Romano el Cantor nace en la ciudad de Emesa (Siria) hacia 490; es ordenado diácono hacia el año 515 en Berito hoy Beirut, desde donde se traslada años más tarde a la capital del Imperio, Constantinopla. En esta ciudad recibe el don de la poesía y el talento melódico, que no lo abandonarán hasta su muerte, ocurrida después de 555 y antes de 562. Su obra constituye un particular género literario propio de los cristianos orientales. En efecto, los kontakion (himnos breves), homilías cantadas en verso, constituyen una literatura utilizada durante los primeros siglos del Oriente cristiano y expresa una espiritualidad de altos vuelos, difícilmente superable. En otras palabras, Romano transmite la verdad cristiana de una forma sencilla y profunda a la vez que incita al diálogo del auditorio con Dios. Se trata de la verdad vivida; es decir, de la verdad dogmática que termina en emoción mística o contemplación amorosa, como se prefiera. Siguiendo la liturgia bizantina, para la que Romano compuso sus himnos, éstos se dividen en dos grupos: los elaborados para las fiestas fijas del calendario religioso de Constantinopla, que se ofrecieron en un primer volumen, y los preparados para las solemnidades que se mueven en torno a la Pascua de Resurrección, más numerosos, y que están recogidos en este segundo libro. La mayoría de estos himnos se traducen por primera vez al cas-tellano.
En este volumen de la colección se ilustran cuatro historias que vuelven a protagonizar algunas de las cofradías con más solera de la ciudad de Sevilla. Algunos de los principales acontecimientos vividos en la Hermandad de la Amargura; como el incendio de 1893, la conversión al silencio blanco, la coronación de 1954 o la relación con las hermanitas de la Cruz.La leyenda de los Tres Cristos que nos cuenta los orígenes del Santísimo Cristo de la Vera-Cruz, titular de la cofradía del Lunes Santo. La bellísima historia del Cristo de la Ventana de San Esteban. Las vinculaciones gremiales de hermandades como Santa Marta, Los Panaderos o la Carretería, y los orígenes raciales de la popular cofradía de Los Negritos. El proyecto cuenta con el beneplácito del Arzobispado de Sevilla, de la Delegación Diocesana de Hermandades y Cofradías, del Consejo General de Hermandades y Cofradías de Sevilla y de las propias corporaciones que aparecen representadas en el cómic.
Este libro ofrece al lector salmos para ayudar a disponerse a un encuentro con Dios siempre abierto a plenitudes insospechadas. Dios es quien tiene la iniciativa para conducirnos por el camino único que recorre cada uno de nosotros dentro de su corazón y en la construcción de Su reino en nuestra historia. Nuestro misterio se une al misterio de Dios, tanto en la contemplación como en el trabajo. El autor, siguiendo el ritmo de los Ejercicios de san Ignacio, propone un camino que nos ayude a crear tiempos y espacios en los que cuidar un encuentro que nunca se detiene, que sigue vivo a lo largo de todos los días, en medio de todos los afanes y estímulos que desembarcan sensaciones en nuestros sentidos. El título, La pascua de los sentidos, hace referencia a la transformación que este encuentro obra en nosotros «Comenzar a ver todo con ojos nuevos», en la que muere una manera vieja de percibir y se gesta una sensibilidad nueva para acoger la presencia y la acción de Dios en nuestras vidas. BENJAMÍN GONZÁLEZ BUELTA es un jesuita español con una intensa experiencia de inserción entre los pobres. Ha vivido treinta y siete años en la República Dominicana, donde fue maestro de novicios y Provincial. Actualmente, es encargado de la formación final de los jesuitas («Tercera Probación») en Cuba. Ha publicado en esta Editorial numerosos libros de espiritualidad, entre ellos: Bajar al encuentro de Dios; La transparencia del barro; La utopía ya está en lo germinal; Ver o perecer; El rostro femenino del Reino; Tiempo de crear; Caminar sobre las aguas y La humildad de Dios.
Una publicación pionera en el mundo cofradiero, que utiliza el formato cómic para transmitir a todos los públicos la apasionante historia del Cristo de Medinaceli. A través de esta obra, rememoramos algunos de los acontecimientos más fascinantes acaecidos durante los más de tres siglos de existencia de la venerada imagen, con objeto de conservar, promover y difundir el patrimonio histórico inmaterial de una tradición y una devoción con tanto arraigo en el territorio nacional. Podríamos catalogar Viñetas Cofrades, historia y leyenda del Cristo de Medinaceli de Madrid como un cómic de ambientación histórica que acerca al lector a un mundo de leyenda. Mediante una importante labor de archivo y documentación, presentamos un auténtico catálogo visual arquitectónico y costumbrista de épocas pasadas recreando en sus viñetas la España del siglo de Oro, la decimonónica, la guerra civil, los años 40 o la época actual. El proyecto cuenta con la colaboración y el beneplácito de la Fundación Casa Ducal de Medinaceli y la propia Hermandad.
El recetario de cupcakes indispensable para cualquier ocasión. Cupcakes de pepitas de chocolate, cupcakes-reloj de Fin de Año, cupcakes de limón y merengue, cupcakes de tiramisú o minicupcakes de chocolate y caramelo salado. Además, sugerencias de utensilios e ingredientes y técnicas paso a paso. Cupcakes de huevo de Pascua, cupcakes de chocolate alemán, cupcakes de brownie relleno de menta, cupcakes de moca, pastas de té de cerezas y almendras. ¡Y mucho más!
Texto inédito de Karol Wojtyla En colaboración con la Fundación Juan Pablo II, Ciudad Nueva publica una serie de meditaciones inéditas dirigidas por Mons. Karol Wojtyla a un grupo de artistas reunidos en la iglesia de Santa Cruz de Cracovia en la Semana Santa de 1962. Como apéndice y en estrecha relación con estas meditaciones, la carta a los artistas de Juan Pablo II, escrita 38 años más tarde, en la Pascua de 1999.
Este libro ofrece las catorce estaciones del Vía Crucis acompañadas con las meditaciones de siete santos y beatos que han reflexionado profundamente sobre la Pasión: el Apóstol Pablo, Carlos Borromeo, Alfonso María de Ligorio, Pedro Julián Eymard, el beato John Henry Newman, Luis Guanella y el Hermano Rafael Arnaiz. Cada estación aparece ilustrada además por una bellísima imagen del padre Marko I. Rupnik. La meditación de este Vía Crucis y la contemplación de las imágenes de la Pasión llevan al lector al recogimiento, a la oración y a la compasión y solidaridad con el prójimo, y le ayudan a prepararse espiritualmente para acoger la alegría de la Resurrección.
¿Tiene sentido vivir hoy la Cuaresma? El sacerdote Fabio Bartoli responde a las dudas y críticas de un joven amigo, invitándonos a vivir una vida plena a través del amor para alcanzar la alegría del perdón y la secreta belleza que se esconde en el sacrificio para mitigar el egoísmo. Una lúcida reflexión sobre el significado del tiempo de Cuaresma que nos propone un viaje hacia nosotros mismos y nos ayuda a redescubrir la esencia de la fe cristiana.
¡Ya puedes estar al día con los Pitufos! Los Pitufos nos señalan los días más importantes del año: Navidad, Reyes, Pascua, cuando empieza la escuela, las diferentes estaciones, fiestas populares, ... ¡y muchas cosas más!
La vida de Jesús es una historia llena de aventuras increíbles, de viajes, de encuentros con personas que tenían necesidad de él. Aquí podrás leer y descubrir las escenas de su vida, desde que fue recostado en un pesebre hasta aquel gran momento en que se apareció a sus amigos el día de Pascua. Esta historia, sin embargo, no está terminada: faltan los colores y la fantasía. Estos dos elementos que corresponden a ti: es tu tarea. ¡Adelante!
¿Habré encontrado la fórmula matemática que explique el concepto de tiempo? Ven. Adéntrate. Descúbrelo. En cada momento, en cada lugar, resuena este reclamo: «tiempo, necesito tiempo, denme un poco más». El tiempo es la sombra que a todos nos acecha. En cuanto a esto, yo trabajaba en el Instituto genealógico de investigación de la parroquia... Allí, leíamos libros de siglos pasados, registros de los nacimientos, de las muertes, de la vida... Historiales literarios que teníamos que exportar al sistema digital. Nuestro jefe, un profesor de matemáticas, discutía mucho en cuanto a los registros del tiempo... Yo anoté los argumentos más interesantes que escuchaba: eran la clave de algo... Las junté, las ordené en una carpeta y les di un nombre, el nombre de tiempo, la edad del tiempo. La idea inicial no era escribir un libro, nunca lo he deseado, no soy escritor. No obstante, al percatarme de que estaba gestando un libro, me empeñé en alimentar este embrión literario mediante autores latinos, griegos, clásicos, modernos... No me quedé ahí, lo nutrí con medicina científica, astronomía, arqueología y la misma Biblia, entre otros documentos. De este modo, pasaron cerca de veinte años. El fruto de ese arduo trabajo fue una obra, un ensayo literario independiente de toda ciencia, que trata tópicos controvertidos y persiste en brindar una solución al concepto que ha atormentado a la humanidad desde su génesis: el tiempo. Hay muchas teorías científicas que debemos aceptar tal como se nos plantean, sin cuestionarnos absolutamente nada, al fin y al cabo las han explicado los expertos. Sin embargo, es probable que existan también otros métodos que den respuesta a los hechos reales... Sírvanos como ejemplo esto: la mitología, originalmente, no era mitología. De este modo, en los milagros pervive una dualidad, el derecho divino y la explicación física y la química. ¿Cómo medirían el tiempo los mayas, los aztecas y los incas? ¿Qué edad tendrán realmente las pirámides de Egipto? ¿Y las de México? ¿Qué decir del mismo Stonehenge, de las estatuas de la Isla de Pascua y el Tihuanaco de Bolivia? ¿Quiénes fueron sus autores? ¿Conocía el hombre primitivo la rueda? ¿La gravitación atraerá en sentido oblicuo? ¿Se habrá hundido la Atlántida en el mar?
Lo más bello que ha redescubierto la Iglesia en los últimos decenios es la centralidad de la Pascua y la Resurrección en la vida de cada cristiano. La Pascua de Jesús es el eje de la Biblia, la liturgia, la pastoral y de nuestra presencia en el mundo. Este libro no teoriza sobre la Resurrección, profundizando en ella desde el análisis exegético o la fuerza narrativa de experiencias y encuentros, como hacen los evangelios. El autor, más bien, opta por la misma vía que siguieron las primeras comunidades cristianas: cantar a Jesús resucitado desde los himnos, compuestos al hilo de los relatos pascuales, con la intensidad emocional propia de la poesía. Este himnario, surgido al calor de la celebración de la Pascua con comunidades eclesiales a lo largo de varios años, canta nuestra fe, que va dirigida a Jesús con su nombre nuevo: El que vive, el Viviente.