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En un mundo situado en un futuro no muy lejano, donde el neoliberalismo se ha convertido en religión de Estado, asistimos a una especie de danza de Shiva que representa la ley de conservación de la violencia de la que hablaba el sociólogo Pierre Bourdieu. La disimulada violencia institucional y estructural de los mercados financieros aliados con el Estado da paso a una violencia espectacular que ocupa las calles y plazas sembrando el caos y trastocando el orden social. Marcos Prior (Necrópolis) y David Rubín (El héroe, Beowulf) plantean una sátira política con acción a raudales donde la reflexión, la emoción y la experimentación formal son elementos básicos sobre los que se sostiene un cómic a todas luces visceral. El gallego Rubín juega con la composición y tira de una rica paleta de colores para poner en imágenes un sugerente texto del catalán Prior, siempre inclinado a incidir sobre cuestiones sociales, políticas y vitales que le preocupan.
¿Y SI EL DRAMATURGO MÁS UNIVERSAL JAMÁS HUBIESE EXISTIDO? Philip Mortimer y Elizabeth, hija de Sarah Summertown, se enfrascan en una investigación que se vuelve más compleja a medida que avanza y que girará en torno a una pregunta clave: ¿existió Wil
Alguien bebe el agua de la botella de su mesita de noche, algunos objetos desaparecen, otros aparecen rotos, una mano invisible recoge una flor
Poco a poco, el narrador se convence de que un ser sobrenatural e inmaterial, al que apoda el Horla, vive bajo su techo, se alimenta de sus provisiones, y lo que es más grave, ejerce un poder creciente sobre él
Cuando no está en su casa, el poder se desvanece; sin embargo, al cabo de poco tiempo, el narrador es incapaz de salir y así, se convierte en prisionero. ¿De dónde viene ese espíritu? Del Horla o del hombre. En cualquier caso, uno de los dos debe perecer.