Durante más de una década, John Richardson mantuvo una estrecha amistad con Pablo Picasso. Partiendo de esa relación, de sus propios diarios, de la colaboración de la viuda del artista, Jacqueline, y de un acceso sin precedentes al estudio y los papeles del creador de «Les demoiselles d ' Avignon» ha podido llegar a un profundo conocimiento de la vida y de la obra de esta figura capital del siglo xx. En este volumen, primero de los cuatro que completarán la biografía e ilustrado con más de 700 fotografías, muchas de ellas inéditas, Richardson estudia la juventud de Picasso: su adolescencia en La Coruña y Madrid, su pasión por Barcelona y sus contactos con el modernismo catalán, así como sus años de formación en París y su compleja relación con Apollinaire, Max Jacob y Gertrude Stein durante los períodos azul y rosa. Picasso. Una biografía es el resultado de una exhaustiva investigación unida al talento narrativo que caracteriza al autor. En resumen, una biografía destinada a convertirse en un clásico.
Esculturas, pinturas y objetos santuarios de procedencia italiana fueron recibidos en España con gran interés durante la Edad Moderna, constituyéndose en expresión de un gusto refinado y materialización del conocimiento que sus propietarios tenían del principal referente artístico del momento. Su papel fue clave en la introducción de los nuevos gustos en la Península Ibérica, y Andalucía fue uno de los principales focos receptores. Los contactos que la nobleza y el clero tuvieron con los territorios itálicos facilitaron esta política de intercambios, a lo que sumaban los circuitos comerciales que hicieron de Sevilla y Cádiz sus puntos de referencia. Las obras italianas ocuparon un puesto destacado en las colecciones de las casas de Alcalá, Osuna, Santiesteban y los Vélez, a los que siguieron los marqueses de Priego, los condes de Cabra o los duques de Arcos, entre otros. Asimismo, tampoco podemos olvidar a personajes de gran significación en el horizonte de las relaciones artísticas entre las dos penínsulas, como fue el caso del secretario imperial Francisco de los Cobos.
Un libro tesoro. El libro ilustrado por Julio Silva con textos de Julio Cortázar. Julio y Julio partieron de Argentina a mediados del siglo XX a conquistar Europa y no dejarle un indio sin convertir. Lo fueron logrando, no del todo. Hasta que decidieron dar La vuelta al día en ochenta mundos y el éxito, sometido y manso, se arrojó a los pies de su binomio. Como el público exigía una continuación, en seguida pasaron a Último round y compusieron un doble álbum donde pegaron con celo los mejores recortes de su imaginación. El éxito ya no sabía qué hacer para demostrarles su afecto. Siguieron juntos otro rato. Julio Silva, entonces, decidió instalarse en Silvalandia y retratarla, para que Julio Cortázar se la pusiera en palabras. El resultado, más que un libro, es una civilización entera, donde viven elefantes con todos los derechos en regla y peces a cuyos amos jamás se les ocurriría dejar en una pecera cuando salen a pasear. Igual que carteles pintados por una esfinge e interpretados por un Edipo platense que veía crecer la hierba donde nunca pudo crecer la hierba. Todo lo cual se resume en el mayor peligro de Silvalandia: el lector puede convertirse en niño a cada paso de página., y quedarse para siempre en esa tierra, agarrado de Julio con la mano izquierda y agarrado de Julio con la mano derecha. Cómo no va usted a correr un riesgo tan cariñoso.
Toda la información sobre la técnica y práctica de la pintura recogida de manera clara y concisa, en volúmenes básicos, de consulta ágil y fácil manejo, para que usted pueda conocer los secretos de la pintura con cualquier medio.