Ir al contenidoNeurología y neurofisiología clínicas
Se aborda en este libro los aspectos más generales y esenciales de las enfermedades mentales. Con una conceptualización precisa y una gran claridad expositiva, va desarrollando conocimientos sustanciales sobre la entraña del enfermar psíquico. Asimismo, aporta orientaciones y pautas de comportamiento ante los enfermos mentales, que son sencillas y prácticas. Consta el libro de dos partes. La primera expone las diferentes formas de estar en el mundo y, en consecuencia las diversas maneras de enfermar psíquicamente, orientando a lectores, pacientes y familias sobre el mejor conocimiento de las enfermedades mentales y sobre las actitudes y pautas a seguir en cada caso La segunda parte complementa la primera con estudios más específicos sobre aspectos psicoterapéuticos y asistenciales.
La Entrevista Clínica Estructurada para los trastornos de personalidad del Eje II del DSM-IV (SCID-II) es una entrevista semiestructurada destinada a realizar los diagnósticos más importantes. La SCID-II puede usarse para formular diagnósticos de Eje II, de forma tanto categorial (presente o ausente) como dimensional (reseñando el número de criterios de trastorno de personalidad para cada diagnóstico que han sido codificados "3". Las entrevistas estructuradas se han desarrollado para aumentar la fiabilidad diagnóstica a través de la estandarización del proceso de evaluación, y para aumentar la validez diagnóstica mediante la facilitación de la aplicación de los criterios diagnósticos del DSM-IV y la indagación sistemática de síntomas que de otra forma podrían pasar desapercibidos. Uno de los objetivos en la elaboración de la SCID fue el producir un instrumento eficiente y de fácil manejo, de tal forma que las ventajas de la entrevista estructurada pudieran ser aplicadas en el ámbito clínico. La SCID puede ser utilizada para asegurar un diagnóstico más fiable y preciso en centros de asistencia primaria en salud mental y puede ser muy útil dada la existencia de casos complejos que existen en dichos centros. La SCID-VC representa un perfeccionamiento y una adaptación posteriores de la SCID para facilitar su utilización en la asistencia clínica. La SCID-VC ahorra tiempo, asegura una revisión concienzuda, es fácil de utilizar, y proporciona toda la información necesaria, mientras que mejora la precisión diagnóstica. Consta de 3 elementos: 1.Guía del usuario. Trata las patologías más comunes. Proporciona las instrucciones necesarias para usar correctamente la SCID-II. Presenta diversas discusiones detalladas de.cómo llegar al criterio diagnóstico DSM-IV. También está incluido un caso muestra que ayuda al especialista en su aprendizaje del uso de la SCID-II. 2. Cuaderno de entrevista. Contiene numerosas preguntas para la entrevista así como los criterios diagnósticos del DSM-IV. Está especialmente diseñado para utilizarse con la hoja de resultados, con una duración de 45 a 90 minutos por sesión. Presentación tabulada, permitiendo al especialista pasar directamente de una sección a otra. 3. Cuestionario de la personalidad. Contiene un resumen de los criterios diagnósticos. Se usa como archivo de las decisiones diagnósticas.
Los cuadros esquizofrénicos son muy graves, con tendencia a ciertas resistencias, recaídas, cronicidad, al no cumplimiento terapéutico en muy alto porcentaje de pacientes (30-80%), a ingresos y reingresos frecuentes, a conductas suicidas (20% de conductas o intentos, 10% lo consuman), a cuadros de colorido depresivo (25%), a consumo de tóxicos (20-50%), a disminución de la funcionalidad y a una pobre calidad de vida. El importante porcentaje de pacientes esquizofrénicos que no responden adecuadamente al tratamiento y el precio a pagar por la respuesta terapéutica con la presencia de efectos secundarios indeseables que en muchos casos determina el incumplimiento del tratamiento pautado, ha obligado en los últimos años a que gran parte de la investigación psiquiátrica se haya centrado en la búsqueda de nuevas moléculas antipsicóticas que, sin perder eficacia, sean mejor toleradas por los pacientes. Los nuevos antipsicóticos, también denominados atípicos, son agentes antipsicóticos eficaces sobre síntomas positivos y algunos síntomas negativos, con mínimos efectos extrapiramidales y menos discinesias tardías. El ambiente familiar influye en la evolución de la esquizofrenia, pero es muy difícil intervenir sobre una situación de la que no sabemos su participación exacta, añadiendo las dificultades que plantea el identificar a los pacientes o grupos de riesgo. Además las circunstancias socio-familiares también tienen una influencia directa sobre las recidivas. El prestar nuestra atención a las familias y verlas como factor de riesgo o predisponente para las recaídas de los pacientes que ya han sufrido un episodio psicótico, nos será más beneficioso y rentable. Además, el involucrar a la familia en el proceso terapéutico va a ser gratificante, no sólo para el paciente, sino también para la propia familia. En los últimos años hay un aspecto de la esquizofrenia que ha ganado protagonismo respecto a otros factores más en boga en el pasado: el déficit cognitivo. Las últimas hipótesis sobre la esquizofrenia tienen un marcado carácter cognitivista; se postulan una serie de alteraciones intelectivas que se dan, no solamente en pacientes con la enfermedad ya declarada, sino en épocas previas a la irrupción de la enfermedad e incluso en poblaciones de riesgo (familiares en primer grado de esquizofrénicos). Serían estos fenómenos básicos los que determinarían la aparición de alucinaciones y delirios como una adaptación a la enfermedad por parte de los procesos psíquicos normales.