La historia de los museos ha pasado por numerosas etapas en las que, dependiendo del momento, se ha dado prioridad a la educación, la recolección, la conservación o el ocio. Durante varios siglos los museos desempeñaron un papel esencial en la conservación del patrimonio cultural, pero fue a mediados del siglo xx cuando comenzó a surgir un nuevo tipo de institución centrada en la comunidad. Con la llegada de las nuevas tecnologías de la comunicación y la información, este ha seguido evolucionando y respondiendo a diferentes circunstancias sociales y culturales. La idea de herencia común de la humanidad comienza a madurar en un momento en el que la privatización y la especu¬lación se imponen en todos los ámbitos. En este contexto, el potencial cívico del procomún lo convierte en una herramienta ideal para revitalizar la única institución capaz de proporcionar teorías para la comprensión de los seres humanos como seres sociales, gracias a sus contenidos materiales e inmateriales.
Hemos tenido la rara fortuna de asistir a un cambio de milenio. En términos culturales, se ha producido en medio de un debate sobre la peligrosidad o la promisión que le cabe a un neomedievalismo de cuya existencia apenas se duda. Los museos, en concreto, aprovecharon los años preliminares para reflexionar acerca de un futuro que ya es presente. En los países anglosajones lo hicieron desde una museología que, de nueva, mudó en crítica. Por ese camino, se han humanizado o están en el proceso de hacerlo los que se les van sumando. Lo que han tenido de cámara acorazada va cediendo terreno a lo que tuvieron de cámara de maravillas: los almacenes y laboratorios se abren, las salas se teatralizan. El posmuseo es el museo en deconstrucción, al reencuentro de su añorado premuseo. Llamémoslo posmodernidad o posestructuralismo, pero su ADN contiene genes románticos, barrocos y, sí, medievales. Nunca va a dejar de importar qué tienen los museos, pero cada vez importa más lo que hacen con ello. Si los objetos son sustantivos y las acciones verbos, hablamos de un museo verbal que, aparte de verse, también se cuenta. Como en dos escenarios teatrales unidos por su cuarta pared, a un lado, se investiga, se restaura, se diseñan exposiciones. Al otro, se interpreta, también físicamente: se actúa, se recita, se baila, se performa. Las artes músicas reclaman el espacio y, sobre todo, el tiempo debido, uno que ya no es lineal sino rítmico y permite el reinicio sin fin de cada ejecución, de cada proceso. ¿Vas a quedarte fuera?
Agentes y comercio de arte. Nuevas Fronteras esta constituido por diez relevantes trabajos científicos elaborados por reconocidos expertos del mundo de la historia del arte que dan a conocer fundamentales aspectos relativos al comercio del arte, un fenómeno que constituye una necesaria y provocativa área de conocimiento. Sin duda, uno de los aspectos más novedosos y significativos de esta publicación es la luz que aporta sobre la dinámica de los diversos agentes de arte, un fenómeno muy poco conocido hasta ahora que constituye la punta de un inmenso e impresionante iceberg al que hay que prestar mucha atención. En síntesis, el libro Agentes y comercio de arte. Nuevas Fronteras contribuye al conocimiento del comercio del arte focalizando particularmente la atención en la práctica de los diversos agentes, así como su imbricación en el circuito del coleccionismo nacional e internacional.
Existe un público cada vez mayor y más interesado en las temáticas donde confluyen aspectos como el arte, el patrimonio, la educación, los museos, las tecnologías y la gestión cultural. En una sociedad que avanza entre lo presencial y lo virtual no puede imaginarse un patrimonio sin migraciones. A partir de estas consideraciones, en esta obra se revisa desde diferentes ámbitos el término patrimonio, y se presentan las reflexiones de diferentes especialistas así como sus aportaciones para introducir y diseccionar el nuevo concepto de patrimonios migrantes. Con la intención de reflexionar en torno a las cuestiones patrimoniales y en lo referido a la educación patrimonial se celebraron en la Universitat de València las IV Jornadas Internacionales de Investigación en Educación Artística bajo el lema «Patrimonios migrantes», cuyos textos se recogen en este libro.
A partir del concepto de patrimonio literario, entendido como uno de los elementos constituyentes de la identidad de una comunidad determinada, una ciudad o todo un país, este manual aborda diferentes aspectos de la memoria cultural de cada lugar y de los espacios generables a partir de la vida y la obra de los escritores relacionados con él. Después de definir qué es un lugar literario, descubriremos diferentes maneras de personalizar un territorio a través de un libro o un autor y diferentes intervenciones de literaturización de parajes, con ejemplos de todo el mundo. Los lugares de escritura se transforman, así, en entornos privilegiados de acercamiento a un escritor, a su vida y a su obra, y los centros de patrimonialización devienen soportes de la memoria histórica de una época y un entorno social. Descubriendo la emoción como medio privilegiado para adentrarse en un lugar literario, la lectura del manual nos acerca a los secretos de los mapas literarios, las casas-museo de escritores, los monumentos y las tumbas. Finalmente, a través de los itinerarios literarios, su disfrute y su utilidad, la autora nos muestra las fases de una posible metodología para la creación de los mismos y sus grandes potencialidades didácticas, económicas y turísticas.
Nos encontramos en un constante estado de alteración y modificación del patrimonio cultural mundial, que, como se sabe, es la mayor herencia de nuestros antepasados. En Plan de seguridad en bibliotecas: la protección del patrimonio documental se examinan los sistemas generales de seguridad y los elementos que deben ser protegidos en las bibliotecas y en el patrimonio bibliográfico (tanto en soporte físico como electrónico). La no seguridad de las colecciones puede superarse mediante la puesta en marcha de programas adaptados a las necesidades de cada institución. Para ello se presenta un plan modelo que las instituciones deberían comprometerse a ejecutar y que puede ser ajustado y empleado por otras instituciones de carácter cultural, tales como archivos, museos y centros de documentación.
Este libro reúne estudios sobre los cambios que sufren las obras a lo largo del tiempo. No tanto en una vertiente estricta y exclusivamente material cuanto patrimonial; es decir, ahonda en las actitudes humanas que justifican tanto los cambios físicos en las obras como la de los afectos hacia ellas. Las obras de arte no son meros reflejos de un momento y un lugar, sino intencionados resultados de un proceso que abarca el ambiente en el que se crean, pero también de todos aquellos que se suceden a lo largo de su historia en favor de su preservación, así como de los modos de comunicación y transmisión, en uno de cuyos extremos de una amplia escala situaríamos la destrucción. Todo lo cual conforma una reflexión sobre una práctica que llega hasta nuestros días, y que supone una inquietud académica y científica consciente y creciente.
Esta obra es un recorrido histórico por la fotografía a modo de diccionario. El periodo que comprende queda limitado entre la presentación oficial del daguerrotipo en 1839 y la década de los sesenta del siglo XX, años en que alcanzaron gran popularidad las cámaras Instamatic. El consumo de este modelo de aparatos coincidió con los cambios conceptuales y estéticos que se iniciaron a mediados de los cincuenta. El concepto clásico de fotógrafo callejero, de vocación pictórica o apasionado por el retrato de estudio pasó a un segundo plano, y el desarrollo técnico llevó a los profesionales hacia la especialización e hizo posible que los aficionados, incluso los ocasionales usuarios, se sintieran creadores. Presentamos a gran parte de los autores que han hecho historia en la fotografía, así como las tendencias o corrientes de trabajo, las instituciones públicas y privadas que apoyaron su desarrollo y las publicaciones que contribuyeron a su difusión. Se incluye también la terminología técnica que se corresponde con los aspectos fundamentales (cámaras, procesos de obtención y representación de la imagen, emulsiones, soportes, etcétera). El criterio general, dentro del periodo acotado, ha sido incluir a los autores que desarrollaron su actividad en el siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX, con excepciones justificadas por considerar cerrada su obra. Además de los grandes de la fotografía mundial, se ha realizado una amplia selección de autores españoles atendiendo a la zona de actividad, a su aportación en distintos campos, al reconocimiento social y a la valoración y análisis que han realizado los historiadores.
¿Qué hacemos cuando no nos gusta lo que tenemos y queremos sustituirlo por algo nuevo, pero no sabemos cómo debe ser? Esta pregunta, que parece tan obvia, es lo que representa la palabra crisis y es más trascendental de lo que parece a primera vista, en cualquier campo del conocimiento y, en concreto, de la arquitectura. La caja de cristal es un programa colectivo de investigación que intenta encontrar un prototipo espacial abstracto (no ubicado en ninguna parcela concreta, pero fácilmente modificable para poder adaptarse a cualquiera) que defina la nueva organización de todos los componentes que vengan a sustituir el programa ya obsoleto del museo actual. Su nombre alude a un doble sentido: por un lado, la trasparencia conceptual; por otro, la espacial. La primera busca reflejar de una manera clara todo el proceso que genera el desarrollo del proyecto. La trasparencia física intenta que a través de una organización espacial se logre la máxima permeabilidad visual para el espectador de todas las actividades del museo.Consta de las siguientes partes: organización general del espacio, accesos, área pública, área de trabajo (coordinación, investigación y área técnica), comunicación y la relación con el exterior. Departamentos de escuelas de arquitectura, tutores y alumnos de la Universidad Politécnica de Madrid, de la Universidad Central de Venezuela y de la Universidad de Sâo Paulo, así como equipos individualizados y otros investigadores de Oslo, Buenos Aires y Madrid (hasta un total de sesenta personas), han sumado sus fuerzas para poner en marcha un nuevo proyecto de museo que se expone en estas páginas con la ayuda de un amplio y atractivo aparato gráfico para ilustrar las distintas propuestas. Las múltiples y originales ideas que conforman el proyecto harán de esta obra una referencia inevitable para todos los profesionales del museo.
En este libro se recogen las investigaciones realizadas por la autora durante su estancia en la Universidad de Laval (Quebec) sobre didáctica patrimonial, a las que se suma su amplia experiencia tanto práctica como teórica en el ámbito museístico. La primera parte, «Epistemología», se nutre de una breve pero significativa genealogía filosófica, comunicativa y psicopedagógica, unos conocimientos que son el «cemento» común a todos los patrimonios, tienen que ver con la comunicación, con el aprender en los espacios de patrimonio, y se integran en las maneras de enseñar. En la segunda parte se tratan la metodología y la evaluación, se presenta un esquema de investigación que trata de explicitar la idea de diálogo entre museo y escuela y se muestra una metodología de investigación en didáctica del patrimonio desde la perspectiva de las ciencias de la educación. La tercera parte está dedicada a un estudio de casos, con informaciones sobre programas en museos. En la cuarta parte del libro se presentan las conclusiones, y se muestra cómo en el museo es posible la complicidad entre el discurso expositivo y la educación, que crea nuevas dimensiones para la difusión y la comprensión del conocimiento.
El patrimonio cultural arquitectónico es una de las formas en las que se materializa la memoria y, por ello, la preservación de su autenticidad se ha convertido en la piedra angular de todas las intervenciones de conservación y restauración monumental. Salvaguardar la autenticidad de la herencia arquitectónica supone legar a las generaciones futuras una parte fundamental de nuestra memoria. Hay un acuerdo universal respecto a esta idea, pero no en cuanto al concepto de autenticidad, que no es universal ni unívoco. El debate en torno a la autenticidad es, por tanto, fundamental para poner en marcha las políticas, los métodos y la praxis de la conservación del patrimonio cultural y, al mismo tiempo, esta reflexión supone introducir en el ámbito de la conservación y la restauración monumental los valores de tolerancia, respeto y diálogo entre las culturas y el concepto del desarrollo sostenible, aspectos que usualmente no se tienen en consideración en los textos científicos de esta disciplina. Basándose en la experiencia de los expertos y técnicos de muchos países de América, África o Asia y el propio trabajo de campo de la autora en diversos países, este ensayo sobre la verdad o la mentira de lo que vemos, de aquello que identificamos con nuestro pasado y con nuestra memoria, se propone una lectura distinta de lo que supone salvaguardar lo auténtico de nuestro patrimonio cultural y una reflexión sobre el sentido que tiene dedicar esfuerzos a preservar ese patrimonio, sobre el respeto a la diversidad cultural como condición necesaria de esa conservación y sobre la relación causa-efecto entre la conservación del patrimonio y el desarrollo económico y social. Occidente busca de forma desesperada recuperar la autenticidad y esta se ha convertido en un valor en alza, desde lo más sencillo, como qué comemos, hasta lo más complejo que podemos valorar en las personas. Pero lo auténtico es interpretado de manera anómala, superficial o sencillamente frívola. El mundo se ha convertido en un gran escenario donde la miseria y la marginación se entienden como sinónimo de autenticidad. La exposición sistemática a realidades elaboradas como productos de consumo ha llevado a identificar la experiencia de lo auténtico con la del parque temático. Es necesario que, al mismo tiempo que asumimos otras interpretaciones culturales del valor de la autenticidad, redescubramos la nuestra, aceptando la humilde condición de nuestro legado cultural, fruto también de una recreación continua y tan vulnerable y tan frágil como todas las creaciones humanas.
A lo largo de las páginas de esta obra, el autor inicia una exploración de los nuevos requerimientos de la sociedad en relación con los museos, especialmente a raíz de la evolución de la sociedad de la información y su implicación en la construcción de un centro de documentación, información y conocimiento. Se aproxima, así, a la definición de la museología contextual, basada en la subjetividad, la contextualización, el simbolismo y, sobre todo, el conocimiento dinámico, como aportación esencial del usuario de los museos a la construcción del conocimiento de los mismos. Como aplicación del marco teórico precedente, se proponen los criterios prácticos para el establecimiento de un servicio de documentación que conduzca a la creación de un centro de conocimiento. De esta manera, se analizan los planes y programas básicos, objetivos, criterios de calidad y, especialmente, se perfilan las peculiaridades de la documentación en museos en relación con otras áreas del mismo, recogiéndose los principios archivísticos básicos que permitan el desarrollo de una imprescindible gestión documental. Se trata, en definitiva, de una obra de gran interés no solo para la aplicación práctica de la documentación en los museos, sino también para la comprensión de las nuevas corrientes museológicas que, a partir de la nueva museología, y desde una visión próxima a la museología crítica, persiguen la integración de los usuarios en el museo.