Poesía de poetas individuales



CARTAS DE LAS HEROÍNAS (OVIDIO)
Nacido en Sulmona en 43 a.C., Ovidio es uno de los máximos poetas de la Antigüedad, grandeza que se revela tanto en las magnas " Metamorfosis " , como en " Arte de amar " . " Remedios de amor " , " Amores " y " Tristes. Cartas del Ponto " , todas ellas publicadas en esta colección. Ficticia compilación de cartas de amor (de amor, como es frecuente en la literatura, frustrado por la distancia, la traición o el olvido, u obstaculizado por adversidades ajenas a los enamorados), las " Cartas de las heroínas " son una muestra excepcional de la expresión de lo femenino en el mundo antiguo. Penélope, Briseida, Dido, Deyanira, Medea y otras muchas esgrimen reproches y exigencias frente a sus amantes, burlándose de sus pomposas pero vanas hazañas y desdeñando los valores de la guerra, la política y la ley que sus parejas masculinas encarnan. Traducción e introducción de Vicente Cristóbal López

HONDAR ALEAK (UGALDE IRAGORRI, RAFAEL)
?Berrogeita hamar urtetik gora hiltzen hasten gozak?. Esaldi hori bota zidan lagun batek hil hurrenean zegoen beste bati bisita egitera joan ginela. Seguruenik, arrazoia zuen; beraz, ni hiltzen hasia dagoen gizonezkoa naiz. Hori horrela, esku artean dituzun Hondar Aleak hiltzen hasia den gizonezko baten bizimoduaren bizitza-atalak dira, aleak, sentipen-aleak: norberaren itzalak, gorrotoak, beldurrak eta zalantzak, lotsa ahoz ez aitortuak, maitasun galduak eta desmaitasunak, gurasoekin izan gabeko harremanen mina edo bizitzari zentzua ematen dion heriotza ulertzeko ahalegina. Bizitza baten hondarrak, bihotzetik gogora eta gogotik paperera igaro direnak; ezinegonetik baretasunerantz egindako bidean azaldu diren sentipen-aleak; sekula itzuliko ez direnak. Gerora begira etortzekoak diren aleek eratuko ahal dute betiko atseden leku izan litekeen hondartza barea!Neure soin eta sena aterpe eta abaro bihurtu direlakosumatzen dut nire udagoienalakuaren ur-azalean -zintzotasun gordinaren eredu-ispilatzen denile zilarreztatuan,adimenaren bazterren batean gorde nuen irudi gazteari uko eginez,nire borondateari entzungor eginez.

A PESAR DE TU SANTA CÓLERA (VOLPE, LOREDANA)
porque allá lo que creímos amor transfiguró todas las formas en tristes epifanías de galaxias remotas, como luces que se contraen para expulsar el mal de sí mismas: como un Ein Sof terrible que gravita sobre nuestras almas para brindarnos la clarividencia de la muerte en cada cuerpo, en cada cuerpo respirando violentas descargas de vida.

RECUERDA, CUERPO (CAVAFIS, CONSTANTINOS)
La colección «Poesía portátil» presenta Recuerda, cuerpo, una antología del mayor poeta griego del siglo XX, un canto contra el deseo prohibido y una oda a los mitos clásicos. A pesar de ser considerado uno de los poetas más importantes del siglo XX, Cavafis nunca publicó en vida y solo distribuía sus versos entre un círculo reducido de amigos. Esta selección es representativa de una vocación a la que se entregó desde muy joven con rigor y exigencia, una obra breve y minuciosa que despertó la admiración de grandes poetas de la talla de T.S. Eliot o Jaime Gil de Biedma. El amor homosexual -a veces solo implícito pero cargado de sensualidad y erotismo- marca sus versos, así como la evocación de la antigüedad clásica. ------- «Un reflejo de aquellos días de placer,un reflejo de aquellos días me llegó,algo del fuego de nuestra juventud:volví a tomar en mis manos una cartay la leí mil veces hasta que se fue la luz.» -------

RECOGIDO EN EL AGUA (ARCE ARAIZ, FÉLIX)
El haiku es una relación entre cosas, entre criaturas, entre sucesos. Estoy convencido que los haikus que presenta Momiji en esta ocasión han surgido de ese mismo esfuerzo por saber qué se relaciona con qué en el momento en que sentimos nuestro aware. Y

TIEMPO SIN DETENER (GUIJOSA AEBERHARD, DAVID)
«No existe el azar y en las manos se abre un libro para transitar el interior de un momento y un lugar que se saben efímeros, un mundo condicionado que espera a que se conformen sus estancias más íntimas, que tomen forma y nombre los objetos que la rodean. Más allá de la muerte, no espera nadie, ni siquiera el abismo. Quizás es por ello que sea preciso emprender el viaje. Todos somos Ícaro. Todos llevamos un sólido billete de ida y en nuestro último destino está el deseo de compartir un éxodo íntimo que empieza en nosotros, desde el dolor, y que acaba en el preciso instante en el que volvemos a retomar el humilde oficio de vivir. Por eso tiempo sin detener es también un contrato con el ser humano. Es una forma de saber que la palabra no sólo nos sirve para comunicarnos, que existe también para acercarse al instante, al precipicio, al milagro, a la vida.» (Guillermo de Jorge)

EL CUARTO DEL SIROCO (VALVERDE, ÁLVARO)
En las casas patricias sicilianas había una habitación donde las familias nobles se guarecían mientras soplaba el temible siroco, impetuoso viento del sudeste que atraviesa el Mediterráneo procedente de los desiertos del norte de África. La stanza dello scirocco, en italiano, era un refugio que se puede interpretar también como metáfora de la poesía. Y de la vida, que es lo mismo. No en vano Leonardo Sciascia se preguntaba si ese cuarto no existía para «defenderse del pensamiento de la muerte». Luis Landero dejó dicho que los libros son «los mejores y más seguros escondrijos». La poesía puede servir de defensa contra el viento furioso de la existencia. Estos poemas querrían servir a sus lectores siquiera como precario cobijo ante la adversidad.

LO EXTRAÑO, LA RAÍZ (GUTIÉRREZ , MENCHU)
«Subir al sótano y bajar al ático», escribe Menchu Gutiérrez en Lo extraño, la raíz, su nuevo libro de poemas –fruto de un trabajo intermitente pero dilatado en el tiempo–, y la paradoja subraya el carácter tentativo, interrogante de una escritura que una y otra vez insiste en desnudar sus propios límites: palabras que oscilan entre el silencio y el pronunciamiento, signos que dudan al borde de la visibilidad. Mezclando el verso corto con el poema en prosa, el merodeo reflexivo con la síntesis visionaria, este libro camina con la elegancia de un funámbulo por la frontera entre lo que vemos –lo que se nos muestra, lo que se esconde al mostrarse– y lo que decimos y callamos. En palabras de la autora, entre «el pincel que pinta a grandes voces y las horas de tinta muerta, la cabalgata de letras de tinta que no pronunciamos».