Ir al contenidoObras de teatro, textos teatrales
Los datos biográficos sobre José de Cañizares (Madrid, 1676-1750) son escasos. Se sabe que fue capitán de Caballería y que vivió en Madrid la mayor parte de su vida. Fue protegido del Duque de Osuna y ejerció el cargo de fiscal o censor de comedias durante muchos años. Fue un prolífico cultivador de casi todos los géneros teatrales, entre los que destaca la comedia de magia, género al que pertenecen Don Juan de Espina en su patria y Don Juan de Espina en Milán. Estas obras tienen como personaje central al clérigo de este nombre, un curioso erudito y coleccionista que alcanzó gran fama en su tiempo.
Primera edición crítica de la Tragedia de Numancia, para su fijación textual se han tenido en cuenta los dos manuscritos disponibles (Hispanic Society of America y Biblioteca Nacional de Madrid), así como 24 ediciones esenciales, desde la doble de Antonio de Sancha. Cervantes trasciende la tradición senequista de los años ochenta del siglo XVI; su fondo crítico no solo anticipa obras posteriores del autor sino que continúa sugiriendo las más diversas adaptaciones exaltadoras de la libertad.
L'obscuritat s'ha ensenyorit del pati de butaques i els espectadors intueixen que ha de començar l'espectacle. La foscor assenyala l'hora de penetrar al reialme de la imaginació i la mentida. És l'ocasió d'escapar se del segle XXI. La llum omple de vida lentament l'escenari. Vivim l'engendrament de la realitat inventada, el retrocés pels camins del temps. La música, graciosa i mallorquina, recorda les rondalles: Això era i no era... L'AMO ANTONI ALCOVER basqueja per la clastra de Santa Cirga, LA MADONA CATALINA SUREDA puny els cossiols. La música cessa i la claror ja és la del 1877 a la possessió de Manacor. La trama és a punt per descabdellar se.




La calle siempre ha sido un escenario, en el que se ha hecho teatro, a veces con fines utilitarios ?los timos, por ejemplo, con sus tres actores, uno involuntario?, o las manifestaciones, como las antinucleares en las que grupos de manifestantes aparecen muertos en la calle (?haciéndose el muerto?) por causa de una imaginaria bomba atómica; otras veces con fines primordialmente lúdicos, y este sería el teatro propiamente dicho, que con frecuencia es mero circo callejero con sus payasos y zancudos, pero también se dan verdaderas representaciones dramáticas, entre las que hay que contar las que se hacen así mismo ?como en los timos? con la colaboración involuntaria de personas que van por la calle (cámara oculta, inocente, inocente, gags). En suma, es verdad que en todo este campo se realizan verdaderos espectáculos de arte, con excelentes actores y puestas en escena (la escena en la calle). Todo ello es, desde luego, merecedor de atención histórica y crítica, y hoy, por fin, se le dedica esta atención en un libro en el que se nos habla, seria y documentadamente, del teatro en la calle. Leerlo es tan divertido como fructífero. (Alfonso Sastre)


El agua del lago de Chernóbil, tras la terrible explosión de la central nuclear, se ha vuelto radioactiva. Todas las mañanas se extiende sobre las dos orillas una bruma tóxica que te matará si la respiras. Y si no te mata, quizá sea todavía peor, porque te provocará las más horrendas mutaciones que ningún ser humano puede soportar sin volverse loco de dolor o de espanto. En el centro de ese lago radioactivo se levanta un viejo árbol que se resiste a morir. Es un árbol enfermo, lleno de enormes tumores, en el que vive el Mago Dementerio, encadenado a su tronco para siempre. Al caer la noche, llegan los liquidadores y limpian el lago de basura tóxica. Mientras tanto, el cisne negro y el cisne blanco bailan sin música sobre el agua putrefacta. Es un acto de amor. Quizá el último. Porque no hay lugar ya para la esperanza. Porque el lago de Chernóbil es la sala de espera de la muerte. Y ahora os presento a Claudia, la mujer que viene huyendo de algo que no quiere ni nombrar. Su destino, de cumplirse, es mucho peor que la radiación.

