por ninguna otra, conservando toda actualidad y vigencia.José Manuel Blecua es Catedrático de la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad de Barcelona.
La edición que presentamos publica el corpus luisiano en su integridad -poesías propias castellanas y neolatinas así como las traducciones e imitaciones del hebreo, griego, latín y romance (italiano y catalán)- . Sólo prescinde de las atribuciones no suficientemente justificadas, sean cuales fueren su antigüedad o sus valedores , y acepta la tripartición estructural. Así aparece: Libro primero: Obras propias; libro segundo: Traducciones e imitaciones de autores profanos; Libro tercero: Traducciones de autores sagrados; Apéndice: Poesía neolatina.Cuevas en su introducción analiza los distintos métodos de datación que los más renombrados especialistas en la poesía de Fray Luis han elaborado y estudia con gran detenimiento el poemario propio del agustino. Para ello nos entrega al comienzo de cada poema unas breves líneas introductorias que establecen una comunicación intertextual que los explica mutuamente- ; las traducciones en verso de textos bíblicos, clásicos o romances prestigiosos -obra que le importaba a Fray Luis más que sus propias composiciones- ; los manuscritos y los impresos.En cuanto a las notas a pie de página, Cuevas sigue el método humanístico de aclarar pasajes difíciles, alusiones, precisar fuentes y establecer intertextualidades, sin descuidar los aspectos estructurales y lingüísticos. Para las aclaraciones léxicas recurre a fuentes antiguas, cuida minuciosamente la filiación textual y uniforma y moderniza, en lo posible, la ortografía. Cristóbal Cuevas, profesor de Literatura Española del Siglo de Oro en las Universidades de Madrid (Complutense), Sevilla, Islas Baleares y actualmente en Málaga, es especialista en literatura ascético-mística española. También dirige el Congreso de Literatura Española Contemporánea de la Universidad de Málaga.
Cierta tradición crítica había hecho de Antonio Machado el poeta del 98. Si, desde el punto de vista ideológico, ello es discutible, desde el punto de vista de la estética (y aunque, al estudiar Campos de Castilla se verán ciertas coincidencias con aquella generación) hoy está sólidamente establecido el arranque modernista de su poesía. Él mismo habló en una ocasión de ese modernista del año tres que había sido.Como en otros modernistas españoles, la poética machadiana tiene, esencialmente, una doble raíz: Romanticismo tardío y Simbolismo, ambos engarzados con el ejemplo y el estímulo de Rubén Darío. Temas y tonos románticos tienen, sobre todo en las Soledades de 1903 y 1907, una presencia importante. En concreto, la huella de Bécquer es decisiva en Machado, como lo es en otros poetas contemporáneos suyos o posteriores. Y tal influencia confluye, en parte, con la de los poetas simbolistas franceses.
ESPADAS COMO LABIOS, tercer libro de Aleixandre, aúna en sus páginas los temas eternos de la poesía: la vida, el amor, la muerte. No se trata de poesía pura, fría, aséptica, sino de poesía cálidamente humana. LA DESTRUCCIÓN O EL AMOR es no sólo el libro que reveló la poderosa personalidad de Vicente Aleixandre como poeta, al tiempo que le situó entre los de mayor fuerza y originalidad, sino que es una de sus obras más fértiles y que más influencia ha ejercido en poetas de las generaciones posteriores.
Ya Manuel Cañete, encargado de escribir un juicio crítico en las Obras inéditas de 1872, barruntaba que la poesía de Quintana hundía sus raíces, no sólo en la literatura, sino en la historia; rechazando cierta concepción ociosa de la poesía, escribía para expresar la transformación de una época. (...)A lo largo de su vida observamos en efecto que la frase poética se va modelando, según la atmósfera que respira, para expresar sentimientos nuevos, a veces desconocidos. Desde este punto de vista, la Epístola a Valerio, La Danza o las dos odas de España libre expresan una inquietud idéntica y descubren horizontes desconocidos.
LAS ISLAS INVITADAS comprende 137 poemas, casi toda la producción poética de la primera época de Altolaguirre. El libro está dividido en trece títulos: Ejemplo, Elegías, Luz y amor, El Héroe, Un día, Soledades, Fábulas, Noche humana, Roca maternal, La voz cruel, Vida poética, La lenta libertad y Lo invisible. Algunos de estos títulos corresponde a la obra anteriormente publicada por él, si bien muchos de los poemas no pertenecen a las colecciones anteriores. Altolaguirre fue agrupando bajo cada título los poemas que consideraba más representativos de su quehacer poético. (...)En su obra se trata del paso del tiempo, la percepción del disfraz del mundo, la intimidad amorosa, la vivencia del propio yo, un cierto recuerdo lorquiano, el sentimiento de la soledad fundido con el tema del Narciso y el homenaje a dos poetas románticos.(De la Introducción de Margarita Smerdou Altolaguirre)
Ningún poeta español transmutó en tantos poemas bellísimos su agitada existencia como Lope de Vega, y los límites entre vida y literatura son muy difíciles de establecer. El propio poeta tuvo una conciencia muy clara de esta situación.
Amor, celos y guerra informan el asunto de este poema delicioso y dificilísimo, en el que, traspuesto a los gatos, el autor revive por última vez el gran tema de su vida y de su obra.LA GATOMAQUIA, de carácter narrativo, contiene 2.802 versos y está dividido en 7 silvas. Relata los desdichados amores de Marramaquiz, gato pobre, enamorado de la hermosa Zapaquilda, la cual, atraída por el garbo y los regalos de Micifuf, gato forastero, decide cambiar el objeto de sus desvelos. Marramaquiz, al verse desdeñado, recurre vanamente, para sanar del mal de amor, primero a Merlín, que le sangra la vena del corazón y luego a Garfiñato, un asceta estoico, quien le aconseja que no hay, para olvidar a amor, remedio / como otro nuevo amor o tierra en medio. Pone entonces los ojos en Micilda, gata de un boticario, casta y hermosa. La fementida Zapaquilda, pese a sus desdenes, se siente burlada (que hay mujeres de modo / que aunque no han de querer, lo quieren todo, silva II, v. 373-374). Escena terrible entre ambas gatas. Pero no hay remedio para Marramaquiz que, no pudiendo soportar las evidencias de su derrota, reta a duelo a su contrincante. Sorprendidos por la ronda nocturna, son llevados a la cárcel. Libres por fin, Marramaquiz, al enterarse de que se han concetado las bodas de Zapaquilda y Micifuf, en un arrebato demencial, comete toda clase de desmanes. Irrumpe intempestivamente en la sala de los desposorios y, después de un encendido discurso ante el atónito senado, se arroja contra los circunstantes, sembrando entre ellos el terror y la muerte. Dirigiéndose a la atemorizada Zapaquilda, cuyo esposo aún no ha llegado, tomándola en los brazos, la conduce a su fortaleza y la encierra en una torre LA EDITORA: CELINA SABOR DE CORTÁZARNació en Buenos Aires, en cuya Universidad cursó estudios superiores en la Facultad de Filosofía y Letras, donde ejerció luego la titularidad de la cátedra de Literatura Española de la Edad de Oro. Ha pubicado numerosos ensayos sobre estos temas: Gracilaso, Sánchez de Badajoz, Fray Luis de León, Mateo Alemán, Cervantes, Lope de Vega, Quevedo, son los autores que ha estudiado preferentemente. Ha realizado ediciones anotadas de El casamiento engañoso y Coloquio de los perros (Cervantes), El Lazarillo de Tormes, El alcalde de Zalamea (Calderón) y el Quijote, en colaboración con Isaías Lerner, para la Editorial Universitario de Buenos Aires.