En su aparición, este diccionario de figuras mitológicas ya causó sorpresa por incorporar, junto a todo el Olimpo griego y los mitos más clásicos, a personajes modernos como Superman o Carmen. Ahora, una generación más tarde, se añaden Don Quijote, Moisés, Tarzán o Sherlock Holmes, entre otros muchos. En total, casi cien entradas componen este personalísimo diccionario, de Adán a Zeus. Fundamental para adentrarse en la cultura literaria occidental, con un estilo accesible y ameno, de la mano del mejor clasicista en español.
Sócrates de Constantinopla, el Escolástico (ss. IV-V d. C.), con su Historia eclesiástica, al igual que Sozómeno y Teodoreto de Ciro, se propuso continuar el trabajo realizado por Eusebio de Cesarea. Pero su proyecto es distinto y también su manera de abordar la cuestión. Él mismo confiesa todo esto en las primeras líneas de su obra. No se trata de un encomio al emperador, sino de contar rigurosamente los hechos acaecidos: Eusebio el de Pánfilo expuso en diez libros en total la historia eclesiástica [?] al escribir sobre la vida de Constantino, hace en parte mención de lo tocante a Arrio, más preocupado de elogiar al emperador [?] que de recoger con exactitud lo sucedido. Pero nosotros [?] daremos comienzo a nuestra obra desde donde él concluyó, sin preocuparnos de usar una expresión ampulosa, sino contando todo lo que hemos hallado en los documentos escritos o hemos oído de quienes nos han relatado la historia. Desde Diocleciano hasta Valentiniano III y Teodosio II, Sócrates se detiene también en la historia del imperio, así como en la expansión del cristianismo, en la actuación de los obispos y en los hitos fundamentales de la Iglesia en su relación con las herejías y con otras religiones. De Roma a Constantinopla y Jerusalén, de Alejandría a los otros nuevos centros culturales y religiosos, el historiador nos conduce a través de todos estos lugares y de los hechos que allí acontecieron y que tienen cabida en una obra de fácil y amena lectura.
Una obra pensada para presentar los diversos intentos de acercarse a las religiones desde un enfoque específicamente teológico. Como el propio autor señala, su objetivo es que contribuya a un más ordenado y clarificado conocimiento de las grandes tradiciones religiosas de la humanidad, ayudando a encuadrarlas dentro de una visión teológica que deje ver con coherencia su lugar en la historia salutis, así como a profundizar por el efecto espejo en los hontanares de la fe cristiana.
Sócrates de Constantinopla, el Escolástico (ss. IV-V d. C.), con su Historia eclesiástica, al igual que Sozómeno y Teodoreto de Ciro, se propuso continuar el trabajo realizado por Eusebio de Cesarea. Pero su proyecto es distinto y también su manera de abordar la cuestión. Él mismo confiesa todo esto en las primeras líneas de su obra. No se trata de un encomio al emperador, sino de contar rigurosamente los hechos acaecidos: Eusebio el de Pánfilo expuso en diez libros en total la historia eclesiástica [?] al escribir sobre la vida de Constantino, hace en parte mención de lo tocante a Arrio, más preocupado de elogiar al emperador [?] que de recoger con exactitud lo sucedido. Pero nosotros [?] daremos comienzo a nuestra obra desde donde él concluyó, sin preocuparnos de usar una expresión ampulosa, sino contando todo lo que hemos hallado en los documentos escritos o hemos oído de quienes nos han relatado la historia. Desde Diocleciano hasta Valentiniano III y Teodosio II, Sócrates se detiene también en la historia del imperio, así como en la expansión del cristianismo, en la actuación de los obispos y en los hitos fundamentales de la Iglesia en su relación con las herejías y con otras religiones. De Roma a Constantinopla y Jerusalén, de Alejandría a los otros nuevos centros cultura-les y religiosos, el historiador nos conduce a través de todos estos lugares y de los he-chos que allí acontecieron y que tienen cabida en una obra de fácil y amena lectura.
Los mitos y los cuentos folclóricos aportan peculiares visiones sobre el ser humano, la vida y el mundo, que impregnan aún hoy el modo de vida de muchos pueblos dotados de culturas diferentes. Los relatos de nuestros antepasados contienen verdades básicas y universales, coexistiendo éstas a su vez con el carácter singular de cada cultura. La autora de este libro espera que sus lectores encuentren, en estas sencillas historias del lejano Japón, ideas y realidades compartidas por nuestras respectivas culturas. Sanae Masuda es religiosa de la Congregación del Sagrado Corazón, y miembro del Instituto Investigador de la Cultura Cristiana, en la Universidad del Sagrado Corazón, de Tokio. Su campo de estudio es la Teología Bíblica, así como la Mitología. Es autora de obras que versan sobre cuentos folclóricos, mitos y leyendas. Entre ellas se encuentran: El corazón que tiende un puente entre la Biblia y los Mitos Japoneses (en japonés) y La fe de nuestros ancestros, reflejada en la leyenda de Urashima (en japonés).
Proponer una investigación sobre la sexualidad de las griegas y los griegos significaría proyectar sobre las representaciones y la sensibilidad de los Antiguos un concepto moderno. Más vale atenerse a las categorías autóctonas. Este libro pretende esbozar, siguiendo sus múltiples caminos, el perfil de esa fuerza que los helenos divinizaron bajo el nombre de Eros, haciendo de un joven travieso el paredro de Afrodita. A partir de una fisiología del amor, el estudio de los efectos de Eros lleva a preguntarse por la función de los poemas e imágenes que lo representan y a examinar seguidamente las instituciones a las que contribuye a sostener, así como los espacios en los que ejerce su poder, como forjador de relaciones sociales. Recuperado por filósofos y miembros de sectas órficas, Eros se revela finalmente en su condición de mediador de auténticos caminos iniciáticos.
En esta obra, Thomas Cahill conduce al lector hacia un viaje sorprendente por el pasado para contar la fascinante trayectoria de una tribu de nómadas que modificó definitivamente la forma en que percibimos nuestro mundo. El legado de los judíos es un mapa de carreteras que abre el camino de la historia occidental y nos permite rastrear el patrimonio cultural hasta su fuente decisiva: las ideas y los sentimientos religiosos del antiguo Israel. Cahill nos traslada a Sumeria en el tercer milenio a.C., y analiza una civilización que considera la existencia -al igual que todas las sociedades de la Antigüedad- como parte de un ciclo infinito de nacimiento y muerte: el tiempo percibido como rueda que gira sin cesar y jamás modifica su rumbo hasta que los antiguos judíos cambian radicalmente la percepción. Cuando Abraham oye la voz de Dios, que inesperadamente le dice "Adelante", surge el concepto de un futuro ignoto y nace la civilización occidental. A partir de esta comprensión, los judíos desarrollan una nueva visión de la humanidad con destino singular; miles de años después, dicha visión inspirará la fe en el progreso y el sentido de que el futuro puede ser mejor que el presente.
Los dioses olvidados es un ensayo de Filosofía (no de montería o tauromaquia), y más precisamente de Antropología filosófica y de Filosofía de la Religión; ensayo elaborado desde las coordenadas y con los instrumentos del materialismo filosófico de Gustavo Bueno. Si desde siempre el toreo ha suscitado un profundo interés en los medios intelectuales y académicos de nuestro país, en los últimos años tal interés se ha visto, si cabe, incrementado. Frente a las muchas teorías que han sido propuestas para explicar el sentido último de tal actividad (profundamente insatisfactorias, en su mayor parte, cuando no decididamente delirantes y metafísicas), este libro presenta una teoría alternativa, según la cual, el toreo es,esencialmente, una ceremonia religiosa (entendida la religiosidad al modo materialista), por más que el ámbito lúdico y profano en el que se manifiesta haya acabado por ocultar el contexto religioso del que brota y las claves, asimismo religiosas, desde las que puede realizarse su comprensión. Algo similar puede decirse de la caza, de la que también se ocupa el autor en estas páginas, y cuyo análisis, a este respecto, se constituye en confrontación directa con Ortega y Gasset. Finalmente, el libro examina la polémica que enfrenta a taurinos y antitaurinos, no tanto para tomar partido por una de las posiciones cuanto para clarificar la discusión misma. La conclusión, que acaso a primera vista pudiera sorprender al lector, es que lo que parece ser un debate sobre la ética, no lo es en realidad, ni podría serlo tampoco, sino un enfrentamiento que, en rigor, tiene más que ver con la religión que con la ética en cuanto tal. Alfonso Fernández Tresguerres (Santo Emiliano, Mieres 1957) es Doctor en Filosofía por la Universidad de Oviedo, tras obtener la Licenciatura en la Universidad de Salamanca. Profesor del Instituto de Enseñanza Secundaria La Ería de Oviedo, ha publicado varios trabajos en la revista El Basilisco, de la que es Secretario de Redacción. Gustavo Bueno, en el prólogo, titulado Materialismo filosófico como materialismo metodológico (páginas 7 a 34), aprovecha para precisar el alcance práctico y analítico del materialismo filosófico. Inicia Bueno el prólogo: «Bajo el rótulo Los dioses olvidados, Alfonso Tresguerres nos ofrece las líneas maestras de una penetrante teoría de la caza y del toreo. La caza y el toreo son cuestiones de principal importancia para la filosofía; no son cuestiones menores sobre todo para quienes vivimos dentro del perímetro de la piel de toro. Sólo hay cuestiones menores para quien no tiene los instrumentos conceptuales suficientes para advertir el significado mayor de las cuestiones más humildes. A Ortega hay que reconocerle el gran mérito de haber elevado estos temas –caza y toreo– a la condición de temas de filosofía primera. Después de Ortega, sin embargo, las aguas transparentes, en apariencia, de su teoría de la caza y del toreo, podría decirse que han permanecido estancadas. Tresguerres, continuando la tradición orteguiana, ha logrado romper las esclusas dando paso a una impetuosa corriente teórica que, sin duda, logra volver del revés, enturbiándolos, muchos planteamientos orteguianos, aun reconociéndoles su significado original, y abriendo nuevos cauces en la superficie de los fenómenos. Gracias a Tresguerres podrá decirse que la obligada teoría de la caza y del toreo, dentro de España, lejos de haberse extinguido o de haber degenerado una vez que Ortega le confirió el puesto que merecía, ha logrado remontarse alcanzando un nivel tal que en todo caso hará intolerables a cualesquiera otros cursos de pensamiento sobre la caza y el toreo que discurran en niveles más bajos.»
Este libro ofrece un método sencillo para madurar la mente y encontrar una felicidad personal que no esté desvinculada de la de los demás. En la primera parte del libro, Akong Rimpoché expone los principios de sentido común del budismo, de forma que puedan ser aplicados a la vida cotidiana. Los consejos que se ofrecen no están orientados especialmente a quienes están interesados por la religiones orientales, sino a todo aquél que busca la verdad acerca del sufrimiento y la felicidad. La segunda parte del libro consiste en una secuencia de ejercicios que, practicados con seriedad, proporcionarán una base de autoconocimiento, terapia mental y autocuración que será de gran utilidad a lo largo de toda la vida. También pueden considerarse como el trabajo emocional que es necesario realizar antes de iniciar una verdadera práctica de meditación. Los ejercicios han sido experimentados y considerados beneficiosos por muchas personal que han trabajado con ellos en grupos de terapia durante los últimos quince años. Para algunos han supuesto un tratamiento completo para diferentes problemas de carácter psicológico. ? Si estamos enfermos, estas enseñanzas pueden ser como una medicina. Sea cual sea nuestro estado de desarrollo, son como un alimento para nutrir la mente. Cuando alcancemos la madurez, nuestra comprensión aumentará y podremos afrontar cualquier situación con mayor facilidad?.
Fundamentándose en la unidad cuerpo-espíritu-universo, el profesor Yujiro Ikemi, pionero de la medicina psicosomática en Japón y científico de reputación internacional, muestra de qué manera la práctica del zen constituye un método de autocontrol enormemente terapéutico. Por su parte el famoso maestro Taisen Deshimaru realiza una exposición con lenguaje moderno de los puntos principales de la práctica y la tradición zen, así como de la psicología budista. Zen y autocontrol es, en suma, un poderoso libro de síntesis que abarca desde las nuevas terapias hasta la meditación; un documento excepcional que lleva a convergencia el pensamiento científico, el pensamiento religioso y la práctica cotidiana; una invitación a ?vivir totalmente?.
Cuantas veces el ser humano se ha hecho la pregunta: ¿Que somos?... La cual encierra el enigma de nuestra existencia. La cantidad de pruebas que existen alrededor de nuestro planeta, es inmensa. Y estas, nos están dando una pista, de nuestro posible origen. Si hay algo que siempre ha fascinado a los seres humanos, es el hecho de poder descifrar enigmas. Y uno de los más difíciles parece ser este. Nuestro origen. Te invito a que te adentres en este libro. Misterio, arqueología, he historia. Un viaje desde el pasado, hacia el futuro. Desde los comienzos de la antigua civilización Sumeria. Pasando por la India y Tíbet. Recorriendo la vida perdida de Jesús. Y navegando, por aquellas culturas y civilizaciones ancestrales, que en la misma época que Jesús y antes de él. Ya fueron avanzadas no solo en agricultura, caza y pesca. Si no que también adquirieron conocimientos en astronomía, astrología y matemáticas. Desde Caral Supe, pasando por Mesoamérica. Civilizaciones como los Mayas, Incas, Aztecas entre otros. Dejaron una huella, la cual demuestra, --y que al igual que sus desconocidos hermanos de Europa, Asía y Oriente--, el contacto con otras realidades fue y sigue siendo una realidad. ¿Estamos solos en el universo?... presuntamente no lo estamos. ¿Quiere usted averiguarlo?... pues adentrase conmigo y deje navegar a su inteligencia. Despierte conciencia...