Más allá de las colinas, en un bonito lugar, los Teletubbies salen a jugar. La cosa preferida de Tinky Winky es un maravilloso bolso rojo. Un día, encuentra muchas cosas estupendas para guardar en él. Pero, muy pronto, los otros Teletubbies no encuentran sus cosas preferidas.
Más allá de las colinas, en un bonito lugar, los Teletubbies salen a jugar. Un día Po encuentra una bandera mágica en la cima de una colina. Tinky Winky y Po suben y bajan la colina, moviendo la bandera. Pero mira qué pasa cuando intentan entrar en la casa de la Colina.
¡Qué bonita es la l de Luna! Y qué pena que siempre esté discutiendo con su prima la l de Sol. -Las dos sois bastante tontas -les dice la T de Tierra.- ¿Por qué discutís tanto si sois prácticamente iguales? Además, vosotras no sois el Sol ni la Luna, sino solo dos eles primas hermanas.
Más allá de las colinas, en un bonito lugar, los Teletubbies salen a jugar. Tinky Winky, Dipsy y Laa-Laa disfrutan de un día tranquilo, pero a Po no le apetece estar callado. Po quiere hacer mucho, muchísimo ruido...
Este libro cuenta la historia de Popi, un cochecito al que no le gustaba nada bañarse. Un día se ensució demasiado y su madre lo obligó a bañarse. Popi descubrió que bañarse no es tan malo.
Érase una vez, en el Jardín de los Sueños, los Tombliboos jugaban a saludar a sus amigos. ¡Hola, Tombliboos!El jardín de los sueños es una nueva licencia preescolar basada en la serie de TV de los creadores de los Teletubbies, que se emite dentro del programa de Los Lunnis. Las personajes viven en un libro de cuentos mágico, donde comparten juegos, amistad y aventuras. El osito Igglepiggle, la muñeca Upsy Daisy, los revoltosos Tombliboos y Makka Pakka, son los nuevos personajes que han conquistado el corazón de los más pequeños.Áreas de aprendizaje: Educación de los hábitos de la vida diaria, Educación para la convivencia, Conocimiento del propio cuerpo
Chucu es un tren que estaba muy triste porque quería ser capaz de hacer muchas cosas. Cuando su mamá le dice que él es capaz de hacer todo lo que desee, se pone muy contento.
Tomasote era un director de teatro, con una barriga enorme, su particular gorra a cuadros, sus gafas redondas y una larga y espesa barba. Hacía días que había escrito una nueva historia y solo le faltaba su protagonista. Este podía ser alto o bajo, gordo o delgado, joven o mayor pero su nariz tenía que ser especial. Larguirucha o chafada, aguileña o de patata, estrecha o ancha...pero tenía que saber detectar todos los olores. Esta sí que era una condición indispensable.