Casa de Espiritualidad. "Casa" es un hogar, un ambiente de acogida y de oferta. "Espiritualidad" significa realizar con espíritu. Una casa de espiritualidad en "Caleruega", lugar en que nació Domingo de Guzmán, debe respirar y ofrecer el espíritu que animó a este santo castellano. Por los caminos del mundo, derribando muros y fronteras, fue predicador de la gracia o benevolencia de Dios a favor de todos los seres humanos. Un espíritu profético que hoy sigue animando a la familia dominicana. En esta "Casa de Espiritualidad" tiene sentido una publicación para confesar la fe o experiencia cristiana en Dios, el amor que gratuitamente se da y cuyo poder se manifiesta en la misericordia y la experiencia que vivió intensamente Domingo de Guzmán abrazado al Crucifijo, según la singular representación de fray Angélico. En este libro se leen y comentan los evangelios desde esta inspiración dominicana.
Diversos pasajes del Evangelio dan pie a la autora para comentarlos en relación con los acontecimientos de la vida diaria resultando unas páginas profundamente humanas. La autora intenta que su reflexión ayude a que Jesús pueda seguir haciéndose carne a través de nuestras vidas, nuestras relaciones, nuestras penas y alegrías, y las penas y alegrías de los demás, para que así pueda seguir haciendo el bien y curando toda dolencia. Las páginas de este libro son, pues, evangelio sobre el Evangelio.ÍndiceExtracto del Índice: 1/ LA VOZ: Sin segundas intenciones. Una ceguera afortunada. Un Dios que se anticipa. Sorprendetemente felices. Vaciarnos para recibirlo. Un año de gracia. Buscar su rostro. 2/ EL AMIGO: La alegría del huésped. Imantados por Ti. Poner en juego la vida. Animador desconcertante. Dejarnos ganar. El pan de nuestra pobreza. Con todo y a través de todo. 3/ EL FUEGO: El amor crucificado. "Perdona nuestras defensas". Vienes herido. Una mujer transformada. Esa suave luz en sus ojos.
Hay veces, en el transcurso de la vida, en que ?cae la noche? sobre nuestra mente y nuestro corazón; entonces nos sentimos inmersos en la tristeza, en el dolor, en la depresión. Precisamente en estas horas oscuras es cuando sentimos más fuerte la necesidad de luz, cuando suspiramos, como el centinela que hace la guardia nocturna, preguntándonos cuánto falta para que amanezca. Abraham, José, Samuel, David, María, Nicodemo, Pedro, Pablo y los discípulos de Emaús vivieron su noche en algún momento de sus vidas. Jesús, que sufrió el dolor de la incomprensión, la soledad, la traición y el abandono en el momento de su muerte, nos enseñó a confiar en quien nos ha creado. Él está dispuesto a abreviar las horas de oscuridad y a entrar en nuestra noche con la luz conmovedora de su amor que nos ayuda a pasar de la noche a la mañana.Índice1. Las grandes noches de la historia humana. 2. De la oscuridad a la luz. La creación . 3. La noche de Abraham. La fe que Dios nos da y nos pide. 4. La noche de José. La mezquindad de la envidia. 5. La noche de la liberación. Un pueblo esclavo. 6. La noche de Samuel. El valor de la escucha. 7. La noche de Elías. Solo y desalentado, pero no vencido. 8. La noche de David. Cuando hay oscuridad interior. 9. La noche de María. La esperanza cumplida. 10. La noche de Nicodemo. Una búsqueda afanosa. 11. La noche de Simón. El esfuerzo no es inútil. 12. La noche de Pablo. Cegado por la luz de la gracia. 13. La noche de Getsemaní. El dolor de la soledad . 14. La noche de la traición. La experiencia más amarga. 15. La noche del Viernes Santo. La obscuridad total. 16. La noche del Sábado Santo. La espera confiada. 17. La noche de un pueblo. Las penas colectivas. 18. Resurrección. La luz en la noche. 19. Los discípulos de Emaús. Una esperanza perdida y reencontrada. 20. Los nombres de la noche. 21. Epílogo.
El orante que busca de corazón al Señor se siente invadido por una gran nostalgia. Ve cómo sus deseos frecuentemente quedan lejos de la meta. Porque aunque Dios está cerca de quien lo busca, no es algo que se pueda abarcar de golpe. Orar equivale, pues a desear. Es tanta la distancia que nos separa de Dios y tanta la cercanía con la que podemos vivir en el deseo de Él que en la oración todo está marcado por la nostalgia.ÍndiceExtracto del Índice: 1/ La senda inicial (Cuando cesan los ruidos, comienza la canción del corazón): Sólo sé amarle. ¿Se cruzarán mis ojos con tu mirada? La puerta abierta. Descendió a los infiernos. 2/ En el camino de la nostalgia (Se desatan las lenguas del Espíritu): Sal de tu tierra. Me has seducido, Señor. La nostalgia y el encuentro. Él le dijo: Ven. "Noli me tangere". 3/ Una experiencia inefable (Dios es cercanía en viva voz): Todo es sencillo y claro. Nunca dudes de su presencia.
Un hecho que llama la atención en nuestros días es la dificultad, casi generalizada, para rezar.En la primera parte del libro se hace una interpretación creativa de nuestra relación y nuestro diálogo con Dios en el camino de la oración. En la segunda parte hacemos una reflexión relacionada con la oración del Señor, el Padre nuestro.
Aunque se ha dicho que el Espíritu Santo es el gran desconocido, la realidad es que son muchos los cristianos que encuentra en Él el aliento para su vida de oración y el maestro que les enseña a orar. En este libro podemos encontrar algunos de estos testimonios de creyentes que han intentado acercarse al Espíritu para saber de una manera vivencial quién es la Tercera Persona de la Trinidad; podremos así, reflexionar y orar con sus mismos pensamientos. También, los que quieran celebrar su presencia entre nosotros, encontrarán pautas para pedir al Espíritu que nos enseñe a decir: "Abbá, Padre".
Pels delegats de pastoral vocacional de Catalunya Un llibre molt útil, perquè el tema és molt important. Un recull de textos bíblics, pregàries i pensaments vocacionals, per ajudar en una tasca que la comunitat cristiana no ha doblidar mai: pregar perquè se suscitin en el seu si vocacions al ministeri presbiteral.
Bajo el apelativo de "un cartujo", se oculta un orante y padre espiritual que quiere transmitir sus vivencias a todos los que desean comenzar o seguir una vida de oración continua. En las páginas de este libro podemos encontrar apuntes sobre la oración del corazón, la oración teologal basada en las tres virtudes cardinales: fe, esperanza y caridad, y la oración del publicano -"Jesús, salvador, ten piedad de mí, pecador"-, que está continuamente en la boca de los verdaderos orantes.