Ir al contenidoObras de teatro de Shakespeare
Dos años antes de su muerte, el 14 de octubre de 2019, Harold Bloom inició una serie de cinco libros en los que realizaba un análisis literario, crítico y, ante todo humanista, de los personajes de Shakespeare. El primero se lo dedicó a Falstaff con quien Bloom se sentía especialmente identificado en su forma de amar la vida. «Si Hamlet es embajador de la muerte, Falstaff lo es de la vida», Bloom, quien interpretó al Caballero Gordo en los escenarios del British Art Center de Yale y, anteriormente, en Cambridge, Massachusetts, veía a Falstaff, y a sí mismo como uno de esos profesores sin colegas y con numerosos estudiantes. Influido por el personaje Shakesperiano, amó la vida, la gozó, y la enseñó. No quería discípulos académicos sino seres humanos capaces de leerse y cuestionarse.
William Shakespeare escribió " El rey Lear " hacia finales de 1605 o principios de 1606, cuando el autor no figuraba ya en las listas de actores de su compañía. La historia de Lear y de sus hijas, el odio entre hermanos, es uno de los temas más recurrentes en las manifestaciones artísticas y literarias de todos los tiempos. De nuevo las pasiones, representadas en esencia, son atribuidas a caracteres primitivos. Esta vez una amarga sátira de la ingratitud humana ocupa el eje de la acción.
El sueño de una noche de verano fue escrita para servir de divertimento en las nupcias de personajes nobiliarios de la Corte de Isabel I. Shakespeare utilizó una ingente cantidad de fuentes, magistralmente manipuladas y transformadas de acuerdo con el propósito estético: desde las Metamorfosis de Ovidio, pasando por los cuentos de Chaucer o la Diana de Montemayor hasta llegar a los ritos de la fertilidad y el folclor de Gales. En una amalgama admirable, el dramaturgo funde tan heterogéneas influencias en un texto en que se presenta el amor consumado en el matrimonio como fuente de conflictos para alcanzar el poder político. / Las alegres comadres de Windsor, por contra, se presenta como una obra de comicidad y desenfado en la que los espectadores de la época, y aún los de hoy, pueden reconocer en escena los arquetipos de la Corte londinense. El obeso Falstaff, las comadres Ford y Page y los tipos de las callejuelas de Windsor pertenecen ya al enredo de la dramaturgia universal.
El príncipe Don Pedro de Aragón llega triunfante de la guerra a la ciudad italiana de Mesina. Le acompañan su hermano bastardo, Don Juan, y los nobles italianos Claudio y Benedicto. Los recibe el gobernador, Leonato, con su hija Hero y su sobrina Beatriz. Durante su estancia, Claudio se decide a pedir la mano de la joven Hero. La felicidad y el enamoramiento darán paso a la tristeza de las mentiras y del rechazo. Al mismo tiempo, Benedicto y Beatriz son engañados para forzar su unión. A pesar de su carácter orgulloso y de mostrarse contrarios al matrimonio, se enamoran el uno del otro.