La producción de westerns en Europa nació en España hacia 1962 como una esforzada imitación de los modelos hollywoodianos. Pero, a raíz del éxito de Por un puñado de dólares, fueron los italianos quienes remodelaron completamente el género desde una perspectiva iconoclasta que conectó enseguida con un público joven que ya no se creía a los inmaculados cowboys y sus gloriosas hazañas. ¿Qué ofrecían los casi 600 westerns rodados a orillas del Mediterráneo entre 1964 y 1978? Antihéroes de nombres tan improbables como Django, Sartana o Sabata; peripecias extremas que combinaban la violencia exacerbada con un humor cínico que nunca aclaraba quiénes eran los buenos y quiénes los malos (aunque los banqueros jamás pertenecían al primer grupo); soluciones visuales tan barrocas e hiperbólicas como los fondos musicales ; y, entre los extras, el único western realizado por una mujer y el, también único, beso en la boca entre dos feroces pistoleros.
"Francisco Regueiro: La importancia del demonio" propone un paseo por todos los círculos ?infernales? que implica la obra (las obras) del vallisoletano Francisco Regueiro. Páginas, cuentos, ilustraciones en periódicos de provincias y, claro, sobre todo, su cine, esas tragicomedias rabiosas, esas alegorías truncadas que se asoman al alma española. Películas, que como recuerda Álvaro Arroba, remiten a ?un hogar sin ventilar, con olor a fritos y a guiso de puchero, pero de madre ajena. La violencia del cine como allanamiento de una casa con las puertas cerradas, y tantos tabúes familiares tirados por el suelo que resulta imposible discernirlos del cante popular y del nacionalcatolicismo franquista, fijados en el aire?. La obra de Regueiro, aquella por la que Víctor Erice, compañero de andanzas juveniles y autor que colabora en esta publicación, siente ?una especial devoción?, queda sometida aquí a un fino y fragmentario desmenuzamiento a cargo de especialistas y cinéfilos, comunidad que refleja las afinidades electivas de los editores: Quintín, Manuel Peláez, Víctor J. Vázquez, Daniel Villamediana, Elsa Fernández-Santos, Marcos Uzal y José Luis Torrelavega. El resultado, un sentido homenaje, sin pelos en la lengua, a un cineasta irrepetible que habita la particular soledad de nuestra cumbre, allí con Buñuel, Berlanga o el propio Erice.
Este tercer libro continúa la senda iniciada con los anteriores volúmenes, dando la palabra a directores, académicos, programadores y críticos de cine que debatieron en el seminario anual organizado por la Universidad del País Vasco/Euskal Herriko Unibertsitatea junto a la Fundación BilbaoArte. Este volumen continúa el propósito de trazar unos recorridos que favorezcan la orientación en el maremágnum del cine contemporáneo español. A la hora de la verdad la experiencia del espectador no consiste sino en transitar de película en película, moverse en un vaivén permanente, zambullirse a fondo y rastrear la existencia de obras singulares y autores precisos que nos inquietan y conmueven.
Algo más acerca de la «verdadera historia» de esa pequeña ciudad del Oeste llamada Tinseltown, que, por fabricar sueños, saltaría a la fama en los años veinte para convertirse en un lugar legendario, poblado de personajes no menos fabulosos. Y Kenneth Anger accedió a excavar una vez más en su también legendario archivo de coleccionista obstinado. Y aquí, en este segundo volumen de Hollywood Babilonia, vuelve los focos hacia la otra cara de esos rostros de celuloide, devastada por el alcohol y la droga, marcada por algún odio asesino, animada por inimaginables pequeños vicios, inconfesables todos.Y aquí tenemos, para los aficionados al cine y al morbo, un largo desfile de estrellas y genios de la pantalla tal como fueron, tal como vivieron y, sobre todo, tal como acabaron?casi siempre en la sombra y muchas veces con un tiro en el cuerpo, cuando no mutilados según extraños rituales.
A través de la obra de más de 150 autores de 24 países, en su mayoría ibero-americanos, podemos dar un repaso a los aspectos más importantes del cine. Las salas, los actores-actrices, los directores, así como las temáticas más frecuentes de este arte, como son la violencia, el sexo, el Oeste, la cien- cia ficción, la prehistoria, el amor, el propio cine..., son blancos de las afi-ladas plumas de autores recogidos en Con humor: el cine.
De la mano del periodista Javier Tolentino el actor argentino repasa su vida, su pasión por el teatro y las películas que ha rodado hasta la fecha, entre otras muchas cosas.
«Prólogos de Arturo Pérez-Reverte y Fernando Fernán Gómez.» «Querido Jack Lemmon: Año tras año recibió usted mi insistente invitación a visitarnos como gran figura de nuestro Festival de Cine. Claro que agradezco que su secretaria respondiera puntualmente con una u otra excusa. Pero, ¡ay!, su negativa provocó una frustración indeleble, tanto en mí como en los compañeros de este raro trabajo de organizar un festival cinematográfico.» Así comienza, a modo de introducción, la carta que Diego Galán escribe al Jack Lemmon que nunca cenó con él, invitándole, y con él al lector, a leer este jugoso libro que desvela los entresijos del Festival de Cine de San Sebastián a lo largo de los trece años en que el autor llevó sus riendas. Un libro lleno de guiños, con detalles secretos de las estrellas que pasaron por el Festival: Keanu Reeves, Al Pacino, Bertolucci, Almodóvar, Susan Sarandon, o Emma Thomson, Robert Mitchum, Gregory Peck... Fue una pena que Jack Lemmon no cenara en San Sebastián, pero es una alegría que Diego Galán se haya atrevido a relatar, con amenidad y rigor, todo lo que vio durante sus trece años y un día en el Festival, todo aquello que, en definitiva, no aparece en las crónicas de los periódicos.