A pesar del proverbial y reconocido fracaso de don Miguel de Unamuno en los intentos por estrenar sus obras y del nunca conseguido éxito de público y de crítica a lo largo de varias décadas, once obras originales, más la adaptación, por mano ajena, de una de sus novelas, una versión de Séneca y un sainete de juventud no pueden considerarse labor de menor importancia o aspecto incidental que distrae de otra tarea intelectual de más empeño. (...)Unamuno escribe teatro por una necesidad insoslayable que está inserta en lo más profundo de su conciencia. No es sólo que tiente un género literario más para tratar de aumentar su fama o para ayudar a su precaria economía doméstica, razones que no se descartan, sino que la expresión adecuada de su problema general (vital y filosófico) no se completa más que con la peculiar forma de escritura que es el drama.(De la Introducción de Guadalupe Gómez Ferrer)
La señorita de Trevélez nos presenta la cruel burla sufrida por una pareja de hermanos solteros y ya maduros, Gonzalo y Florita. Una historia sin gran relieve que en manos de unos jóvenes provincianos ociosos se convierte en una tragedia. Los caciques sorprendió y aun molestó a algunos sectores poco dispuestos en aquellos años a que los escenarios fueran un tibio reflejo de la realidad.
DONDE HAY AGRAVIOS NO HAY CELOS La situación está planteada con sorprendente agilidad. Don Juan y Sancho llegan a Madrid de noche. Buscan la casa de don Fernando de Rojas, con cuya hija va a casarse el galán. Al llegar ante la fachada, ven a un desconocido descolgarse desde el balcón. Una confusión del criado, que ha enviado su propio retrato en vez del de su señor, facilita el trueque de identidades que permitirá al pundonoroso protagonista averiguar la verdad de los hechos. Entre las paredes de la casa de don Fernando se van a encontrar los personajes relevantes de un tempestuoso pasado, que incluye la muerte violenta del hermano de don Juan a manos de un desconocido, la fuga deshonrosa de su hermana y las angustiosas sospechas que ha desatado en el protagonista el galán que saltó del balcón a la calle la noche de su llegada. (...)El título que Rojas puso a su obra, Donde hay agravios no hay celos, quintaesencia el sentido de la comedia pundonorosa. Don Juan se presenta como una encarnación de la moral aristocrática, que exige el sacrificio del sentimiento personal. Sin embargo, el sobretítulo que pronto se impuso (Amo criado) llama la atención sobre el juego teatral que conlleva el trueque de papeles entre el galán y el gracioso. Sancho se convierte en una zafia parodia del caballero en vísperas de casarse. Sus esfuerzos por engolar la voz o adoptar ademanes nobles y educados chocan con su atolondramiento y con su inclinación a la vida poltrona y despreocupada de las convenciones sociales. ABRIR EL OJO Abrir el ojo, más tardía, se distancia más decididamente de las convenciones dramáticas y sociales. Aquí no se trata de galanteos intrascendentes, sino de relaciones sexuales plenas e irregulares, miradas siempre con indulgencia y despreocupación. Aquí lo de hacer el amor hay que entenderlo en la acepción galicista que finalmente se ha impuesto en el español de hoy: copular, tener acceso y ayuntamiento carnal. Sobre estas actividades, cuando se realizaban fuera del matrimonio y sin finalidad procreadora, caía en la sociedad barroca el anatema del pecado y del delito. Poder humano y divino se unían contra los depravados. Pero, a pesar de tantos pesares, la vida erótica y sexual del Madrid de 1640 distaba mucho de las rigideces de las sociedades puritanas y abstinentes.27 Abrir el ojo se desarrolla en ese ambiente del amor y el sexo pret à porter, de las relaciones extramatrimoniales y de la prostitución de buen tono, sin rastro de la sordidez y dureza de las casas de lenocinio. En su primera escena encontramos a don Clemente, joven galán, amante plural y desvergonzado, tratando de huir de la cama de doña Hipólita, una posesiva viuda con la que mantiene relaciones desde hace seis años. Y quiere escapar de ella porque pretende reunirse con doña Clara, que se ha trasladado de casa huyendo del acoso de don Julián, amante que aspira a cobrar en especie el costoso regalo que ha hecho a la cortesana. (...)Rojas y los espectadores contemplan complacidos la fauna simpática y grotesca, descarada y absurda, que trampea por el Madrid barroco para mantener esta vida alegre y desenfadada.
Edición conmemorativa del 35 aniversario de la colección Clásicos Castalia, en formato mayor y encuadernada en tela con sobrecubiertas de papel y acetato.LA CELESTINA tiene como trama principal la historia de los amores desafortunados de una pareja noble y como intriga secundaria los de dos criados. La literatura amorosa tradicional respetaba la separación de las clases sociales, atribuyendo a la clase alta doctrinas y refinamientos ante el amor que los de las capas bajas eran incapaces de experimentar.Esta tercera edición de LA CELESTINA, corregida y revisada, está considerada por la crítica especializada como una de las más solventes entre las editadas modernamente.
Cinco historias en cinco espacios urbanos, entre privados y públicos, entre nocturnos y diurnos: un portal, un estudio fotográfico, un paso de cebra, un apartamento y la oficina de un matadero. Lo que crea unidad a estos cinco cuadros es el concepto de "umbral", sobre todo referido al que se produce en la comunicación. Pero el umbral más constante es el que se da entre el trabajo y los sentimientos, en especial los amorosos, por ausencia de uno de ellos o de ambos. Cada una de las cinco historias presenta una pareja que no pueden en algunos casos no quieren anudar una relación amorosa, porque rechazan la idea de trasponer el pequeño espacio que los separa. Este es el caso de la mujer que mientras espera que cambie la luz del semáforo para cruzar la calle tiene fantasías sexuales con un desconocido, que no se anima a admitir como propias, y se disipan ni bien está en condiciones de continuar su ruta. El diálogo que entabla con su vecino la mujer que ha sufrido un corte de luz es otro caso emblemático de la soledad y el encierro propio de las grandes urbes. Ella pide ayuda porque siente que avanza sobre sí una de las tantas formas de la desesperación, en este caso causada por la conciencia de que ni la televisión, ni la música ni la lectura podrán por esa noche ahogar sus pensamientos más acuciantes. La obra se cierra con la historia del hombre que no se anima a declarar su amor a una de las empleadas del matadero que administra.
Texto en español e inglés. Versión y adaptación de Paulino García de Andrés. Escenografía: Amador Méndez. Música de las canciones: Amparo García Otero. Obra destinada a jóvenes y adultos. Personajes: 6, más un coro de otros 6 actores como mínimo. Duración aproximada: 40 minutos. Incluye cinco canciones.
George Bernard Shaw predicó con convicción que la controversia y la polémica (que abundaban en su teatro) eran un requisito previo para el progreso social, político y cultural. Fue defensor de muchas causas que en su época (y algunas aún hoy) parecían adelantadas a su tiempo: el vegetarianismo, la reforma del alfabeto... y también el sufragio femenino y la independencia de las mujeres. Vivió casi cien años y acabó convirtiéndose en el escritor inglés más prolífico de todos los tiempos. Murió en 1950, después de haber ganado el Nobel en 1925 y el Óscar por su participación en la redacción del guion de la adaptación cinematográfica de " Pigmalión " de 1938. " Pigmalión " satiriza el sistema de clases inglés y la artificiosidad con el que este dividía a las personas, a la vez que celebra el individualismo que es capaz de romper con esas cadenas, personificado en Liza, la florista protagonista. Shaw critica la rigidez de un sistema en el que la brecha entre los pobres y la alta sociedad no solo se debe a una cuestión económica, sino también a diferencias estructurales imposibles, en un principio, de sortear. El protagonista, Henry Higgins, un afamado y peculiar fonetista, se embarca en una apuesta y acoge a Liza para, a través de clases de fonética, poder hacerla pasar por una duquesa en una fiesta. Shaw reescribe así el mito latino recogido en las " Metamorfosis " de Ovidio: Higgins, un misógino irredento, será su peculiar Pigmalión, y Eliza Doolittle su Galatea.
Pedro y Julián, amigos desde la infancia, están unidos por dos pasiones: la entomología y el amor por Adela. Aunque Adela elige a Pedro, Julián no se rinde y está dispuesto a seguir luchando por su amor mientras viva. Por su parte, Adela quiere vivir la vida, ir al baile, coquetear aunque ignora que padece una enfermedad incurable. Veinticinco años después, la nieta de Adela y Pedro, Adelita ?vivo retrato de aquélla?, está pasando unas semanas con ellos y, con ocasión de celebrarse un baile de máscaras (como al que se disponía a asistir su abuela), elige el mismo vestido con el que desciende por la escalera, los dos viejos se ofrecen a acompañarla reviviendo ambos, por última vez, su amor juvenil por la desaparecida Adela.
" La cisma de Ingalaterra " lleva a escena la desventurada historia de los turbios amores de Enrique VIII y Ana Bolena, casada en secreto con el monarca después del repudio del rey de su esposa Catalina, a través de una serie de acontecimientos desastrosos para la corona que terminan con la separación de la Iglesia de Roma y la proclamación de la Iglesia anglicana. Pasiones incontroladas, engaños y ambición desmesurada recorren las trayectorias vitales de los principales personajes de la obra, encabezados por el cardenal Volseo, auténtico artífice, en última instancia, del cisma y del divorcio del rey Enrique. La obra, basada en hechos históricos, aunque manipulados de manera particular y con tendencia a cierto uso maniqueo, presenta un conflicto trágico entre las pasiones y el deber de todo hombre de sofocarlas en defensa del bien común. Una lección de los peligros de la falta de autodominio y de no medir la responsabilidad de los actos de uno mismo sobre la colectividad.
Si bien la obra de Bertolt Brecht (1898-1956) abarca muy diversos géneros, su legado literario ha ejercido una influencia decisiva ante todo en el dominio del teatro. Después de un largo exilio forzado por el régimen nazi, a su regreso a Alemania fundó y dirigió la compañía Berliner Ensemble, donde llevó a la práctica, a través de sus múltiples experiencias innovadoras, su teoría del teatro épico, que postula sustituir la intensidad emocional ligada al teatro tradicional por el alejamiento reflexivo y la observación crítica a través del distanciamiento. Este undécimo volumen de la serie que recoge su «Teatro completo» incluye dos obras escritas entre 1948 y 1954: " Los días de la Comuna " y " Turandot o El congreso de los blanqueadores " .
Comèdia burgesa que transcorre a un poble indeterminat de la Costa Brava, en una caseta on hi viuen una dona bella i encara jove i diversos nois i noies (fills, nebots...) a més d'un enigmàtic i viatjat foraster. Amb un to que emergeix del noucentisme.
Los textos dramáticos tienen unas características únicas y precisas que hacen que su redacción y revisión por parte de dramaturgos y correctores requiera de unas técnicas y saberes concretos. Sobre la construcción del personaje, la articulación de un
En este bestiario se recoge la experiencia alucinada de un par de viajeros atrapados por el teatro. Las palabras que lo pueblan (textos del actor Pepe Viyuela) están acompañadas de pinturas (del ilustrador y actor Miguel Cubero) no menos delirante.