Ir al contenidoObras de teatro, textos teatrales
Sganarelle y Martina forman un matrimonio que acostumbra reñir porque él es un leñador holgazán y presuntuoso. Por eso un día en que dos criados buscan a un médico que alivie a la hija de su patrón de una extraña enfermedad, Martina decide jugarle una broma pesada a su marido y les dice que en el bosque hay un médico con un carácter tan excéntrico que, para que confiese sus conocimientos, se le debe dar una paliza. Los criados siguen sus instrucciones al pie de la letra de tal forma que, cuando Sganarelle niega ser médico, lo tunden a golpes, provocando que él reconozca lo que ellos quieren. Al ser conducido a la casa de la enferma, Sganarelle descubre que la joven Lucinda no ha hecho más que inventar su mal para evitar que la casen con el hombre que ella no quiere; en realidad Lucinda ama a Leandro, un joven que no puede competir con la riqueza del otro pretendiente. Conmovido, Sganarelle promete ayudar a los jóvenes a escapar, pero con tan mala suerte que, cuando se descubre que los enamorados han huído, él es señalado como responsible, y condenado a morir en la horca. Finalmente el problema se resolverá cuando Leandro y Lucinda regresen a pedirle perdón a su padre, y a informar que Leandro acaba de recibir una herencia. La reconciliación es general, incluso Sganarelle perdona a Martina por la broma tan pesada que lo ha puesto al borde de la muerte, pero le advierte que a partir de ahora tendrá que aguantarle sus recién descubiertos talentos como médico.
Encina confirió carácter al teatro-espectáculo cortesano al darle mayor entidad literaria y elevar su condición artística y poética. Imprimió un ritmo teatral, fijó las condiciones de la puesta en escena y potenció el elemento lírico y musical. Esta edición recoge las catorce piezas que constituyen su producción dramática.
Olga, Maixa i Irina viuen en una ciutat mitjana de la Rússia oriental. Fa onze anys que van abandonar Moscou, quan el seu pare va assumir el comandament d'una brigada militar. Un any després de la mort del pare, l'estada a la prov
Friedrich Schiller comenzó a escribir «Los bandidos» cuando apenas tenía diecisiete años y era alumno de la Academia Superior Militar. Esta institución, máxima expresión de un absolutismo ilustrado en su versión más represiva, acogía en su seno a los jóvenes más capacitados del reino, rigurosamente seleccionados para ser formados en carreras técnicas y administrativas, con el fin de crear una reserva de talentos destinados a trabajar en los más altos puestos del estado. Los incidentes que se produjeron durante el estreno de la obra y la insostenible situación que le creo al autor llevaron a Schiller a dar el amargo paso del autoexilio y abocaron, sin embargo, a «Los bandidos» a una carrera teatral imparable. «Los bandidos» se inscribe en las tendencias dramatúrgicas de la Ilustración y del " Sturm und Drang " , con un lenguaje provocativo y en ocasiones soez. Pero también tiene muchos rasgos extemporáneos que están en claro contraste con esas dos tendencias: la falta de naturalidad y espontaneidad, el patetismo que a veces roza el ridículo, rasgos escénicos regresivos que combinados con las más radicales manifestaciones fundamentan y configuran el rango extraordinario de esta historia de dos hermanos enemigos y antagónicos, unidos, sin embargo, por el enfrentamiento con el padre.