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Adéntrate en el mundo mágico de la espectacular saga de películas de Harry Potter, y descubre por qué las esculturas de hielo del baile de Navidad nunca se derriten, dónde se acuñan los auténticos galeones, sickles y knuts, cómo conseguir que un hipogrifo trabaje con los actores, qué inspiró el castillo de Hogwarts o por qué los dementores se mueven así. Los tesoros de Harry Potter es un álbum de rodaje repleto de reproducciones de objetos y recuerdos de las películas, como fotografías e ilustraciones inéditas, que ofrece una visión privilegiada de la saga «Harry Potter» y del grupo de muggles talentosos que hicieron realidad la magia cinematográfica.
Este libro reúne el trabajo de los profesores que, tras analizar detalladamente diez películas (dentro de un abanico de temas y géneros cinematográficos), han elaborado una serie de actividades didácticas de gran utilidad para los profesores y para cualquier persona que tenga encomendadas tareas educativas, en sentido amplio. Estas propuestas pueden servir de orientación para el diseño de otras actividades que se adecuen las necesidades concretas de los destinatarios.
Todos los títulos que pertenecen a la colección Los pequeños cuadernos de Cahiers du Cinéma tienen una vocación muy práctica y están pensados para los profesionales del sector, amateurs, autodidactas, estudiantes de cine y espectadores. Es una pequeña ventana que se abre al mundo de la realización cinematográfica. Los pequeños cuadernos de Cahiers du Cinéma es una colección dirigida por Joël Magny y Frédéric Strauss.
¿Cómo se presenta el cine en las prácticas artísticas cuando éste ha sido progresivamente despojado de su aparato tecnológico? ¿Es el cine una técnica o un método de asociación mental que estimula el pensamiento? Desde su mismo nacimiento, el cine se vio ceñido a una serie de normas y valores que le impedían expresar la naturaleza radical de sus potencias y, no obstante, unos cuantos visionarios han logrado extirparlo de su laberinto circular. No se trata de practicar una destrucción total del cine en todos los casos, sino de transformarlo en otras formas artísticas. Paracinema, en oposición al cine expandido, es la realización de la idea de cine a un nivel conceptual, experiencial y artístico. Se trata, en cualquier caso, de generar una experiencia cinemática desconectada, entera o parcialmente de su aparato tradicional.
«Sólo hay dos formas de arte genuinamente americanas: el jazz y el western», acostumbra a decir Clint Eastwood, figura central del género, actor mítico de los westerns de Sergio Leone y director de uno de los títulos más famosos del género, Sin perdón. De entre todos los géneros creados por Hollywood, el western sin duda es el más original, un destilado esencial de América, de sus personajes y de sus paisajes. Presente desde los inicios del cine americano, el western lo ha acompañado a lo largo de toda su historia. Considerado inicialmente como un divertimento popular con sus códigos y sus estrellas (John Wayne, James Stewart, Gary Cooper, Henry Fonda...), el western debe su reconocimiento a la crítica francesa de los años cincuenta, la cual, bajo la tutela de André Bazin, lo definió como «el cine americano por excelencia», una de las formas más depuradas de un arte en el que se expresaron grandes autores como John Ford, Howard Hawks, Raoul Walsh, Anthony Mann... La autora invita al lector a seguirla en un viaje más allá de los falsos clichés por algunos caminos que su pasión por el western y su propia sensibilidad han sabido redescubrir. En especial, anima al lector para que, guiado por su curiosidad personal, siga con el descubrimiento de un género multifacético. Una filmografía estructurada cronológicamente, guía ideal de este itinerario, cierra la obra.
Pocos mundos tan exóticos, singulares y provocadores como el del thriller y el cine negro oriental. Las mutaciones del género en Extremo Oriente son tan variopintas, idiosincrásicas y distintas entre sí que hasta el cine yakuza japonés, aquí analizado en textos clásicos e inéditos como los de Mark Schilling o el mismísimo Paul Schrader, ha eclipsado toda una tradición de cine negro, de misterio, espionaje y suspense nipona que también se rescata en estas páginas, mientras que la India nos ha dado su colorista versión del noir, de Bollywood a un director que rompe con la propia narrativa bollywoodiense: Ram Gopal Varma. Desde Corea del Sur, Tailandia, Hong Kong o Taiwán, el género se extiende y ramifica en infinidad de estilos: del melodrama romántico criminal al cine de artes marciales; del superthriller de espionaje al minimalismo noir; del cine de acción cantones al arte y ensayo de Won Kar-wai... Reina la mezcla, lo meta-genérico y hasta lo delirante, evidenciado todo en la obra de cineastas analizados aquí como Seijun Suzuki, Park Chan-wook, Kinji Fukasaku, Johnnie To o Takashi Miike. Mientras Hollywood se hunde en el aburrimiento, Asia nos ofrece una capacidad de inventiva inagotable, que ha influido también decisivamente en la visión que de lo oriental tiene el thriller occidental, de Fu Manchu a Bruce Lee, pasando por Charlie Chan. Como si fuéramos niños otra vez quedamos tan sorprendidos ante el cine negro japonés, chino o coreano, como lo estuvimos un día ante el cine "expresionista" alemán, los clásicos hollywoodienses o los maestros de la Nouvelle Vague. Cuando críamos que ya no se podían volver a contar historias de asesinos solitarios, mujeres fatales, gángsteres, policías honestos o corruptos, espías o psicópatas, se nos cuentan de forma totalmente inesperada y sorprendente. Inocentes de nuevo, después de introducirnos en el mundo de "Asia Noir", ya no podremos mirar ni leer la Serie Negra de la misma manera.