Este recorrido a través del espectáculo y de las formas de análisis que lo estudian consiste en devolver al espectador esa confianza en su propia mirada que no debía haber perdido nunca. Se trata de un libro que propone un panorama de prácticas espectaculares estrechamente relacionadas entre sí ?el teatro, la mímica, la danza, el cine y otros medios audiovisuales? y añade algunos ejemplos tomados de tradiciones orientales. Tras una actualización del estado de la investigación y de los instrumentos descriptivos correspondientes, la obra escénica o fílmica queda sistemáticamente radiografiada en todas sus dimensiones, según técnicas que se adaptan a cada uno de sus componentes: el actor, la voz, la música, el espacio, el tiempo, el vestuario, la iluminación, etc. Y el análisis se coloca decididamente del lado del receptor para reconstruir su lectura dramática y sus reacciones conscientes e inconscientes. El lector es conducido así de un análisis puramente formal a una semiología y una antropología del espectáculo en las que el objeto de investigación no es únicamente el actor, sino también el espectador.
Maskelyne fue uno de los magos más célebres del siglo XX. Al estallar la II Guerra Mundial ofreció sus servicios al ejército y fue destinado en África. Ante la desesperada situación por la maquinaria nazi dirigida por Rommel, el zorro del desierto, el mando inglés acepta sus sugerencias: armar ejércitos falsos, despistar con trucos de ilusionismo, y hasta hacer desaparecer objetivos vitales; la guerra como un juego de magia. Su hazaña en El Alamein cambiaría el signo de la contienda.
Ordenadas y seleccionadas por el propio autor, Cenizas escogidas reúne y pone en circulación por primera vez en castellano las obras, algunas hasta ahora inéditas, con las que Rodrigo García ha ido trazando desde 1986 una de las trayectorias más coherentes, vigorosas, incisivas, atrevidas e independientes del teatro contemporáneo.
Hogar, dulce hogar, es un recorrido, sin heridas, por las distintas etapas de la vida de su protagonista, Esperanza, una mujer anónima, que nos muestra el curso de sus días: la creación de un hogar, el cuidado de los hijos y los mayores, el nido vacío y la problemática de la tercera edad.
Si bien la obra de Bertolt Brecht (1898-1956) abarca muy diversos géneros, su legado literario ha ejercido una influencia decisiva ante todo en el dominio del teatro. Después de un largo exilio forzado por el régimen nazi, a su regreso a Alemania fundó y dirigió la compañía Berliner Ensemble, donde llevó a la práctica, a través de sus múltiples experiencias innovadoras, su teoría del teatro épico, que postula sustituir la intensidad emocional ligada al teatro tradicional por el alejamiento reflexivo y la observación crítica a través del distanciamiento. Este décimo volumen de la serie que recoge su «Teatro completo» incluye dos piezas escritas entre 1943 y 1945: " Schweyk en la Segunda Guerra Mundial " , que retoma al inolvidable personaje de Jaroslav Hasek, y " El círculo de tiza caucasiano " , una de sus obras más representadas. Traducción de Miguel Sáenz
Una parella d'actors atemorits per l'enderroc d'un sistema, aïllats en un espai banal, proven de trobar una posició còmoda per sobreviure i aconsegueixen esgarrapar engrunes de consol.El límit de la fugida és un retrat fidel del funcionament de la nostra societat. Un viatge cap a l'interior de la persona i cap a l'interior del personatge-màscara que no esquiva els problemes del jo. Una excursió al voltant del fet teatral com a reflex de la realitat, amb una aroma ambulant, que no defuig l'aventura lírica, ni l'humor, ni la crueltat. Com al circ, es posen en joc recursos poc convencionals, sense oblidar que el públic de l'espectacle no és necessàriament especialitzat. I que les exhibicions de trapezi són obligatòriament sense xarxa.El límit de la fugida situa els personatges on acaben els fets i on comença el somni, on s'esvaeix la tanca i arrenca la llibertat, en la línia que uneix el desig i el coneixement, a la frontera entre la raó i la desraó.
Antonio Buero Vallejo señala, desde sus primeros textos teóricos, la obligación que tiene el creador de buscar modos de expresarse en una sociedad violentada por imposiciones censoriales. Sus estrenos teatrales tuvieron a veces una dimensión política, ya que constituían una forma de resistencia cívica y afirmación ética, en una dictadura que no permitía otras manifestaciones de libertad. En " Hoy es fiesta " hay una potente intención social: un grupo de personajes típicos de clase media baja son presentados en un entorno que determina, en cierta medida, su inferior posición. Ellos mismos van mostrando los problemas que les acucian, agravados por el estatismo del mundo que les rodea, las posibles pequeñas soluciones y sus particulares sueños. En " El tragaluz " la rivalidad fraterna remite de inmediato a la que tuvo lugar en la guerra civil y a la difícil convivencia posterior, con especial relieve a través de la figura de El padre.
Aunque menos representado y conocido por el gran público, el teatro creado por mujeres en nuestro país goza de plena salud, con grandes autoras y magníficos textos. Como muestra de ello, esta antología ofrece cinco piezas fundamentales, escritas por Paloma Pedrero, Lluïsa Cunillé, Carmen Resino, Lourdes Ortiz y Laila Ripoll, cinco dramaturgas de primer nivel, todas en activo, ganadoras de diversos premios y traducidas a varios idiomas. La violencia de género, la trata y el tráfico de personas, el maltrato infantil, la violación de derechos humanos o la falta de implicación en la ayuda humanitaria son algunos de los temas que tratan estas obras; piezas excelentes con temas universales gracias al conflicto desarrollado y el catálogo de personajes elegido. Una antología que, gracias a la cuidada edición de Raquel García-Pascual, te invita a disfrutar de las artes escénicas con objetividad, sin estereotipos.
La historia original del moro de Venecia, de Gianbattista Giraldi Cinthio (1565), sirvió a William Shakespeare para crear Otelo, la única de sus grandes tragedias basada en una obra de ficción. Contraviniendo la imagen isabelina del moro, Shakespeare invierte los papeles de los protagonistas y otorga al moro Otelo el carácter de hombre noble y aristocrático, mientras que reserva para el italiano Yago la perversidad y la hipocresía, desarrollando en él uno de los estudios más profundos del mal. Al final, el protagonista, como un auténtico héroe trágico, consciente de su degradación y de su pérdida, escribe su propio epitafio, con la angustia del héroe destrozado. Traducción y edición de Ángel-Luis Pujante, premio Nacional de Traducción.
Durante los siglos xvi y xvii las fronteras entre géneros teatrales se desdibujan mucho: junto a las grandes obras, aparecen gran cantidad de piezas cortas donde cualquier recurso es válido para conseguir una gran tensión dramática. Entre ellas, los principales géneros serán las loas, breves y jocosas aperturas a una representación teatral; las jácaras, que cantan la vida de maleantes, o los bailes, composiciones líricas cantadas y bailadas que aparecían al final del entremés. Y este último es, sin duda, el tipo de obra más popular en los Siglos de Oro. Generalmente intercalado entre las distintas jornadas o actos de la representación, el entremés satiriza las costumbres sociales y, en muchas ocasiones, engloba el resto de géneros teatrales. Presentado y anotado por Catalina Buezo, este volumen recoge una selección de las mejores de estas obritas, tan cercanas, por su visión materialista, risible y grotesca, a las clases populares.